" Luche, ¿te aprendiste la coreografía?", dice Jorge Drexler a Luciano Supervielle, a sólo horas de su arribo a Santiago. El músico, compositor, médico y surfista uruguayo está de regreso para ofrecer siete presentaciones a lo largo de Chile, donde por tercera vez mostrará los temas de su disco Bailar en la cueva. Pero ahora no lo hará solo. En esta ocasión regresa de la mano del reconocido músico, compositor, DJ e integrante de Bajofondo, quien no sólo debió ensayar los pasos de baile que el ganador del Oscar se ha animado a dar con sus últimas canciones.

Su presencia, además, permite a Drexler atreverse con una promesa para sus seguidores locales: "Va a haber de todo en estos conciertos". Luego de colaborar en Frontera (1999), Sea (2001), Eco (2004) y 12 segundos de oscuridad (2006), la reunión de la dupla "es retomar de alguna manera algo", agrega.

"Esta banda es un concepto minimalista, un repertorio nuevo de luces y sonido, un diseño nuevo", adelanta Drexler, quien asegura que este show es una idea que "hace tiempo tenía guardada en la lista de los gustos que uno se quiere dar".

"Perfume" es el nombre bajo el cual cuajó esta nueva apuesta, con la que la dupla aterrizará en Talca, Rancagua, Santiago, Valparaíso, Concepción, Temuco y Frutillar. El nombre se debe a una canción que se hizo conocida a través del grupo Bajofondo -donde Supervielle comparte créditos con Gustavo Santaolalla-, pero que ambos compusieron años atrás.

El concepto también guarda espacio para sorpresas, que esta vez irán de la mano de una canción de la que califican como la cantautora en español favorita de ambos. Las pistas son claras: Está escrita en décimas y, tal como lo dice su letra, los hizo "volver" a Chile.

Ese regreso Drexler dice hacerlo "encantado", con la fascinación de volver a "un país que quiero entender". "Cosas que suenan en todo el mundo no entran aquí y otras cosas que no suenan en ningún lado, pues suenan aquí", enfatiza.

Palabra, melodía y trance Jorge Drexler se preocupa de crear un ambiente de conversación íntima con su público en cada concierto, sin importar la masividad del evento. Y esta vez lo que busca es ir más allá de la improvisación conocida. Por ello prometen desestructuración a partir de una mezcla entre la canción, el "ir y venir" y la interacción con el público, en un contexto que va de lo hipnótico a lo festivo, dado por la mixtura entre el tono de Bailar en la cueva y el componente electrónico que aporta el miembro de Bajofondo.

Pero además de las canciones de ese último disco, ambos volverán a tocar juntos temas "que hace tiempo no tocamos". Y aunque Drexler aclara que "no hay nada peor para un uruguayo que elogiar a otro uruguayo en público", rescata que "hay un aspecto cosmopolita en la música de Luciano", y "a mí me encanta trabajar con personas que vienen de un mundo diferente al mío".

En palabras del propio cantautor, esta gira representa un grado de interacción mayor que las anteriores colaboraciones entre ambos, porque ha significado "compartir a nivel estético las decisiones". Sobre si todo esto puede traducirse luego en un disco conjunto, Drexler y Supervielle optaron por no entrar en detalles, aunque no cerraron la puerta a una posible creación conjunta a futuro.