Sin ser un juego brillante el que mostraba, hasta la apertura de la cuenta en el minuto 16, por intermedio del trasandino Tomás Lanzini, los Diablos Rojos dominaban el partido ante Cobreloa.
No obstante, el ingreso de Daniel Mustafá por el lesionado Carlos Herrera, sumada a la paridad de los nortinos tres minutos más tarde por intermedio de José Luis Jiménez, cambiaron la fisonomía del pleito.
Lo anterior, ya que el gol se transformó en un importante golpe anímico para los dirigidos de César Vigevani, quienes lentamente se comenzaron a adueñar del trámite del partido. Una defensa que ofreció más dudas que certezas, básicamente por el desorden que generó la entrada de Daniel Mustafá (se notó falto de fútbol).
Con una zona de creación falta de dinámica, donde Lanzini ni Huerta fueron capaces de entregar balones con ventaja a Emilio Rentería y Sebastián Varas, quienes tuvieron que apelar a su movilidad para generar peligro en el área calameña.
Y aunque Varas en la segunda fracción estuvo a punto de desnivelar el marcador, tras gran jugada del mismo Rentería, el capitán de los chillanejos (cuya presencia estuvo en duda durante la semana), producto del desgarró que lo afectó, estuvo lejos del nivel que venía mostrando.
Interrogantes
Más allá de que lo mostrado ante Cobreloa puede tratarse de una mala tarde, lo concreto es que el rendimiento del equipo (sobre todo de tres cuartos de cancha hacia arriba) de cara a los próximos encuentros es preocupante, así como también la falta de alternativas que tiene el técnico Díaz , pensando en que la meta de la institución es retornar a la máxima categoría del fútbol nacional.
Respecto al primer punto, hay que señalar, que desde el inicio del torneo de la Primera B, Fernando Díaz no ha podido encontrar una dupla para la creación.
Osmán Huerta, es un buen jugador, habilidoso y encarador, pero le falta mayor continuidad en el juego. Lamentablemente las lesiones han impedido que Tomás Lanzini pueda ser una real alternativa. Aunque durante gran parte de lo que va del certamen, el argentino Daniel Carou, no ha entrado desde el primer minuto, con su presencia , al igual que con Daniel Briceño, en el campo, el equipo ha mostrado cierta claridad en el juego, pero tampoco han marcado grandes diferencias.
En relación al aspecto ofensivo, el encuentro con Cobreloa dejó de manifiesto la dependencia de Varas. Si bien, Rentería se las arregló para estar siempre preocupando a la defensa loína, aunque no estando con la chispa habitual, el técnico Díaz prefirió mantenerlo en cancha, pues en la banca no hay mucho donde escoger: Luis Flores (que aún no debuta después de cuatro años alejado del fútbol); Pablo Parra. O tal vez, una modificación táctica, adelantando al antofagastino Osmán Huerta al ataque, lo que significaría reordenar el medioterreno.
Rivales
De los siguientes tres partidos, Ñublense tendrá una salida (a Osorno), para enfrentar a Puerto Montt, y después jugará dos pleitos en condición de local: primero ante Curicó, el 4 de octubre, y el 11, a uno de los punteros del certamen, Deportes Temuco.
Dejar los seis puntos en el Nelson Oyarzún, es fundamental, le permitiría mantenerse en la parte alta de la tabla de posiciones. Lo anterior, considerando que producto de que Chillán es sede del Mundial Sub 17, Ñublense deberá jugar tres partidos en condición de forastero, frente a Deportes Concepción, Coquimbo Unido, e Iberia, en Los Ángeles, por lo que hacerse fuerte de local es primordial si el equipo quiere tener alguna posibilidad de volver a la primera división.
Cabe recordar que hasta antes de la igualdad frente a Cobreloa, los Diablos Rojos registraban un 100% de rendimiento como dueños de casa, producto de las victorias ante Magallanes y Santiago Morning, por 3-1 y 5-1 respectivamente.
8 puntos
tienen actualmente los Diablos Rojos en la tabla de posiciones de la Primera B. Lo anterior, producto de dos triunfos, dos empates y dos caídas. 9
goles a favor ha conquistado hasta el momento la delantera chillaneja a lo largo de las seis fechas del certamen de la Primera B.