Día de la Mujer y el nuevo Ministerio
Cada 8 de marzo celebramos el Día Internacional de la Mujer, recordando a todas las mujeres, especialmente a las más vulnerables, que trabajan arduamente por una sociedad mejor con verdadera igualdad de derechos y oportunidades. Para colaborar en dicha finalidad, recientemente aprobamos en el Senado de forma transversal el nuevo Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género. Sin duda un gran avance para fortalecer la lucha contras las discriminaciones arbitrarias y alcanzar la igualdad plena entre hombre y mujeres.
Sin embargo, debemos reconocer que el proyecto inicial del Gobierno dejaba absolutamente afuera aspectos relevantes para nosotras las mujeres y que contrariaban la idea misma de mejorar nuestra situación de desventaja. De hecho, por ejemplo no contemplaba la preocupación y protección de la maternidad dentro de las funciones del Ministerio, la que con el aporte de los parlamentarios de la Alianza está situación se revirtió emparejando la cancha y protegiendo a todas las mujeres y sus niños por nacer sin discriminación respecto a la intencionalidad de la maternidad.
Por otro lado, se invisibilizaba y minusvaloraba a las dueñas de casa que cumplen a diario un rol fundamental en la sociedad y que corresponden a más de dos millones de mujeres las cuales abnegadamente trabajan silenciosamente por su familia. No darles la dignidad y valoración que corresponde era absolutamente discriminatorio. También gracias a la Alianza se incluyeron expresamente como foco de protección y de valoración en las funciones del Ministerio.
Además, por primera vez en Chile se incorporó en la legislación como función especial el reconocimiento y protección a las mujeres indígenas, cuestión que no tenía el proyecto original. Y es que es sumamente curioso que teniendo casi un millón de mujeres indígenas, sabiendo que han sufrido una discriminación estructural de proporciones por ser mujeres, por ser indígenas y por ser en su gran mayoría muy vulnerables, el Gobierno no haya puesto un especial énfasis en dichas mujeres. Nuevamente tuvo que ser la Alianza la que impulsara todo.
Pese a que el Ministerio teóricamente fue perfeccionado, quedan interrogantes acerca de la real ejecución sobre todo de estas funciones. Se hace urgente establecer una serie de medidas para proteger los embarazos vulnerables, tanto a las mujeres como a los niños por nacer, quienes hoy no cuentan con colaboración ni económica, legal, psicológica y médica alguna de parte del Estado particularmente en los casos de violación y malformaciones congénitas letales.
Jacqueline van Rysselberghe