Dudas en torno a la contaminación
Desde el inicio de las operaciones del relleno sanitario Centro Integral de Tratamiento Ambiental (CITA) Hera Ecobio -hoy de Biodiversa- la población cercana al sitio ha tenido la percepción de un deterioro de su calidad de vida y, últimamente, de su salud. Particularmente en los últimos 5 años ha crecido la preocupación de la comunidad, en especial de las zonas de Llollinco y Quilmo, en Chillán Viejo, primero producto de los químicos peligrosos que recepcionó el relleno sanitario en 2011 a raíz de autorizaciones de la autoridad sanitaria para acoger desechos de faenas mineras y más recientemente producto de filtraciones denunciadas por la comunidad en terrenos exteriores de sus dependencias, afectando predios y el agua que consumen los pobladores.
La primera preocupación de la ciudadanía cobró fuerza en junio de 2011 cuando la empresa obtuvo un pronunciamiento favorable de la Seremi de Salud para "la recepción y posterior disposición final de residuos de fundiciones mineras". La información fue un balde de agua fría para la comunidad de Ñuble, que vio un serio riesgo para la vida de las personas, la agricultura y exportaciones de la zona al existir uina autorización de este tipo. Ya en octubre de 2011, la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Senadores recibió denuncias al respecto. Se apeló al derecho constitucional de vivir en un ambiente libre de contaminación y una comisión de la Cámara de Diputados sesionó en la zona hasta que se dispuso una mesa de trabajo y la elaboración de un informe que solo bajó al perfil al problema.
Los vecinos se mantuvieron en alerta constante frente a la operación del relleno y en junio del año pasado, tras un periodo de fuertes precipitaciones, volvieron a denunciar la ocurrencia de derrames de riles desde una piscina de líquidos lixiviados que terminó por afectar a predios cercanos. El problema fue de tal gravedad que la Seremi de Salud aplicó multas tras un sumario sanitario por el riesgo evidente para la población.
Como es de suponer, estos eventos no han hecho más que exacerbar la negativa percepción ciudadana hacia el recinto, al punto que con el apoyo de concejales y parlamentarios han requerido que se tomen muestras de sangre a los vecinos para descartar efectos directos a la salud por la exposición cercana a desechos peligrosos. De hecho, en 2012 la Seremi de Salud detalló 34 sustancias químicas, soluciones y desechos provenientes de industrias que recibe, por contrato, el relleno de Biodiversa. Entre ellos figuraban químicos como el arsénico, cianuro, mercurio y plomo. Las autoridades no pueden permitir que casos de contaminación tan graves como los que se viven en Antofagasta puedan ocurrir en nuestra provincia, y debe proteger a la población frente a toda amenaza eventual o real.