Con un primer tiempo para el olvido, recibiendo el primer gol al segundo minuto y con un hombre menos justo cuando se iban al descanso, Ñublense rescató un punto de un partido que parecía se le iba de las manos, jugando ayer contra Coquimbo Unido.
Los dirigidos por Fernando 'Nano' Díaz llegaban con la misión de volver desde la Cuarta Región con los tres puntos en los bolsillos, ya que se enfrentaban al equipo que es actualmente colista de la Primera B.
Sin embargo, y tal como ha ocurrido en ocasiones anteriores, la falta de concentración le costó caro a los diablos, ya que cuando recién amanecía el partido a las 16 horas, y bajo un cielo completamente despejado, un centro largo fue recibido por el delantero coquimbano Guillermo Suárez, quien en el sector derecho del área grande remató hacia el lado izquierdo del arquero de Ñublense, Santiago Morandi, quien fue abatido.
De ahí en adelante, Ñublense no supo plantear su dinámica de juego, que se vio afectado por el irregular estado de la cancha.
Por su parte, el capitán de Ñublense, Sebastián Toro, quien había sido duda para este encuentro, respondió ante los constantes embates de la zaga coquimbana, liderados por Gustavo Lanaro, quien se transformó en el principal agente de ataque a lo largo de los primeros tiempos en que los chillanejos no crearon ocasión de gol. Y para peor, cuando ya acababan los primeros 45 minutos del partido, el delantero de Ñublense, Emilio Rentería, que ya se había ganado una tarjeta amarilla en el minuto 21, recibió tarjeta roja directamente, tras un manotazo al lateral izquierdo, Diego Carrasco. De esta forma se fueron al descanso.
Repunte
Tras el pitazo que dio inicio al segundo tiempo, el director técnico de Ñublense apostó por mejorar el ataque haciendo ingresar a Pablo Parra por Ignacio Ibáñez, para luego, a los 5 minutos, reemplazar a Ignacio Osmán Huerta y Daniel Carou, por los delanteros Sebastián Varas y Luis Flores.
De esta manera, las acciones se centraron en la media cancha, con un Coquimbo que bajó su intensidad en el ataque, mientras que Ñublense trataba de fabricar jugadas a través de su poderío ofensivo.
No obstante, fue Boris Rieloff quien acompañó en todo momento a los delanteros, en medio de un contragolpe que aprovechó de buena manera al acercarse a la portería y rematar al lado izquierdo del arco, dejando sin opción al arquero Jaime Bravo.
Ya en los últimos minutos, Ñublense trató de desencajar a la defensa de los locales; sin embargo, no lograron su cometido, ya que la barrera que plantearon estaba ordenada y anularon correctamente a Sebastián Varas, quien en cuatro ocasiones quedó fuera de juego. Al finalizar los cuatro minutos de descuento, Sebastián Varas tuvo en sus piernas la posibilidad de dar vuelta el partido; sin embargo, el lateral izquierdo de Coquimbo le quitó el balón y así terminó el match, con puntos repartidos entre los equipos. "No dominamos completamente, pero atacamos más con la entrada de Parra y Varas, dando intensidad por los costados y gracias a eso logramos el empate", dijo el técnico Fernando Díaz, quien destacó la a sus pupilos. "No veníamos solo por un empate, pero si lo logramos es mérito de ellos", dijo.
La fallida misión de ganar ante los colistas
Tras el término del partido, los jugadores de Ñublense dijeron estar satisfechos, al menos, de haber sacado adelante un encuentro en una cancha en mal estado y con un hombre menos. "Sabíamos que teníamos que correr el doble, salimos con todo, generamos fútbol y ocasiones de gol, empatamos el partido. En el segundo tiempo mejoramos", expresó Daniel Carou. "Cuando habíamos 10 jugadores sabíamos que teníamos que salir a correr con todo y lo logramos", destacó Santiago Morandi. Los coquimbanos, en tanto, se retiraron cabizbajos, al mantenerse al fondo de la tabla con el empate.