el 27/f gestó la idea de negocio que dio el impulso a una Empresa familiar chillaneja
chillán. Desde 2010 se especializan en vidrio y aluminio y hoy se consolidan en el mercado de los parabrisas con clientes desde Parral hasta el sur de la provincia de Ñuble.
El terremoto del 27/F cambió el destino de la familia Gutiérrez Valenzuela de una manera paradojal. "Los vidrios de nuestra casa se nos quebraron y reponer los nos costó porque no había stock de vidrio y así nace la idea de importar vidrios", dice Isaac Gutiérrez, socio de "Vival", empresa familiar que desde ese año se dedica a la venta de vidrios, aluminios y parabrisas en calle 18 de Septiembre, casi al llegar a Purén.
Hoy cuentan con importantes clientes desde Parral hasta el sur de Ñuble, entre ellos constructoras como Galilea, Pacal, empresas Copelec y el Hotel Diego de Almagro.
"Nos hicimos de clientes, quienes a poco tiempo empezaron a pedir más que vidrios. Entonces empezó la fabricación e instalación de ventanas de aluminio, termopaneles, vitrinas, shower door,bow-windows y cierre de terrazas", relata Isaac.
Hace un par de años se amplió el giro hacia un mercado en constante crecimiento: los parabrisas de automóviles, camionetas y camiones.
"En esta nueva etapa hemos ido de menos a más", afirma Isaac, uno de los responsables del nuevo negocio ubicado junto al frente de local originario.
Fue así que sumados los dos negocios y en menos de un quinquenio, esta empresa chillaneja conformada por su madre Sara Valenzuela, su hermana Claudia y su esposa, Jimena Parra, empezó a consolidarse en forma paulatina.
"En un comienzo partimos con un maestro en aluminio y hoy ya llegan a ocho, mientras que en el negocio de los parabrisas también comenzamos con uno y ahora son cuatro maestros", agrega.
AUMENTO VEHICULAR
Para Isaac, con estudios en Derecho, el negocio de los parabrisas es extensivo, considerando el aumento del parque automotor en la zona.
"Cada día hay más vehículos circulando", comenta.
En efecto, sólo en Chillán los permisos de circulación bordearon los 44 mil, de los cuales 27 mil correspondieron a automóviles (61%) y 9 mil a camionetas (22%) y aproximadamente 1.300 camiones (3%). La cifra se duplica en la provincia de Ñuble.
"Nosotros trabajamos con compañías de seguros por el tema de los robos, con clientes particulares -que es el fuerte del negocio- y con flota de camiones, principalmente del área forestal o vehículos de arriendo. También prestamos servicio en terreno", acota.
Isaac enfatiza que el servicio le permite trabajar con la mayoría de los modelos y marcas automotrices, además de disponer en stock, una amplia gama de parabrisas.
"Lo que más cambian el parabrisas son las camionetas, que transitan por caminos de ripio", dicen.
Lo mismo ocurre en determinas fechas, cuando se aproxima la renovación del permiso de circulación y lo vehículos no deben tener los vidrios quebrados en la revisión técnica. "Desde que llega el vehículo empezamos a trabajar y a las dos horas ya está listo. Eso nos permite cambiar unos 20 parabrisas diarios", precisa.
FUERZA FAMILIAR
Isaac dice que toda actividad, tiene sacrificios, pero cuando se hace con dedicación finalmente tiene una buena recompensa, no solo para su familia, sino también para sus trabajadores y clientes.
"Comenzamos con tan poco y ahora hemos crecido Y aunque no teníamos experiencia en este rubro, apostamos nuestro tiempo y dinero por un proyecto que nos ha dado bastante satisfacciones", afirma.
Aunque le han ofrecido ampliarse a otras comunas, solo quieren concentrase en el negocio de los vidrios, aluminios y los parabrisas. "Cada día es nuestro desafío. Por eso pensamos en ampliarnos a los flexibles hidráulicos y torno ", señala.