"Damos gracias a Dios por estar todos vivos, pero si nos hubiéramos quedado un par de minutos más en la costanera hubiéramos sido arrastrados", afirmó Jimena Figueroa, microempresaria cecinera quien junto a su familia viajó el lunes en la noche rumbo a la Región de Coquimbo y que vivió un nuevo terremoto y sus efectos.
La dueña de "Cecinas Figueroa" había viajado para participar con un stand en El "Rincón Chileno", evento que se desarrollaba al interior del recinto Pampilla y que el municipio inauguró al mediodía del 16 de septiembre.
Esta muestra turística reunía a expositores provenientes de diversas localidades del país para mostrar sus creaciones y productos.
"Nosotros viajamos orgullosos de representar a nuestra comuna y a toda la Provincia", señaló la microempresaria destacada el año 2012 como una de los mejores ejemplos en emprendimiento femenino de la región del Biobío, por el Servicio Nacional de la Mujer.
Jimena estaba acompañada de su madre Rosa Ponce, su hija Maura de 10 años, su sobrino Ignacio de 18 años y Mauricio Baeza, un joven de Pueblo Seco (San Ignacio) que trabaja en esta empresa cecinera y que permaneció con la familia alojada en un hospedaje.
En este viaje también lo hacía el concejal de la comuna de San Ignacio, Martin Figueroa Ponce.
Jimena dijo que la idea inicial era instalarse con su stand el primer día.
"Pero nos comunicaron que nuestro espacio lo haría el jueves. Por eso con la familia nos quedó un tiempo para conocer la zona y fuimos al Faro (de La Serena). En eso estábamos cuando comenzó el terremoto. Fueron momentos de verdadero terror", comentó.
Jimena dijo que este terremoto fue distinto al que vivió en Chillán el 27/F.
"La sensación fue muy diferente, porque uno está en un lugar extraño, no sabes por donde evacuar y pensando que se venía una gran ola. Teníamos 10 minutos para salir de ahí y no lo pensé dos veces. Eché mi gente arriba, mientras las demás personas empezaban a correr. Traté de arrancar el auto, pero no podía, porque los nervios no me dejaban", narró.
Jimena agregó que otro momento de terror fue la segunda réplica cerca de las 20:20 horas, que los encontró debajo de un paso nivel.
"Fue otro momento terrible", afirmó.
Jimena Figueroa comentó que en un momento pensaron que había perdido todos los productos que llevaban para mostrarlo y comercializarlos en La Pampilla.
"Pero quedamos más tranquilos, porque además de saber que estábamos todos junto y bien", indicó.
De todas formas, la camioneta con sus productos -longanizas al vacío, costillares humados y anticuchos ahumados-había resistido el sismo, los robos (que se comentaban entre las personas) y las condiciones de temperatura.
Ayer, una vez que amaneció, junto a su familia salieron a recorrer por la costanera y se encontraron con los estragos del tsunami.
"Todo estaban lleno de barro y no sabíamos que pasó con las personas", dijo la propietaria de "Cecinas Figueroa" de Chillán Viejo.
Regalan choripanes afectados
Para el concejal de San Ignacio, Martin Figueroa, fue revivir la noche del 27/F, pero con los peligros de un tsunami. El edil dijo que tras recorrer la costanera, el haber escuchado el testimonios de personas muertas, los niños y la gente que se vio afectadas conmovió a los integrantes la delegación ñublensina . "Por eso, con mi hermana decidimos regalar choripanes para mitigar en parte el dolor de los afectados", dijo a Crónica Chillán el concejal sanignacino que acompañó a su hermana y que perdió a su marido hace cinco meses.