Cuando el movimiento de los indignados se tomó las plazas de España el 15 de mayo del 2011, la veterana dirigente del Partido Popular Esperanza Aguirre les recomendó presentarse a las elecciones y dejar de protestar en las calles. Cuatro años después, una candidatura popular de izquierda que agrupa a esos indignados está en disposición de desalojar de la alcaldía de Madrid al Partido Popular después de 24 años en el poder.
"Se acabó, vamos a reinventar la democracia. Esta campaña pasará a la historia. Es absolutamente especial. Es un milagro", dijo la candidata de Ahora Madrid y probable alcaldesa de la ciudad, Manuela Carmena.
Barcelona ha sido otro ejemplo del cambio. La plataforma liderada por Ada Colau, conocida activista a nivel nacional, ganó las elecciones desbancando al nacionalismo catalán. Necesitará pactos de gobierno, pero Colau será la futura alcaldesa de la segunda ciudad del país.
"Ha sido la victoria de David contra Goliat", dijo ayer una exultante Colau, quien lidera la coalición Barcelona en Común. "Estamos ante un cambio de paradigma. Hay que relegitimar nuestras instituciones para ponerlas al servicio de la ciudadanía", agregó.
Las candidaturas de unidad popular recibieron el apoyo de la emergente Podemos y se presentaron en casi todas las capitales de provincia del país. Sin apenas presupuesto y microcréditos de simpatizantes como única fuente de financiamiento, sus resultados fueron espectaculares.
No sólo se impusieron a la centro derecha, sino que también al Partido Socialista. Las plataformas, con distintos nombres, están en disposición de gobernar o ser decisivos en Madrid y Barcelona, pero también en La Coruña, Zaragoza, Cádiz y Valencia.
"Las capitales de provincia y grandes ayuntamientos nos han aportado algo de novedad", dijo Irene Delgado, profesora de Ciencia Política de la Universidad Nacional de Educación a Distancia. "Madrid y Barcelona son dos casos dignos de estudio, dos fuerzas políticas más nuevas han irrumpido con fuerza desbancando a los partidos clásicos", afirmó.
Colau (41) era la responsable de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, una organización que ha logrado detener decenas de desahucios por impagos hipotecarios.
Colau dijo en campaña que quiere cobrar una tasa a las empresas eléctricas y terminar con todos los automóviles oficiales.
"Queremos acabar con los desahucios, la pobreza energética, generar empleo de calidad, luchar contra la corrupción y la precariedad", afirmó.
En Madrid, Carmena (71) obtuvo un resultado inesperado y terminó con 24 años de mayorías absolutas del Partido Popular. Ahora Madrid, similar en funcionamiento a la de Barcelona, se quedó a un solo concejal de ganar al PP. El previsible apoyo de los socialistas (PSOE) daría a Carmena, una jueza jubilada, la alcaldía de la capital con una agenda social similar a la de Barcelona.
Muchas de estas plataformas se gestaron después de los indignados, jóvenes que protestaban por la crisis económica. El movimiento cristalizó políticamente en Podemos y en estas candidaturas, que se han dado la oportunidad de gobernar las capitales más importantes de España.
"Estas elecciones son el final del ciclo que empieza con la transición a la democracia (tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975)", dijo Juan Jesús González, profesor de Sociología de la Universidad Nacional de Educación a Distancia.
El Presidente Mariano Rajoy aseguró ayer que no prevé realizar ningún cambio en el Gobierno ni en el seno del Partido Popular (PP) tras la fuerte pérdida de votos en las elecciones. Al mismo tiempo, Rajoy se mostró "muy cómodo y muy tranquilo" al ser preguntado si se seguía considerando el mejor candidado del partido de cara a las elecciones generales previstas a finales de año, y se remitió a su victoria en las generales de 2011, "con el mejor resultado de nuestra historia".