Carolina Collins
Los Emiratos Árabes Unidos habrían reclutado a unos 450 mercenarios latinoamericanos, de países como Colombia, Salvador, Panamá y también Chile para combatir en Yemen, según publicó ayer el diario estadounidense The New York Times.
La publicación no detalla cuántos ciudadanos chilenos habrían sido convocados para pelear en el país bicontinental, pero asegura que serían parte de un ejército extranjero que se ha formado en los últimos años para combatir en el conflicto en ese país.
"Es el primer despliegue en combate de un ejército extranjero que los Emiratos han construido en silencio en el desierto durante los últimos cinco años, de acuerdo a varias personas que han participado en el proyecto", dice el reportaje citando a fuentes que han participado en el proyecto.
El programa habría sido gestionado en un comienzo por una compañía vinculada a Erik Prince, el fundador de Blackwater Worldwide (empresa militar estadounidense que ofrece servicios de seguridad), pero él se habría alejado hace varios años del proyecto, que ahora estaría a cargo de militares de los Emiratos.
"La llegada a Yemen de 450 soldados de Latinoamérica, entre ellos también hay panameños, salvadoreños y chilenos, se suma al caótico guiso de ejércitos gubernamentales, tribus armadas, redes terroristas y milicias yemeníes que actualmente están en guerra en ese país", dice la publicación.
Estrategia global
El reportaje añade que esto es parte de una estrategia más agresiva que han asumido en Medio Oriente los países más ricos de los Emiratos, como Arabia Saudita, Qatar y los Emiratos, en un intento por frenar las rebeliones árabes que comenzaron en 2010.
"Los mercenarios son una opción atractiva para los países ricos que desean hacer la guerra pero cuyos ciudadanos pueden no querer pelear", dijo al New York Times Sean McFate, miembro del Consejo del Atlántico y autor del libro "The Modern Mercenary". "La industria militar privada es global ahora", agregó.
De hecho, anteriormente ya se había conocido de casos de mercenarios chilenos que habían dejado el país para ir a pelear en la guerra de Irak. Y pese a que Chile rechazó en 2003 la invasión encabezada por Estados Unidos en ese país, entre 2005 y 2010 una empresa contratista del Ejército estadounidense llevó entre 100 y 200 mercenarios al año a Irak.
El ex corresponsal de guerra en Irak, Hugo Infante, contó a este medio que en el caso de los mercenarios que fueron a combatir en ese lugar, por lo general eran militares retirados, nunca mayores de 45 años y motivados principalmente por el dinero que se les ofrecía por ir a pelear, que podía llegar a US$ 3 mil mensuales.
Sin embargo, hace la distinción de que en el caso de los mercenarios que han ido a Yemen, la función sería distinta a la que cumplían los que iban a países como Irak o Afganistán, que por lo general eran guardias o escoltas. "Ellos no estaban en el campo de batalla ni nada por el estilo", explica. "Ahora realmente están trabajando como lo que se conoce formalmente como mercenarios", agrega.
450 latinoamericanos entre colombianos, chilenos, panameños y salvadoreños habrían ido a Yemen.
2003 comenzó la invasión y posterior guerra en Irak, donde más de mil chilenos habrían sido reclutados.