Proyectan que en 10 años más solo habrán 12 alfareras en Santa Cruz de Cuca y Quinchamalí
ARTESANAS. Así lo estima levantamiento etnográfico realizado en conjunto de UPA y el Consejo Regional de Cultura.
El oficio de la Alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca podría desaparecer. Así de lapidaria es la conclusión que se desprende de un informe que entregó en conjunto el Consejo Regional de Cultura y las Artes que encabeza Augusto González, y la Unidad Patrimonial de la municipalidad de Chillán (UPA), a cargo del profesional Erwin Brevis.
Este estudio, que específicamente se desarrolló guiado por la antropóloga de UPA Katherine San Martín, contempló la entrevista y seguimiento a 78 de las 83 alfareras que actualmente viven en estas dos localidades, es decir, a casi un 95% del total de artesanas, lográndose así obtener una suerte de censo de ellas y de las condiciones en que están desarrollando sus actividades.
"La alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca tiene bajas probabilidades de perdurar en el tiempo, si las condiciones en las que se desarrolla este oficio no mejoran o se transforman", es la conclusión del informe que se presentó durante la sesión ordinaria del concejo municipal de Chillán, que tuvo lugar ayer tarde, la que estuvo encabezada por el alcalde Sergio Zarzar.
Más en detalle, del levantamiento etnográfico se desprende que de las 78 alfareras solo 57 se mantienen activas, es decir el 73%. De ellas, 38 tienen domicilio en el sector norte de Quinchamalí, 30 en el sector sur y 9 en Santa Cruz de Cuca. Además, sus edades fluctúan entre los 17 y 60 años, las cuales presentan una escolaridad de 6,4 años de educación, por lo que las dificultades radican fundamentalmente en los costos de la materia prima que utilizan, la baja gestión de comercialización y malas condiciones en que trabajan.
El documento también sindica que de las 57 ceramistas activas, el 78,9% presentan algún tipo de enfermedad ligada al tema de su labor, es decir, que tienen su origen por causa de la sostenida elaboración de su alfarería en difíciles condiciones, como también explica el estudio.
Entre las dolencias, señaló la profesional Katherine San Martín, se encuentran problemas respiratorios, a la vista, artrosis, artritis y lumbago; solo por nombrar algunas, todas las cuales son tratadas en el Centro de Salud Familiar local que no cuenta con los especialistas correspondientes, limitándolas a recibir únicamente medicamentos paliativos.
En la oportunidad, el concejal Víctor Sepúlveda solicitó al alcalde Zarzar y al Concejo en general, tener en cuenta la posibilidad de levantar puestos de venta para estas artesanías, en un terreno colindante a la autopista, "porque lo que se necesita además es producir un reencantamiento económico para estas trabajadoras y las nuevas generaciones. Para rescatar este oficio tenemos que poner de nuestra parte", afirmó el edil.
Por su parte, el concejal Jorge Vaccaro, quien se mostró interiorizado en el tema, solicitó que se colabore con las artesanas para que desarrollen estrategias de comercialización a nivel nacional, como relevar la venta en terminales aéreos por ejemplo.
22 alfareras estarían desarrollando el oficio de aquí a 5 años si no se produce un recambio generacional.
42% de las artesanas que presentan alguna dolencia a raíz en su trabajo, reciben escasa atención médica.