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La región funcionará como piloto del Programa Asesoría Técnica y Capacitación para nueve organizaciones

apoyo. Seremi de Economía valoró que servidores públicos de la región se capaciten en el tema del emprendimiento asociativo.
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"Al potenciar la economía social fomentamos una forma de organización empresarial con sello social y que entiende el desarrollo económico inclusivo, porque se fundan en modelos redistributivos, democráticos y solidarios" sostuvo la Seremi de Economía, Isabel Monsalves Burgos, en el marco del saludo a 56 funcionarios públicos de entidades de fomento que se capacitan en modelos de emprendimientos asociativos y en temas relativos a las organizaciones que conforman este sector.

Monsalves adelantó que Biobío funcionará como piloto del Programa Asesoría Técnica y Capacitación para nueve organizaciones (Cooperativas y Asociaciones Gremiales) de reciente constitución.

Este programa tiene por objetivo generar y desarrollar habilidades técnicas y organizacionales en Cooperativas y Asociaciones Gremiales de hasta tres años en aspectos normativos; organización interna; preparación y evaluación de proyectos de carácter asociativos.

En ese sentido, la autoridad regional destacó los avances del Gobierno en el Plan de Economía Social que se enmarca en la medida número 43 de la Agenda de Productividad, Innovación y Crecimiento del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo.

Monsalves destacó que una de las formas más efectivas de impulsar la economía social es entregando capacitación a los propios servicios públicos en modelos de emprendimientos asociativos y en temas relativos a las organizaciones que conforman este sector.

"La economía social está compuesta por las cooperativas, las asociaciones gremiales, el Comercio Justo y las Empresas B que en el país benefician a miles de personas", indicó la autoridad regional.

La historia de una hija de coelemu que regresó a su tierra para emprender

bazar. Ana Neira vivió en el norte, pero por problemas de la vida regresó a esta comuna del Valle del Itata para iniciar su propio negocio que le ayudó a financiar la universidad de sus hijas.
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La vida siempre da nuevas oportunidades y eso lo sabe muy bien Ana Neira Parra, nacida en Coelemu, una de las nueve comunas que integran el Valle del Itata y que tras un periplo por la zona norte del país retornó a su zona para emprender.

"No hay que perder las esperanzas, sobre todo cuando tienes alguien por qué luchar, hay que seguir avanzado", señal Ana.

La historia de su vida dice que esta hija de Coelemu se casó y junto a quien fue su marido se trasladaron al norte del país, específicamente a la ciudad de Antofagasta donde vivió durante muchos años, hasta que su matrimonio se terminó y debió regresar a la tierra que la vio crecer.

"Cuando me separé, tomé a mis hijas y me vine al sur. Fue comenzar todo de cero, porque busqué trabajo y estuve harto tiempo de forma dependiente. Sin embargo, necesitaba estar más cerca de ellas sin perder mis ingresos, así que se me ocurrió tener un negocio", recuerda.

A fines de 2011 tocó muchas puertas, incluso su espíritu inquieto la llevó a investigar a todos aquellos proyectos a los que podía postular. Su perseverancia tuvo su premio y al poco tiempo levantó su bazar.

"Mis hijas tenía que estudiar en la universidad y se me hacía difícil. Todo lo que trabaja era por ellas", afirma.

Ana comenta en su negocio vendo todo tipo de artículos de librería.

"También saco fotocopias, hago plastificado y réplicas de llaves", detalla.

Asimismo, confiesa que el amor volvió a tocar a su puerta y, junto a su actual esposo, incorporaron la venta de repuestos de bicicletas.

Para hacer posible este emprendimiento, Ana Neira se acercó a una de las instituciones que más ha prestado ayuda a quienes deciden atreverse a salir adelante.

"En una capacitación que tomé en Fosis, escuché a alguien hablar de Fondo Esperanza, así que con un grupito de compañeras nos entusiasmamos y decidimos formar nuestro Banco Comunal", cuenta.

Ana explica que la experiencia y compartir con otras mujeres la llevó a busca una fórmula para hacer más rentable su negocio.

"Somos unos de los pocos proveedores de ciertas marcas acá en Coelemu, así que nos ha ido muy bien", relata esta emprendedora.

OPTIMISMO

Como presidenta del Banco Comunal (BC) "Renacer", trata de trasmitir optimismo a cada una de sus compañeras.

"Siempre les cuento que desde que llegué a la institución me he empoderado mucho y que debemos aprovechar lo que nos enseñan en cada reunión", señala.

Además, enfatiza que siempre los valores de convivencia deben prevalecer en este tipo de organizaciones que los une la intención de emprender.

"Como líder de mi grupo trato de potenciar la cordialidad ante todo y nunca olvidar el buen trato hacia los demás, porque sólo así podemos ser mejores", afirma.

Esta emprendedora, como otras mujeres de Ñuble y la región del Biobío, no duda en destacar la importancia de Fondo Esperanza en todo su proceso de crecimiento.

"Me he superado mucho en lo personal, sobre todo considerando que quedé sola con mis hijas y tuve que ser fuerte para enfrentarlo. Gracias a la institución amplié mi mirada. Me basta recordar que regresé a mi ciudad sin nada y ahora me veo en mi propio negocio", señala Ana.

Hoy, ella está feliz . Gracias al fruto de su esfuerzo y emprendimiento, sus hijas sean profesionales: Nicole, sicólogas de la Universidad de Talca; y Catherine, comunicadora audiovisual.

"Ahora es tiempo de dedicarme un poco más a a mí", afirma Ana.