Chillanvejana coloca en valor sus productos tejidos a mano y telar
TEJEDORA. Se podría decir que esta mujer teje desde siempre, pero fue gracias al apoyo del Fondo Esperanza que, desde hace un tiempo, se profesionalizó en este verdadero arte.
Desde hace 40 años aproximadamente que el tejido se convirtió en una pasión y actividad cotidiana para Elsa Rivera quien ya bordea los 60 años. Y es que desde muy joven, esta emprendedora chillanvejana se inclinó por el arte de las lanas y los palillos el cual comenzó a desarrollar en su natal Chillán Viejo.
Los trabajos de esta esforzada mujer se destacan claramente por la calidad y originalidad en su confección, los cuales también realiza sobre telares y después vende, por ejemplo, en la feria del Paseo Arauco, aquí en la capital de la Provincia de Ñuble. Pero el salto cualitativo en su labor lo dio tras su ingreso al Fondo Esperanza, institución de desarrollo social que tiene como misión primordial apoyar el emprendimiento de mujeres y hombres de sectores vulnerables a través de servicios de microcréditos productivos, capacitación y redes, con el objetivo de aportar al mejoramiento de las condiciones de vida de sus beneficiarios y por ende de sus familias; así fue que pudo adquirir el equipamiento que necesitaba para avanzar en sus tejidos.
En este sentido fue este mismo espíritu de superación el que la llevó a profesionalizarse además en la confección de telares. Aprendizaje que logró tras su paso por el centro para la mujer denominado "Casa Ursulina", y la realización de diversos cursos.
Haciendo recuerdo explicó Elsa Rivera, fue específicamente en el año 2007 que la microempresaria chillanvejana ingresó al Banco Comunal (BC) "La gran liga", de la mano de una amiga -perteneciente al Fondo Esperanza- quien le recomendó acercarse a dicha institución de desarrollo social. En ese momento, la misión era clave para ella: conseguir equipamiento y herramientas de trabajo, que le permitieran aumentar la producción y calidad. Y fue así que la adquisición de máquinas y diferentes insumos para sus productos fueron parte importante en el crecimiento del negocio. A ello, se sumó la asesoría prestada por profesionales del mencionado Fondo Esperanza, quienes les entregaron todo lo necesario para llevar a buen puerto su pequeña empresa.
"Fondo Esperanza es una gran familia que nos abre las puertas a todos. Es una institución que ayuda al microempresario, a las pymes y a quien lo necesite. Con intereses bajos, los microcréditos son una ayuda tremenda. A uno le enseñan cómo llevar el negocio, cómo salir adelante, cómo plantearse las cosas", enfatizó la señora Elsa.
A juicio de esta mujer, quien se define como la "regalona de la casa", ya que sus tres hijos, (dos varones y una dama, la cuidan y respetan como a nada), lo importante es "buscar las oportunidades y perfeccionarse", considerando que lo que hace va en directo beneficio de su familia. La participación en la feria del Paseo Arauco y el "boca a boca" la han hecho conocida en gran parte de la comuna.
Es por eso que se asegura ser una mujer contenta y realizada, tanto con su trabajo que solo desarrolla en lana natural, que ella misma va hilando día a día, tanto así que pronto piensa en instalar su propio taller, un anhelado sueño que asegura no está muy lejos de ver materializado, y donde por supuesto también el Fondo Esperanza será un protagonista activo para su crecimiento. "La verdad es que participar en esta institución y ser una beneficiaria directa ha significado para mí una experiencia muy valiosa, lo que pasa es que acá nos ayudan mucho a conseguir nuestros sueños y es eso lo que me gustaría compartir con tantas otras mujeres quienes al igual que yo, estoy segura que igual necesitan sentir que aportan y avanzan en esta vida", culminó diciendo la emprendedora en tejidos Elsa Rivera.
Banco Comunal