Los efectos de la Reforma Laboral en la Construción según sus actores
ñuble. Tipo de negociación, empleabilidad y falta de información del proyecto son las principales inquietudes de empresarios y trabajadores.
marcelo.arroyo@cronicachillan.cl
"En mi caso, la negociación individual ha sido buena en salario y beneficios", dice Patricio Gómez, talquino avecindado hace 9 años en Chillán y con 20 dedicados al oficio en la construcción que aprendió en la práctica y mejoró gracias a las capacitaciones.
Este trabajador sintetiza en gran parte la compleja situación de un sector inquieto por el proyecto de Reforma Laboral que impulsa el Gobierno desde el 29 de diciembre.
El proyecto, con urgencia simple, se apronta en mayo a la discusión de las normas sobre negociación colectiva en la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados.
"No estamos en contra de la Reforma Laboral, solo queremos que haya un justo equilibrio", afirma Ariel Larenas, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) local.
Para ello y evitar "un impacto negativo", se reunirán en los próximos días con los parlamentarios de la zona.
SECTOR complejo
Para Gonzalo Bustos Carbone, jefe de la Gerencia de Estudios de la CCHC, si bien hay una reforma en ciernes que afectará trasversalmente a todos los sectores de la economía, la Construcción se verá más afectada por la negociación colectiva en el sistema de contrato por obra o faena.
"Estimamos altamente perjudicial establecer un nuevo régimen dentro de las actuales reglas del juego, donde hemos logrado un cierto equilibrio en las relaciones laborales", afirma en su visita a Chillán.
Para el abogado, ahora se rigidizarían las relaciones laborales, considerando que el sector de la construcción está compuesto mayoritariamente por microempresas y Pymes.
"Cerca del 50% de las empresas tiene menos de 10 trabajadores", indica.
El abogado precisa que solo un 19% corresponde a grandes empresas con más de 200 trabajadores, mientras que la microempresas tienen un promedio de 5 trabajadores, un 36% del total.
"Es un mercado (laboral) muy atomizado", acota.
EMPLEABILIDAD
En su conjunto, la Construcción emplea a 628 mil trabajadores, de los cuales las Pymes emplean el 81%.
De acuerdo al INE, este sector aporta al mundo laboral el 8,3% de los puestos de trabajo en forma directa y genera "movimiento" comercial en otros servicios asociados en la industria, transportes y comercio.
El abogado señala que uno de los efectos negativos de la ampliación de la negociación colectiva será precisamente la empleabilidad del sector, al producirse un alza de costos.
"Es más una reforma sindical que laboral", afirma.
Para Bustos, los trabajadores del sector tienen baja escolaridad, donde la mitad posee educación secundaria.
De acuerdo a la "Nueva Encuesta nacional de empleo" del INE, el 33,5% de los trabajadores del sector tiene estudios primarios; y un 47,8% completó su enseñanza media.
Esa es la situación del trabajador Patricio Gómez, que comenzó con labores menores y hoy es jefe de obra en un proyecto habitacional en el sector del Parque Lantaño.
"Llegué con cero conocimiento y he tenido la suerte de recibir capacitaciones de las empresas", comenta.
En ese sentido, recalca Bustos, junto con la Agricultura, este sector es el camino de entrada al mundo del trabajo.
"Sin ella, tienen una baja posibilidad de reconversión laboral y de emplearse en otras áreas de la economía", explica.
El abogado señala que solamente las grandes empresas podrán enfrentar una rigidez del mercado laboral.
"Si llegamos a un especie de tarifado -o negociación sectorial-, las empresas grandes tendrán la posibilidad de adaptarse, no así el 81% de las Pymes cuya sustentabilidad se verá fuertemente afectada", advierte el abogado.
El jefe de la Gerencia de Estudios de la CCHC recalca que en este escenario habrá una disyuntiva: las empresas de menor tamaño serán absorbidas por las más grandes; o simplemente desaparecerán.
"Los más perjudicados serán los jóvenes y las mujeres, porque habrá menos puestos de trabajo", acota el empresario local Ricardo Salman.
AVANZA LA REFORMA
El miércoles pasado, la Comisión Trabajo y Seguridad Social de la Cámara Baja prosiguió con el análisis del proyecto que "Moderniza el Sistema de Relaciones Laborales, introduciendo modificaciones al Código del Trabajo".
Los legisladores y el Gobierno coincidieron en que la nueva fase de análisis implicará un nivel mayor de confrontación de ideas entre los distintos sectores.
Respeto de lo ya sancionado, oficialismo y oposición presentaron visiones contrapuestas: mientras que los primeros expresaron una positiva valoración sobre la forma en la cual se ha desarrollado el debate, los segundos criticaron la poca disponibilidad para acoger sus propuestas.
El presidente de la instancia, diputado Lautaro Carmona (PC), evaluó que, a la fecha, se ha desarrollado un trabajo bastante participativo.
En cambio, el diputado Patricio Melero (UDI), sostuvo que el oficialismo no accede a ninguna de las indicaciones o cambios que se plantean desde la oposición y que fueron muy consensuados, tanto desde el sector empleador, de la pequeña y mediana empresa, como de los trabajadores.
APREHENSIONES
Para la CCHC, esta propuesta ha sufrido modificaciones en el proceso prelegislativo y persevera en un error de fondo.
A juicio del gremio, se desconoce las particularidades de la Construcción, pretendiendo forzar la formación de sindicatos y la negociación colectiva.
"Nuestra propuesta es clara: mantener la negociación colectiva a través de grupos negociadores que se pongan de acuerdo libremente sobre las condiciones de trabajo", dice Gonzalo Bustos.
Esa solicitud es una muestra de la realidad, ya que los trabajadores pueden negociar cada 4, 6 o 12 meses, que es la frecuencia con el que se desarrollan de los proyectos en la Construcción.
En efecto, el 60% de los contratos de los trabajadores de la construcción son por faena u obra.
"Como trabajador considero que sigue siendo mejor una negociación individual que colectiva porque tenemos contratos cortos por obra y podemos solicitar directamente una mejora salarial o de bienestar", dice Patricio Gómez.
A su vez, Bustos indica que mediante este mecanismo, en el período 2004-2014 las remuneraciones del sector aumentaron 55% real versus el 33% del promedio nacional.
DESCONOCIMIENTO
A la fecha, el 7% de las empresas del país cuenta con sindicatos, y ante esta reforma, aún existe un desconocimiento de sus alcances.
La VII Encuesta Laboral, Encla, de la Dirección del Trabajo, registró que el sindicato tiene cierto peso solo en las grandes empresas y que un 52,7% de las empresas sin sindicato, los trabajadores señalan que este no se ha formado porque los trabajadores "no lo consideran necesario".
"Como es un proyecto, aun falta que la información llegue a los trabajadores para opinar", dice José Guajardo, chillanejo con dos décadas trabajando en el sector.