Secciones

Joven que descubrió el "chilesaurus" recuerda el momento del hallazgo

E-mail Compartir

Era 2004 y Diego Suárez, hijo de geólogos, ayudaba a sus padres a buscar piedras en una expedición realizada en la Región de Aysén. Sin esperarlo, el entonces pequeño de siete años descubrió un extraño hueso que, según se supo después, perteneció a un dinosaurio herbívoro de un linaje nunca antes visto. En honor al niño, el dinosaurio fue bautizado como "Chilesaurus diegosuarezi".

Han pasado más de diez años y esta semana la revista Nature publicó un artículo con la descripción del extinto animal. Ayer, durante la exhibición de una reproducción del dinosaurio, Diego, hoy de 18 años, recordó el momento del hallazgo.

"Mis papás iban a buscar sus piedras, a examinarlas, a tomar muestras, y yo ayudaba cuando podía y en mi tiempo libre buscaba piedras, y ahí fue cuando encontré los huesos", contó el joven a SoyChile.cl.

"Ese año específicamente, no sé por qué, empecé a recolectar pequeños huesos de animales, de vacas, cráneos, lo que encontraba", agregó.

Manuel Suárez, padre de Diego y director de la Escuela de Geología de la Universidad Andrés Bello, comentó que "al ver lo que Diego nos mostraba, nos dimos cuenta de que se trataba de algo nunca antes visto. Las rocas en las cuales se encontraban los huesos datan de hace 148 millones de años, es decir, del periodo Jurásico, por lo que las partes halladas correspondían a un nuevo tipo de dinosaurio nunca antes visto en Chile".

Según indicó Fernando Novas, paleontólogo argentino y autor principal del artículo difundido en Nature, "se trata de uno de los dinosaurios más extraños descubiertos hasta ahora. Pertenece al grupo de los terópodos, el que también incluye a carnívoros famosos como el Velociraptor, Carnotaurius y Tyrannosaurus".

"No obstante -agregó-, posee un cráneo pequeño, pico córneo y dientes en forma de hoja", características que revelan que el Chilesaurus era herbívoro.

El bullying tiene un mayor impacto en la salud mental que el maltrato

E-mail Compartir

Las víctimas de acoso entre menores sufren peores impactos en su salud mental cuando llegan al final de la adolescencia que aquellos que han padecido malos tratos por parte de adultos, según un estudio publicado ayer por The Lancet Psychiatry.

A los 18 años, los niños que han sufrido acoso de sus compañeros ("bullying") tienen cinco veces más posibilidades de experimentar ansiedad y son casi dos veces más propicios a sufrir depresión o a autolesionarse, que aquellos pequeños que fueron maltratados por personas mayores.

Estudio inédito

El estudio, dirigido por el profesor Dieter Wolke de la Universidad británica de Wawick, es el primero de su tipo en el que se comparan los efectos entre los jóvenes adultos del maltrato ya sea a manos de adultos o el ejercido por los propios compañeros.

Los investigadores trabajaron con datos de 5.446 niños y adolescentes hasta los 16 años.

Wolke indicó que, "hasta ahora, los gobiernos han centrado sus esfuerzos en recursos frente al maltrato familiar más que en 'bullying'".

Sin embargo, teniendo en cuenta que uno de cada tres niños en el mundo denuncian haber sido acosados y que los menores que lo sufren tienen a lo largo de su vida problemas de salud mental similares o peores a los de aquellos que han sido maltratados, es necesario hacer más", agregó el experto.

Así, el académico calificó de "vital" que las escuelas, los servicios de salud y otras agencias trabajen juntos para hacer frente al acoso entre menores".

Según un estudio de la Universidad Católica, el bullying es de alta prevalencia en Chile y hasta un 85% de los escolares dice haberlo sufrido.

Sugiere, además, que el tipo de colegio, ya sea este municipalizado, subvencionado o pagado, no influye en las conductas de violencia de sus estudiantes.

Depresión y ansiedad

A los 18 años, las víctimas de bullying tienen más posibilidades de experimentar ansiedad y depresión que los pequeños que fueron maltratados por sus padres.

Sugerencia

El autor del estudio calificó de "vital" que los colegios y servicios de salud trabajen juntos para hacer frente al acoso escolar.

Recomiendan alimentos para evitar engordar en la madurez

Estudio. Con el paso del tiempo, el metabolismo se hace más lento y es más difícil gastar energía. Lácteos y pescados ayudan a mantener un buen peso.

E-mail Compartir

A medida que pasa el tiempo, el metabolismo se hace más lento, por lo que aunque sigamos haciendo la misma actividad diaria, la energía tarda más en gastarse. Por ello, un grupo de científicos elaboró una selección de los alimentos que, en su opinión, ayudan a evitar subir de peso a medida que se envejece.

En primer lugar, los investigadores -pertenecientes a las universidades de Harvard y Tufts, en Boston- destacaron los lácteos, incluyendo el queso y la leche, tanto entera como descremada. Según consignó el medio británico Daily Mail, los autores no detectaron ninguna variación importante en el peso al consumir estos productos.

En segundo lugar, los autores se fijaron en las carnes y dieron con un hallazgo interesante: las comidas que acompañan a las carnes pueden hacer una diferencia importante en el peso. Así, comer carne con carbohidratos aumenta la propensión a engordar, mientras que acompañarla con verduras mitiga ese efecto.

La gente tiende a subir de peso a medida que pasan los años debido a que el metabolismo se ralentiza y los cambios en el organismo hacen que, de forma natural, los músculos se transformen en grasa.

Por eso y porque las personas se vuelven menos activas durante la madurez, los nutricionistas recomiendan a los mayores de 45 años consumir alrededor de 200 calorías menos al día para prevenir un aumento de peso.

"Nuestro estudio demuestra que contar las calorías no es la estrategia más efectiva para un control del peso a largo plazo", afirmó Dariush Mozaffarian, decano de la Escuela de Nutrición de la Universidad Tufts y uno de los autores del informe.

"Algunas comidas ayudan a prevenir el aumento de peso, otras lo empeoran", añadió.

Combinaciones

Mozaffarian puso de relieve el hecho de que la forma en que se combinan los alimentos puede hacer una gran diferencia.

"Nuestros hallazgos indican que para prevenir un aumento de peso deberíamos enfatizar en alimentos ricos en proteínas como pescado, nueces y yogur. Pero también deberíamos procurar evitar granos refinados, almidones y azúcares con el fin de maximizar los beneficios de estos alimentos ricos en proteínas, generar nuevos beneficios de otros alimentos como los huevos y el queso, y reducir el aumento de peso asociado a las carnes", sostuvo.

En la investigación, los académicos analizaron los datos de 120 mil profesionales de la salud de EE.UU., quienes fueron seguidos por más de 16 años por tres estudios de largo plazo.

Entre esos datos habían cuestionarios que contestaron los participantes acerca de su alimentación.

Los expertos encontraron que las dietas con una alta carga glucémica -es decir, que causaban un gran aumento de los niveles de azúcar en la sangre- estuvieron asociados a un aumento de peso.

Estas dietas incluían granos refinados, almidón y azúcares.

También hallaron que un alto consumo de carnes rojas y procesadas estuvo estrechamente relacionado con un aumento de peso.

En cambio, el yogur, los mariscos, el pollo sin piel y las nueces se asociaron a una disminución del peso. De hecho, entre más se consumían estos productos, menos fueron los kilos que se subieron.

Jessica Smith, otra de las autoras del paper, destacó al Daily Mail la evidencia que existe de que las dietas bajas en carbohidratos y altas en proteínas pueden ser más efectivas para bajar de peso. "Quisimos saber cómo se podía aplicar eso en la prevención del aumento de peso", indicó, y agregó que el contenido graso de los lácteos no parece causar kilos de más. De hecho, dijo, "cuando la gente consume productos lácteos bajos en grasas aumentan su consumo de carbohidratos, lo que puede llevar a un aumento de peso".