Un verdadero drama es el que vive una joven pareja chillaneja que el año pasado se enteró que su hijo menor, Dimitry, de 2 años, padecía una complicada enfermedad que lo haría dependiente de un medicamento de por vida.
"Yo a mi hijo un día lo lleve a la urgencia porque estaba medio decaído y me lo pasaron a la UCI. Le hicieron la glicemia y tenía más de 600, me dijeron que estaba grave, que tenía un coma diabético y que se me podía morir, fue terrible", contó Noelia Soto, madre de Dimitry.
El pequeño estuvo 2 semanas en la UCI y después lo derivaron a una sala de aislamiento donde estuvo un mes. "Ahí me confirmaron que mi hijo tenía una diabetes tipo 1", señaló angustiada la madre.
Después de ese episodio, Dimitry se inyecta mínimo 6 veces al día, con cada comida. Llora, se queja, pues es doloroso e incómodo recibir este medicamento tantas veces al día, por eso los padres del pequeño solo piden que se apruebe la bomba de insulina, tratamiento que mejoraría enormemente la calidad de vida de su hijo.
"Con la bomba de insulina pasaría de inyectarse 6 o 7 veces al día, a inyectarse cada 3 días, no lo veríamos sufrir tanto, solo queremos verlo bien", dijo Noelia.
En Chile, cerca de 14.000 personas tienen diabetes tipo 1; de éstas, cerca de 4 mil quinientos son niños que diariamente deben enfrentarse a una rutina de reiterados pinchazos. En este sentido, la bomba de insulina con monitoreo continuo de glucosa facilita el tratamiento. Sin embargo, su costo es elevado (unos 5 millones de pesos), así como también su mantención mensual (unos 300 mil pesos en insumos al mes).
Debido a su alta prevalencia, la diabetes tipo 1 estuvo entre las primeras 8 enfermedades que fueron incluidas en el AUGE (ahora llamado GES) en 2005, con cobertura universal. En 2009, se les entregó Insulina Ultra Rápida a todos los pacientes. Sin embargo, han pasado 6 años y la canasta no ha evolucionado de la misma forma que las tecnologías en esta materia.
Por esto comenzó una cruzada donde se reunieron más de 42 mil firmas en apoyo a que la bomba de insulina sea incluida en la canasta AUGE para la diabetes tipo 1, a través de la plataforma change.org.
La recolección de las firmas que fueron entregadas a principios de octubre a la ministra Carmen Castillo forma parte de la campaña #bombadeinsulinaalAUGE, que se realiza en redes sociales con el objetivo de crear conciencia de la urgente necesidad de que se financie esta terapia.
Hoy, la bomba de insulina y el monitoreo continuo de glucosa están en las guías clínicas del GES validadas y publicadas por el Ministerio de Salud, pero no están aún en las prestaciones. El plazo para su posible incorporación está siendo actualmente analizado por Fonasa, en conjunto con el Ministerio de Salud.