Ala hora de analizar los rivales que Ñublense deberá enfrentar en su camino para retornar al fútbol grande, el partido ante Barnechea en el Bicentenario de La Florida, era uno de los más abordables. Más aún, después del buen nivel exhibido ante Magallanes, a quien derrotó por 3-1.

Sin embargo, una vez que el juez René de la Rosa, dio el pitazo inicial, la historia fue otra. Lo anterior, ya que los chillanejos estuvieron lejos de ser el equipo agresivo y efectivo del pleito anterior. No obstante, ser Barnechea quien en gran parte del partido se hizo del control de la pelota, fue Ñublense, quien se creó las mejores oportunidades. Varas ni Rentería estuvieron finos en la puntada final, razón por la cual, los Diablos Rojos debieron solo conformarse con la igualdad ante la discreta escuadra de Francisco Bozán.

En el primer tiempo, Ñublense siempre estuvo más cerca de abrir la cuenta. Antes del minuto, una jugada entre Rentería y Varas, centro de este último, y Huerta no alcanza a conectar. Después el local comenzó a emparejar el trámite del encuentro de la mano del buen trabajo del colombiano Solano, no obstante, no supo aprovechar un par de desinteligencias en la defensa chillaneja.

A los 11 minutos, el Rojo, vuelve a inquietar al golero Saavedra. Arranque de Rentería, quien después de recorrer varios metros con el balón, cede a Carlos Herrera, cuyo disparo pasa rozando uno de los parantes de los dueños de casa.

A los 20 minutos, los dirigidos de Francisco Bozán estuvieron a punto de inaugurar el marcador. Centro desde el sector derecho, y Martín Cortés cabecea en plena área ñublensina, pero su remate pasa a centímetros del travesaño.

El partido se tornó más disputado, donde los delanteros no dispusieron de opciones claras para abrir la cuenta. En Ñublense Lanzini ni Huerta tuvieron la claridad para habilitar a los hombres de ofensivas (Rentería y Varas), quienes gracias a jugadas personales se las ingeniaron para provocar peligro en la portería de Saavedra.

Minuto 40, Varas, engancha y saca un potente disparo, pero el arquero local evita el gol chillanejo enviando de gran manera al tiro de esquina.

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Con el paso de los minutos, la supremacía en el control del pleito por parte del elenco metropolitano, se fue acrecentando, pero afortunadamente para las pretensiones del Rojo, sin efectividad. Consciente de que los delanteros debían tener mayor compañía, el técnico Fernando Díaz, hizo redebutar al trasandino Daniel Caorou, por el irreconocible Osmán Huerta, pero salvo algunas jugadas puntuales, su ingreso no tuvo los efectos esperados.

A 10 minutos del final, una de las contadas ocasiones en que Boris Rieloff se proyectó en ofensiva, el ex Deportes Iquique, centró, pero no lo logró conectar en primera instancia el argentino Carou, y Varas dispara de media vuelta, pero su tiro no tuvo la fuerza suficiente, siendo contenido sin problemas por Saavedra.

FALTA DE PROFUNDIDAD

A la hora del análisis, el adiestrador de los chillanejos, Fernando Díaz, precisó que el equipo manejó el encuentro hasta tres cuartos de cancha, pero careció de precisión en la puntada final. "Si bien fue un partido parejo el primer tiempo, en el segundo lapso fuimos superiores, pero nos faltó un mayor entendimiento y profundidad en el último cuarto de cancha", remarcó.

Respecto a la evaluación del punto obtenido, Díaz se mostró cauto. "Indudablemente nosotros entramos a ganar, pero cuando no se puede lograrlo, no hay que perder, como nos pasó con Serena en el debut", recordó.

Una opinión similar manifestó el capitán del elenco Sebastián Varas, "en el primer tiempo estuvimos erráticos, ya que nos costó acomodarnos a la cancha. Sin embargo, en el segundo fuimos superiores, pero nos faltó concretar las opciones que nos generamos", sentenció.

Tras el pleito, Sebastián Varas viajó a Viña del Mar para acompañar a su familia, ya que durante las últimas horas sufrió la lamentable pérdida de una sobrina.