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Obama: "Volveremos a izar con orgullo nuestra bandera" en La Habana

Diplomacia. Cuba y EE.UU. formalizaron ayer la reapertura de sus embajadas, medida que se concretará a partir del 20 de julio próximo. El anuncio fue rechazado por los republicanos y recibido con tibieza por el exilio en Miami.

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Cuba y EE.UU. anunciaron ayer un histórico acuerdo para reabrir embajadas el próximo 20 de julio, el paso más trascendente entre ambos países en más de medio siglo de hostilidades y después de dos años de negociaciones.

"EE.UU. ha llegado a un acuerdo para restablecer formalmente relaciones diplomáticas con la República de Cuba y reabrir embajadas en nuestros respectivos países", informó el Presidente estadounidense, Barack Obama, en una breve intervención desde la Casa Blanca.

Aunque Obama no especificó una fecha, la parte cubana comunicó que abrirá su legación en Washington el 20 de julio. Ambos gobiernos entregaron en Washington y La Habana sendas misivas en las que Obama y el Presidente Raúl Castro comunicaron oficialmente la decisión.

En la ceremonia en la que es hasta ahora la Sección de Intereses de Cuba en Washington participará el ministro de RR.EE. cubano, Bruno Rodríguez. También el secretario de Estado de EE.UU. viajará a la isla con ese fin. John Kerry viajará "este verano (boreal) a La Habana para izar con orgullo la bandera estadounidense en nuestra embajada", dijo Obama.

Para Obama el acercamiento con Cuba es, junto con las negociaciones nucleares con Irán, una de las grandes apuestas de su Gobierno en política exterior.

"apoyo a la democracia"

El Presidente de EE.UU. afirmó que la reapertura de legaciones es "un histórico paso hacia a adelante para normalizar las relaciones con el Gobierno de Cuba y su pueblo, y para empezar un nuevo capítulo con nuestros vecinos en las Américas".

"Nadie espera que Cuba se transforme de la noche a la mañana", admitió Obama, aunque consideró que esta medida permitirá "apoyar la democracia y los DD.HH." en la isla.

Obama reiteró su llamado al Congreso a comenzar a trabajar para poner fin al embargo económico impuesto contra Cuba.

La Habana señaló que espera que la reapertura de sedes diplomáticas sirva para impulsar "relaciones respetuosas y de cooperación", y que "no podrá haber relaciones normales entre Cuba y los EE.UU. mientras se mantenga el bloqueo". Exigió también la devolución de la base naval de Guantánamo y "compensaciones" a Cuba por los daños que atribuyen a las políticas estadounidenses.

En EE.UU., los republicanos criticaron el gesto de Obama. "La administración Obama está entregando a los Castro el sueño de toda su vida sin obtener nada para el pueblo cubano", protestó John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes.

El ex gobernador de Florida y candidato a las primarias republicanas Jeb Bush también se mostró en contra, al considerar que la continua detención de disidentes y los abusos en materia de DD.HH. "sugieren que la política (de Obama) no está superando esta prueba".

En el exilio de Miami, el anuncio generó una significativa división de opiniones, aunque todos los grupos políticos coincidieron en exigir la libertad de los presos políticos como condición previa.

Obama y Castro anunciaron el 17 de diciembre pasado el histórico acuerdo para reanudar las relaciones bilaterales, después de 18 meses de relaciones secretas saldadas con un intercambio de prisioneros.

Las negociadoras Roberta Jacobson, una hábil y respetada diplomática, representó a EE.UU. en las negociaciones. Por Cuba lo hizo Josefina Vidal, quien se convirtió en la cara dialogante y amable del Gobierno.

Transmisión íntegra La televisión estatal cubana trasmitió en directo la declaración íntegra que pronunció ayer el Presidente Obama.

Sin bandera de EE.UU. Cuando se reabra la embajada en La Habana, tres serán los países sin vínculos diplomáticos con EE.UU.: Irán, Corea del Norte y Bután.

Mabel González / Agencias

3

de enero de 1961 EE.UU. rompió relaciones con Cuba y ordenó el cierre de su embajada en La Habana.

18

meses se prolongaron las negociaciones entre ambos países antes de anunciar la reanudación de las relaciones.

Rousseff cumple seis meses de gestión con el apoyo en un mínimo de 9%

Brasil. El descontento ciudadano se explicaría, según una encuestadora, con la inflación y el desempleo.
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La Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, cumplió ayer los primeros seis meses de su segundo mandato con el apoyo a su Gobierno en un dígito y la inflación rozando los dos, lo que refleja el delicado momento político y económico del país.

El creciente descontento de la sociedad con la segunda gestión que la Mandataria comenzó el 1 de enero pasado fue registrado en una encuesta divulgada ayer por el instituto Ibope, según la cual la tasa de aprobación del Gobierno cayó a un escaso 9%.

Según Ibope, un 21% califica esta nueva gestión de Rousseff de "regular" y un 68% la considera "pésima".

El resultado del sondeo realizado por Ibope coincide en líneas generales con otro divulgado hace diez días por la firma Datafolha, que situó la tasa de aprobación del Gobierno en un 10%, frente a un índice de rechazo que también ubicó en el 68%.

Ibope explicó que dos de los factores que generan ese malestar son la inflación y el temor a un mayor desempleo. De hecho, la inflación en Brasil mantiene una curva creciente desde el año pasado y en los primeros cinco meses de 2015 ya alcanzó una tasa del 5,34%, con una variación interanual del 8,47%.

Según analistas del mercado financiero, los precios crecerán este año al menos un 9%, aunque hay quienes temen que la tasa llegará a los dos dígitos antes de que concluya el segundo semestre.

El mercado laboral también registra un constante deterioro y, según datos oficiales, la tasa de desempleo avanzó hasta el 6,7% el pasado mayo y encadenó así su quinta subida consecutiva.

Esos dos factores afectan sobre todo a las clases más bajas de la sociedad, que concentran la base de apoyo a Rousseff, quien en octubre pasado fue reelegida con un 51,64% de los votos.

Según los expertos, el alza del desempleo y la inflación están vinculados al descalabro que las cuentas públicas tuvieron en 2014, cuando registraron un déficit equivalente a unos US$ 10.500 millones y cerraron en rojo por primera vez en 13 años.

Para enfrentar esa situación, el Ejecutivo comenzó a aplicar un severo e impopular programa de ajuste fiscal, que incluyó un duro recorte en los presupuestos para este año y medidas para aumentar la recaudación por la vía tributaria.

En ese escenario, el propio Gobierno reconoció que la economía se encogerá este año un 1,2%, aunque los analistas del mercado financiero elevan esa contracción a casi un 1,5%.

La popularidad de Rousseff también ha sido minada por el escándalo de corrupción destapado en la estatal Petrobras.

Obama: "Volveremos a izar con orgullo nuestra bandera" en La Habana

Diplomacia. Cuba y EE.UU. formalizaron ayer la reapertura de sus embajadas, medida que se concretará a partir del 20 de julio próximo. El anuncio fue rechazado por los republicanos y recibido con tibieza por el exilio en Miami.

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Cuba y EE.UU. anunciaron ayer un histórico acuerdo para reabrir embajadas el próximo 20 de julio, el paso más trascendente entre ambos países en más de medio siglo de hostilidades y después de dos años de negociaciones.

"EE.UU. ha llegado a un acuerdo para restablecer formalmente relaciones diplomáticas con la República de Cuba y reabrir embajadas en nuestros respectivos países", informó el Presidente estadounidense, Barack Obama, en una breve intervención desde la Casa Blanca.

Aunque Obama no especificó una fecha, la parte cubana comunicó que abrirá su legación en Washington el 20 de julio. Ambos gobiernos entregaron en Washington y La Habana sendas misivas en las que Obama y el Presidente Raúl Castro comunicaron oficialmente la decisión.

En la ceremonia en la que es hasta ahora la Sección de Intereses de Cuba en Washington participará el ministro de RR.EE. cubano, Bruno Rodríguez. También el secretario de Estado de EE.UU. viajará a la isla con ese fin. John Kerry viajará "este verano (boreal) a La Habana para izar con orgullo la bandera estadounidense en nuestra embajada", dijo Obama.

Para Obama el acercamiento con Cuba es, junto con las negociaciones nucleares con Irán, una de las grandes apuestas de su Gobierno en política exterior.

"apoyo a la democracia"

El Presidente de EE.UU. afirmó que la reapertura de legaciones es "un histórico paso hacia a adelante para normalizar las relaciones con el Gobierno de Cuba y su pueblo, y para empezar un nuevo capítulo con nuestros vecinos en las Américas".

"Nadie espera que Cuba se transforme de la noche a la mañana", admitió Obama, aunque consideró que esta medida permitirá "apoyar la democracia y los DD.HH." en la isla.

Obama reiteró su llamado al Congreso a comenzar a trabajar para poner fin al embargo económico impuesto contra Cuba.

La Habana señaló que espera que la reapertura de sedes diplomáticas sirva para impulsar "relaciones respetuosas y de cooperación", y que "no podrá haber relaciones normales entre Cuba y los EE.UU. mientras se mantenga el bloqueo". Exigió también la devolución de la base naval de Guantánamo y "compensaciones" a Cuba por los daños que atribuyen a las políticas estadounidenses.

En EE.UU., los republicanos criticaron el gesto de Obama. "La administración Obama está entregando a los Castro el sueño de toda su vida sin obtener nada para el pueblo cubano", protestó John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes.

El ex gobernador de Florida y candidato a las primarias republicanas Jeb Bush también se mostró en contra, al considerar que la continua detención de disidentes y los abusos en materia de DD.HH. "sugieren que la política (de Obama) no está superando esta prueba".

En el exilio de Miami, el anuncio generó una significativa división de opiniones, aunque todos los grupos políticos coincidieron en exigir la libertad de los presos políticos como condición previa.

Obama y Castro anunciaron el 17 de diciembre pasado el histórico acuerdo para reanudar las relaciones bilaterales, después de 18 meses de relaciones secretas saldadas con un intercambio de prisioneros.

Las negociadoras Roberta Jacobson, una hábil y respetada diplomática, representó a EE.UU. en las negociaciones. Por Cuba lo hizo Josefina Vidal, quien se convirtió en la cara dialogante y amable del Gobierno.

Transmisión íntegra La televisión estatal cubana trasmitió en directo la declaración íntegra que pronunció ayer el Presidente Obama.

Sin bandera de EE.UU. Cuando se reabra la embajada en La Habana, tres serán los países sin vínculos diplomáticos con EE.UU.: Irán, Corea del Norte y Bután.

Mabel González / Agencias

3

de enero de 1961 EE.UU. rompió relaciones con Cuba y ordenó el cierre de su embajada en La Habana.

18

meses se prolongaron las negociaciones entre ambos países antes de anunciar la reanudación de las relaciones.

Rousseff cumple seis meses de gestión con el apoyo en un mínimo de 9%

Brasil. El descontento ciudadano se explicaría, según una encuestadora, con la inflación y el desempleo.
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La Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, cumplió ayer los primeros seis meses de su segundo mandato con el apoyo a su Gobierno en un dígito y la inflación rozando los dos, lo que refleja el delicado momento político y económico del país.

El creciente descontento de la sociedad con la segunda gestión que la Mandataria comenzó el 1 de enero pasado fue registrado en una encuesta divulgada ayer por el instituto Ibope, según la cual la tasa de aprobación del Gobierno cayó a un escaso 9%.

Según Ibope, un 21% califica esta nueva gestión de Rousseff de "regular" y un 68% la considera "pésima".

El resultado del sondeo realizado por Ibope coincide en líneas generales con otro divulgado hace diez días por la firma Datafolha, que situó la tasa de aprobación del Gobierno en un 10%, frente a un índice de rechazo que también ubicó en el 68%.

Ibope explicó que dos de los factores que generan ese malestar son la inflación y el temor a un mayor desempleo. De hecho, la inflación en Brasil mantiene una curva creciente desde el año pasado y en los primeros cinco meses de 2015 ya alcanzó una tasa del 5,34%, con una variación interanual del 8,47%.

Según analistas del mercado financiero, los precios crecerán este año al menos un 9%, aunque hay quienes temen que la tasa llegará a los dos dígitos antes de que concluya el segundo semestre.

El mercado laboral también registra un constante deterioro y, según datos oficiales, la tasa de desempleo avanzó hasta el 6,7% el pasado mayo y encadenó así su quinta subida consecutiva.

Esos dos factores afectan sobre todo a las clases más bajas de la sociedad, que concentran la base de apoyo a Rousseff, quien en octubre pasado fue reelegida con un 51,64% de los votos.

Según los expertos, el alza del desempleo y la inflación están vinculados al descalabro que las cuentas públicas tuvieron en 2014, cuando registraron un déficit equivalente a unos US$ 10.500 millones y cerraron en rojo por primera vez en 13 años.

Para enfrentar esa situación, el Ejecutivo comenzó a aplicar un severo e impopular programa de ajuste fiscal, que incluyó un duro recorte en los presupuestos para este año y medidas para aumentar la recaudación por la vía tributaria.

En ese escenario, el propio Gobierno reconoció que la economía se encogerá este año un 1,2%, aunque los analistas del mercado financiero elevan esa contracción a casi un 1,5%.

La popularidad de Rousseff también ha sido minada por el escándalo de corrupción destapado en la estatal Petrobras.