La historia del grupo de actrices y bailarinas que hacen música para sordos
iniciativa. La agrupación Nerven&Zellen hace videoclips para personas con esa discapacidad.
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Tres mujeres avanzan ataviadas como Amy Winehouse por el mercado de Camden en Londres. Vestido negro, zapatos rojos de tacones y el clásico peinado colmena completan el atuendo con el que interpretan en lengua de señas la canción de la británica "Tears dry on their own".
El videoclip de esta canción y de otras se pueden ver en el canal de Vimeo de Nerven&Zellen, un grupo de actrices y bailarinas lideradas por la chilena María Siebald, que forman este proyecto autofinanciado de videoclips para personas sordas.
Bajo un formato muy cuidado, también han hecho "Un año de amor" de Luz Casal, "We are sudamerican rockers" de Los Prisioneros, "Rock with you" de Michael Jackson y "Puré de papas" de Cecilia, entre otras.
"Este ha sido el primer paso de un largo proyecto que busca ser un espacio conector entre comunidades sordas de todo el mundo y poder traducir canciones en diferentes lengua de señas", explica Siebald, quien también se da a la difícil tarea de escoger canciones que puedan ser llevadas a lengua de señas.
"Cuando elijo la canción la escucho una y otra vez para ver si me provoca imágenes, si no me emociona hasta las lágrimas es porque debo elegir otra", dice y cuenta que luego viene la traducción y adaptación. "Me la aprendo y comienzo a visualizarla con letra, voz y ritmo. Posteriormente trato de identificar lo que el artista hace vocalmente, efectos, segundas voces, e incorporo a mi coreografía de manos al resto de las chicas", relata.
Cuenta que siempre busca la ayuda de un intérprete CODA o un profesor sordo para la traducción de las canciones, ya que la lengua de señas no es universal y cada país tiene la propia.
COMUNIDAD SORDA
Nerven&Zellen viene del alemán y significa células nerviosas. "Son las neuronas, la materia prima del siglo XXI, receptores de estímulos que se comunican entre sí a través de impulsos nerviosos, que transmiten información, al igual que nosotras" explica. "Además la figura de la neurona se parece a nosotras con nuestro núcleo o soma, que es la peluca que siempre usamos, y el axón que es nuestro cuerpo", añade.
El interés por las personas sordas le surgió a María desde la curiosidad y belleza que le sugería el lenguaje de señas que aprendió en la Asociación de Sordos de Chile.
"Mi trabajo siempre ha estado bien relacionado con el cuerpo y la expresión corporal. De ahí que tuve la idea de incorporar la lengua de señas como lenguaje escénico y único medio de comunicación del grupo", cuenta. "Además lo tomamos como el broche de oro perfecto de una expresión corporal con significado concreto. Luego surgió la pregunta sobre a qué cosas la comunidad sorda no tiene acceso y eso era la música", recuerda María quien buscó generar cultura musical en la comunidad sorda a través del proyecto web NZcanal (www.nzcanal.com).
TRANSMISOR
María además desarrolla un proyecto financiado por el Servicio Nacional de la Discapacidad llamado Transmisor, que es una radio de música para personas sordas inclusiva para oyentes. "Es una radio visual, que se mira mediante una instalación multimedia y la performance que desarrollamos", explica.
El proyecto ha sido presentado en Valparaíso, Santiago y Concepción con un total de 800 espectadores y en octubre lo presentará en la Bienal de Artes Mediales en el Museo de Bellas Artes.
Se trata de un dispositivo escénico en forma de cruz conformado por cuatro módulos con luces led, pantallas y lengua de señas. Las luces muestran la melodía, altura, volumen, frecuencia y ritmo del sonido; las pantallas muestran el sonograma musical, la amplitud del sonido, las actrices, la letra de las canciones, los sonidos de instrumentos y el ritmo.
El dispositivo se instala en medio de un espacio para que los espectadores puedan transitar libremente alrededor de éste y vean los diferentes estilos musicales interpretados por cuatro actrices-intérpretes que pasan por canciones de Ana Tijoux, Los Ángeles Negros, Los Prisioneros y La Sonora Palacios.
El espectáculo es ejecutado en silencio y las actrices utilizan audífonos, interpretando la música para los espectadores. Las personas oyentes al entrar al espacio sólo escuchan el sonido del cuerpo, de las señas y de los pies en el suelo, pero como es un espectáculo inclusivo para oyentes, frente a cada módulo, hay cuatro audífonos para que puedan escuchar lo que están traduciendo a luz, imagen y lengua de señas.
"Este proyecto es la evolución de otros proyecto anteriores, siempre enfocados en generar cultura musical en las personas sordas. Primero fueron los videos, luego un coro de 20 personas con el que traté de ejemplificar el efecto delay del sonido, con señas y cuerpo. Luego hicimos un concierto para personas sordas con banda en vivo y la proyección del sonograma musical a tiempo real y ahora Transmisor", cuenta María.
La artista tiene todas las ganas de poder presentar Transmisor en todo Chile y en el extranjero, para que todas las personas sordas puedan vivir esta experiencia visual y generar audiencia sorda interesada en la música.
"Cada oyente lleva un soundtrack en su memoria, queremos ayudar a las personas sordas a construir una memoria visual, identificarse con los mensajes de los autores, en una pieza diseñada para ellos", concluye esta actriz que también busca generar una nueva área dirigida a los niños sordos.