Médicos del aire, un trabajo que no tiene impedimentos
Profesionalismo. Llevan tecnología y su vocación a localidades extremas, donde la salud es escasa. Uno de los especialistas y miembro del grupo trabaja en el hospital de San Carlos.
Los operativos de los "Médicos del aire" son los más esperados por las personas que viven en los sectores más apartados de nuestra región. Vocación al extremo, que se viste de batas blancas para ayudar a pacientes que no tienen la posibilidades de llegar a un hospital para realizar la tan anhelada consulta médica o realizarse un examen que es crucial para mejorar su salud.
En estos operativos, que al año llegan a cuatro poblados diferentes de la región, se encuentra el médico radiólogo David Clemo Steel, quien lleva cerca de 3 años trabajando en este selecto grupo y que además se desempeña en el hospital de San Carlos.
"Cuando me comentaron lo que se hacía, de inmediato me interesó, ya que es siempre grato poder ayudar y acercar esta unidad de tecnología a lugares más alejados, ya que son pacientes que uno sabe que necesitan. Hay muchas carencias en partes alejadas, sobre todo de especialistas, y lo que uno hace es sin duda un granito de arena que uno puede aportar", comentó David Clemo Steel.
Las visitas de este equipo de trabajo, que reúne a cerca de 30 médicos especialistas, están programadas desde marzo a septiembre. Cada una de ellas es programada con antelación, donde se revisa desde las consultas que más se requieren en el poblado, como las condiciones ambientales que habrá para ese día. Todo es analizado para que las consultas sean hechas de la manera más eficiente y que signifique cero costo para los vecinos que acuden a ellas.
"Mi señora me apoya en estos operativos. Uno tiene que buscar su tiempo libre y uno se hace su tiempo para prestar esta ayuda a la comunidad, generalmente se realizan por el día. Nos juntamos en la mañana en el aeropuerto, se revisan las naves y se hace un resumen de lo que se va a hacer durante el día, cuáles son las especialidades que van, generalmente las conocemos, y muchas veces llega gente que quiere ayudar o por algún motivo algún especialista le pidió un reemplazo y así se juntan varios médicos", detalló David Clemo Steel.
Kilómetros separan las consultas médicas de especialistas con pacientes, que por razones económicas no pueden acceder a un centro de salud, pero que estos especialistas se encargan de acercar gratuitamente.
"Hay muchas historias, pero la mayoría redunda en personas que llevan generalmente mucho tiempo esperando y que con la lejanía que existe es casi imposible que se realicen estas consultas. Hemos ido a la isla Santa María, isla Mocha, Tirúa, Lebu y Cobquecura, y el esfuerzo que significa ir a una consulta que puede durar 10 a 15 minutos , el llegar en bote, tener toda una logística, viajar y como se aloja, como va o se viene dependiendo de las condiciones climáticas. Es conmovedor lo que tiene que hacer la gente para poder ir a una consulta que para nosotros es básica, para ellos es muy complicada", dijo David Clemo Steel.
Fue uno de los fundadores de "Médicos del aire" quien invitó a David Clemo Steel a participar de la experiencia y que finalmente lo dejó entre las filas de doctores con vocación sin fronteras.
"No estoy desde que empezó, pero el doctor Opazo (radiólogo igual que él) me invitó a acompañarlo y así llegué. La verdad es que no tengo miedo a volar, afortunadamente cuando chico tuve la oportunidad de viajar en avión y me gusta volar desde siempre", precisó David Clemo Steel.
Si bien la idea nació en Concepción, David Clemo Steel aseguró que sería extraordinario que esta mismas experiencias se replicaran en otras regiones e incluso en Chillán.
"Creo que es súper importante que otros grupos se creen. En Chillán sé que existe el Club Aéreo, esta idea es algo que se puede replicar en otras partes. Sé que hay harta disponibilidad para poder ayudar y que hay muchas localidades de la provincia, que quedan muy alejadas y que también se beneficiarían mucho de un operativo como el que realizamos", opina el facultativo sancarlino.
el terremoto
Fue una conversación que sostuvo Felipe Schlack con el doctor Javier Opazo, a días de ocurrido el terremoto del 27 de febrero de 2010, cuando nació la idea de prestar este tipo de servicios de salud a sectores más alejados de la región.
"Soy piloto civil por afición y con un amigo, que era el doctor Javier Opazo, que también era mi vecino, nos quedamos conversando una noche cuando había toque de queda. Le hice el comentario que si en tiempos normales la gente de estos lugares estaba bastante complicada con los vehículos, me imagino como estarían ahora con el terremoto", recordó Felipe Schlack.
En esta conversación, los dos sacaron cuentas que en la clínica donde trabajaba el doctor Opazo no tenían luz, por lo que su tiempo libre era bastante y a esto se sumaban las ganas de ayudar de Felipe, así es que no lo pensaron dos veces y comenzaron a planificar lo que sería el primer vuelo.
"Pensamos en ir a la Isla Santa María a tomar algunas ecografías, con un ecógrafo portátil que él (Javier Opazo) tenía en ese tiempo. Partimos a la isla y la verdad que fue más la aventura que otra cosa, ya que no hicimos planificación y partimos en una caminata bastante larga. Llegamos a Carabineros, a quienes le contamos a lo que íbamos, nos miraron con cara de marcianos y nos echaron al furgón y nos llevaron a la posta norte", relató Felipe.
En este centro de salud se contactaron con el paramédico de turno, quien llamó a algunas personas que requerían con urgencia una ecografía, y ellas a su vez le contaron a otras vecinas que habían médicos en la posta; así, en cosa de segundos había más de 80 personas.
"Así se difundió y el consultorio estaba repleto y Javier ese día hizo como 50 radiografías, atendió a muchas personas y fue bastante provechoso. A la vuelta nos dimos cuenta que había un tema potente ahí y que había necesidades claras y que era un tema deseable de mejorar, pero con cambios y optimizar tiempos , sobre todo en la panificación", confirmó Schlack.
cada vez más
Desde el 2010 a la fecha son más de 2.500 las personas que han sido atendidas por estos facultativos, que viajan kilómetros de distancia para llegar a sus pacientes.
En los operativos se incluyen visitas de médicos generales, dermatólogos y otras especialidades, aunque también se han sumado algunos oftalmólogos, para quienes se traslada equipos, para así entregar de manera instantánea los tan requeridos lentes ópticos.
Nuestra provincia también ha sido beneficiada con estos operativos, como la comuna de Cobquecura.
"Recabamos las necesidades de otras localidades como Cobquecura, Lebu, Tirúa y empezamos a invitar a otros amigos médicos, y así el grupo creció y la verdad es que hoy tenemos una red bastante grande de especialistas que nos acompañan y se ha ido perfeccionando más", subrayó Schlack.
Desde un inicio y hasta hoy el financiamiento sale del bolsillo de los doctores y también de los pilotos del Club Aéreo, quienes hasta hoy ponen a disposición sus avionetas para viajar.
"Seguimos igual que en un comienzo, todo se financia del bolsillo propio. Una de las donaciones que hemos recibido fue un ecógrafo que nos hizo una fundación de Estados Unidos y fuimos a Santiago, a La Moneda, a recibirla y la entregó la Primera Dama", recalcó Felipe.
Tras cada operativo son buenos deseos, agradecimientos, bendiciones, abrazos y regalos, como pan amasado, los que entregan los pacientes a los especialistas, lleno de cariño, gratitud y reconocimiento.
"El esfuerzo que significa ir a una consulta que puede durar 10 a 15 minutos, el llegar en bote, tener toda una logística, viajar y como se aloja, como va o se viene dependiendo de las condiciones climáticas. Es conmovedor lo que tiene que hacer la gente para poder ir a una consulta que para nosotros es básica, para ellos es muy complicada".
Médico del aire y del hospital
de San Carlos
Meses esperando la atención de un especialista era la tónica que vivían los vecinos de Buchupureo, en la comuna de Cobquecura, quienes tuvieron la posibilidad de contar con uno de los operativos de los "Médicos del aire". "Yo tenía un problema en un ovario y como el ginecólogo me dijo que es un quiste, pero muy pequeño, con un tratamiento regular eso no pasaría a mayores. Él me dio la información de un médico colega de él para que me atendiera en Chillán. Tienen una atención genial, rápida y explican todo paso a paso. Tienen muy buena voluntad. Agradezco demasiado su atención, era lo que yo esperaba de ellos", dijo Nidia Avendaño, vecina de Buchupureo.
2.500 personas
Han sido atendidas por el equipo de trabajo de los médicos del aire , quienes viajan a los poblados mas apartados para llevar medicina.
2010 año
En el que parte el primer vuelo a la isla Santa María donde se atendió a 50 personas. Hoy se viaja 4 veces al año a diferentes sectores apartados.