Confecciones de alta calidad al alcance del común de las personas
VESTUARIO. Cada vez más escasa se torna la confección de vestuario a medida en la actualidad, pero en Chillán Viejo permanece una mujer que a punta de esfuerzo ha logrado reflotar este trabajo y unirlo a la tecnología.
Todo comenzó como una especie de terapia de sanación, primero para recuperarse emocionalmente de su viudez y luego de otras tristezas que han marcado su vida. Pero con el pasar del tiempo, para la chillanvejana María Elizabeth Padilla la confección de vestuario ha significado muchos más, como por ejemplo una forma de salir adelante con la mantención y formación de sus hijos.
Luego de solicitar financiamiento en distintas instituciones se acercó a Fondo Esperanza (FE), ya que necesitaba apoyo para revivir un negocio que anteriormente había cerrado. De este modo, ingresó en 2012 al Banco Comunal (BC) "La luz del mañana", donde encontró lo que necesitaba para impulsar económicamente a su familia.
"Mis hijos siempre me han apoyado y me entregan su amor, especialmente Matías de 8 años, mi adoración y el que más me motiva para seguir adelante, ya que tiene síndrome de Down y autismo. Pese a todo, dice ser una mujer "positiva, alegre y luchadora" que le ha doblado la mano al destino.
Y es que Elizabeth contó que a pesar de haber estudiado Técnico en atención al Adulto Mayor, no pudo ejercer y debió dedicarse por completo a su hijo con capacidades diferentes. Por ello buscó una fuente laboral que le permitiera incorporar también a su pequeño en el trabajo.
"Cada vez que me toca un re crédito, puedo seguir soñando. Fondo Esperanza ha sido fundamental para mi desarrollo como emprendedora. Tengo la esperanza de seguir creciendo y cumpliendo mis sueños, y lo más importante es que voy a darle trabajo a más personas y eso me motiva a emprender", remarcó la emprendedora.
Además, Padilla señaló que afortunadamente tiene ventas todo el año. La primera parte del semestre la destina para uniformes escolares y buzos, mientras que en septiembre confecciona chaquetas de huaso y vestidos de china. Los últimos meses los reserva para disfraces y trajes de graduaciones, junto con trajes de ballet u otros eventos artísticos en los cuales también posee vasta experiencia, detalló.
Para María Elizabeth, su taller es una verdadera "terapia" y lo que más anhela es convertirse en "patrona" para dar empleo a otras mujeres y ojalá que también estén pasando o hayan pasado por situaciones tan complejas como las que ella misma ha debido enfrentar en el transcurso de su vida.
"Me siento muy realizada en lo que hago, especialmente porque me han puesto como un ejemplo para mis demás compañeras y compañeros del Banco Comunal. Me vi sola en un momento y ahora tengo mi casa propia, salí de Dicom, estoy feliz, y esto lo he logrado solo en estos últimos años", destacó la confeccionista de vestuario.
Experiencia
Sobre su experiencia en Fondo Esperanza, la emprendedora agregó que "en este fondo sigo viendo mi futuro y estoy agradecida ciento por ciento, ya que se me abrieron más puertas. Ser parte de FE implica tener un grado de responsabilidad y compromiso con el Banco Comunal, no te abandonan, te hacen un seguimiento y te ven crecer", continuó detallando la mujer.
Por su parte, los interesados en realizar alguna solicitud a María Elizabeth, tales como prendas de vestir, disfraces o algún atuendo en específico, pueden comunicarse con ella a través del Facebook Confecciones Matelic, o bien comunicarse a su celular 94223814. En este sentido, la emprendedora de FE explicó que todo "trabajo que se le mande a hacer" debe ser cancelado un 50 por ciento al contado y el 50 por ciento restante, una vez que sea recepcionado por el cliente.