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Laguna Laja: autoridades constataron en terreno el grave déficit hídrico

CRISIS. Juez de aguas de la junta de vigilancia de Laja Diguillín, Juan Francisco Saldías, se reunió con el alcalde de Bulnes y el alcalde (s) de San Ignacio para buscar soluciones al problema.
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Constanza Velásquez

Ubicada en la comuna de Antuco y dentro del parque nacional homónimo, la Laguna El Laja representa el embalse natural más grande de Chile, o al menos durante un tiempo lo fue. Este gigantesco reservorio de agua llegó a acumular más de 5 mil millones de metros cúbicos y una profundidad de alrededor de 75 metros.

La realidad es muy diferente ahora. Solo 1.400 metros cúbicos y no más de 7 metros de profundidad es la situación actual que vive la laguna.

Pero, ¿cuál es la importancia de esta laguna para la provincia de Ñuble? La respuesta es simple; esta laguna abastece al canal Laja Diguillín, conducto que sirve como sistema de regadío para 5 comunas de la provincia: Yungay, Pemuco, El Carmen, San Ignacio y Bulnes.

El Juez de Aguas de la Junta de Vigilancia del Laja Diguillín, Juan Francisco Saldías, comentó que "las aguas se toman en Tucapel y recorren alrededor de 50 kilómetros en un canal revestido y con sifones espectacularmente bien hechos, permitiendo que el agua llegue hasta el río Diguillín".

"Este es un beneficio para las 5 comunas de Ñuble, beneficio que de a poco se está perdiendo", señaló.

Precisamente por este grave déficit es que Juan Francisco se reunió con el alcalde de Bulnes, el alcalde (s) de San Ignacio, y otras entidades que tienen relación con el canal y la laguna, para visitar este viernes el lugar, y así constatar la real crisis hídrica que se vive la zona.

"La idea es hacer una campaña para socializar y sensibilizar a la comunidad en el sentido de que el bajo nivel de aguas de la laguna Laja se debe única y exclusivamente a la sobre explotación que ha hecho la compañía Endesa en el lago", indicó Saldías.

Según Saldías, la crisis hídrica de la laguna "no se debe a las sequías, ni tampoco al cambio climático, sino que es Endesa quien ha extraído un mayor volumen de aguas que el que entra al lago y eso ha hecho que esté en sus niveles críticos actualmente.

"Consecuentemente con ello, impide el avance del proyecto Laja Diguillín, que es una obra de regadío estatal y que está subutilizada, porque actualmente está regando menos de la mitad de lo que debería", señaló.

Del mismo modo, Daniel Soto, director de obras de la municipalidad de San Ignacio, señaló que la situación es compleja, ya que al no tener el agua suficiente, el proyecto de Laja Diguillín tampoco ha podido funcionar en un 100%. "Por el canal corre agua, pero no la necesaria. Aquí los perjudicados son principalmente los agricultores del territorio que cubre el Laja Diguillín", agregó.

Endesa

El conflicto comenzó cuando Endesa dejó de ser parte del patrimonio del Estado y fue adquirida por una empresa española, durante la dictadura militar en 1989. Debido a las características del convenio de 1958, la nueva empresa privada Endesa interpretó libremente las condiciones que aseguraban los recursos hídricos de la cuenca.

En este sentido, y enmarcada en su propia definición, mantuvo los derechos que le fueron otorgados para la generación hidroeléctrica como prioritarios, ya que finalmente es la empresa la encargada de administrar el embalse El Laja. De este modo, debido a la cantidad de derechos que utiliza para generar electricidad, la operación de la central El Toro ha provocado una presión excesiva sobre los recursos hídricos presentes en El Laja, lo que ha disminuido el volumen del embalse de manera alarmante.

"Hemos analizado con estudios técnicos y legales la situación de la laguna y todo nos lleva a confirmar que la compañía Endesa ha explotado la laguna en forma desmedida", acusó Saldías, y agregó: "Esto no solo es un tremendo daño ecológico, sino que también pone en peligro la capacidad de riego de dos provincias, la de Ñuble y la de Biobío".

Por sobre la Ley

Durante el año 1958, con el fin de gestionar los recursos hídricos de la cuenca del Laja, se celebró un convenio entre la Dirección de Riego -hoy correspondiente a la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH)- y la Empresa Nacional de Electricidad (Endesa), que por esos años pertenecía al Estado de Chile. En dicho acuerdo se decretó la construcción de un embalse sobre el Lago Laja, de manera de asegurar el riego para agricultura en las zonas bajas de la cuenca, y entregándole la responsabilidad de la administración del embalse a Endesa.

"Cuando Endesa era estatal existían estadísticas que ellos realizaban, donde ahí se estudiaban los caudales afluentes al lago y en base a eso delimitaban cuánto era lo que iban a generar a través de la central El Toro, entonces ahí se mantenía o se imponía un equilibrio ecológico medioambiental y se aseguraba el agua para riego, para todo. Tiempo después la compañía Endesa pasa a ser privada y ahí empezó a aplicar única y exclusivamente la generación, dejando atrás los otros usos, como riego, turismo y medioambiente", dijo Saldías.

Finalmente, Juan Francisco Saldías aseguró que lo que él y las autoridades de las comunas afectadas solicitan es que se recupere la laguna y que Endesa considere que el lago tiene que ser cuidado y servir para riego. "La empresa debe cumplir con los convenios que tiene firmado con la Dirección de Obras Hidráulicas del MOP. Ellos no pueden estar sobre la ley, ni tampoco afectar así el equilibrio ecológico del lugar".