Cuidado del recurso más vital: el agua
Según cifras oficiales, en los últimos 25 años la demanda por agua en Chile se duplicó, tanto por el aumento de la población como por las actividades económicas asociadas a su consumo. Paralelamente a ello, la disminución de las precipitaciones, más concentradas en ciertos periodos del año, y la paulatina disminución de las reservas de agua en el país, han acentuado el problema de la escasez hídrica en el territorio, convirtiendo el problema en estructural.
En el último año, 32 comunas de las regiones Cuarta y Quinta fueron declaradas como zonas de escasez de agua, facultando al gobierno para intervenir directamente en el manejo del líquido, ya sea racionándolo, reordenando su extracción y asegurando el abastecimiento para la población. Recientemente, el Ministerio de Agricultura decretó Zona de Emergencia Agrícola a 191 comunas del país, debido al complicado abastecimiento para la agricultura, sumado a las contingencias de incendios forestales; 47 de estas comunas se ubican en la Región del Bío Bío.
Al conmemorarse esta semana el Día Mundial del Agua, consagrado así por la Organización de las Naciones Unidas, es necesario reflexionar no solamente con respecto al rol del Estado para garantizar el abastecimiento para la población y sus actividades económicas. También es relevante analizar la responsabilidad individual en torno al uso de este vital elemento para la vida. Al tener asegurar el consumo en zonas urbanas, muchos habitantes no sopesan su importancia, lo malgastan, lo mal usan.
Como contraparte, quienes más pueden valorarlo, son los residentes de zonas rurales que luchan día a día con la escasez hídrica para el consumo humano, abasteciéndose en muchos casos gracias a los camiones aljibe que disponen los municipios. Estas personas, que reducen su consumo a algunos litros al día, pueden dar cátedra a la mayor parte de la población nacional acerca de cómo desperdiciamos a diario el agua.
También la agricultura, al no adoptar herramientas o estrategias para captar más del 70% del agua de precipitaciones que se pierden cada año en el mar. En la Región del Bío Bío hoy se trabaja en dos frentes para paliar el problema: la instalación de sistemas de cosecha de aguas lluvias y la instalación de mini tranques de recolección. Está claro que estas acciones no solucionan el problema de fondo, pero es el inicio de un trabajo que debe crecer y en el cual el Bio Bio debe tomar conciencia todo el año.