Mabel González / Agencias
El Presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó ayer el despliegue de sistemas de misiles de defensa aérea en una base militar rusa en Siria tras el derribo por parte de Turquía de uno de sus aviones de guerra, una medida que aumentó la amenaza de confrontación bélica entre el miembro de la OTAN y Moscú.
Los sistemas de misiles S-400 serán enviados a la base aérea Hemeimeem, en la provincia costera siria de Latakia, a unos 50 kilómetros al sur de la frontera con Turquía. Los sistemas tienen un alcance de 400 kilómetros y son capaces de impactar a jets turcos con precisión mortal. Si Rusia derribara un avión turco, Turquía probablemente se declare bajo ataque y pida asistencia militar de sus aliados de la OTAN, dijo la agencia AP.
Turquía derribó el avión militar ruso S-24 el martes, alegando que ignoró las repetidas advertencias de que había entrado a su espacio aéreo desde Siria. Uno de los pilotos murió y otro fue rescatado por comandos del Ejército sirio y entregado en la base rusa la mañana de ayer.
Putin dijo que el avión volaba en los cielos sirios cuando fue derribado y describió la acción de Turquía como un "crimen" y una "puñalada en la espalda".
Agregó que era necesaria la advertencia a los ciudadanos rusos de no visitar Turquía "porque no podemos excluir otro tipo de incidentes tras lo sucedido ayer (martes) y nuestros ciudadanos en Turquía podrían estar en peligro significativo".
Mientras, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, informó que el crucero portamisiles Moskva ya estaba más cerca de la costa para proteger a las aeronaves rusas en misión de la frontera de Siria con Turquía con su sistema de defensa aéreo Fort de largo alcance.
"Estará listo para destruir cualquier objetivo aéreo que represente una posible amenaza a nuestros aviones", advirtió Shoigu.
El ministro de Exteriores, Serguei Lavrov, describió el derribo del avión como una "provocación planeada". Añadió que la acción turca siguió a ataques aéreos rusos en la infraestructura petrolera de grupos extremistas en Siria cerca de la frontera con Turquía.
El Presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que su país no quiere una escalada de las tensiones con Moscú y que su país está a favor de la "paz, el diálogo y la diplomacia".
Piloto asegura que no hubo advertencias
El piloto que sobrevivió al siniestro del bombardero derribado el martes aseguró que el avión ruso no violó en ningún momento el espacio aéreo de Turquía y que, al contrario de que lo mantiene Ankara, la parte turca nunca realizó ninguna advertencia. "Pude ver perfectamente por el mapa y por el territorio (que sobrevolaba el avión) dónde estaba la frontera y dónde estábamos nosotros", dijo Konstantin Murajtin. "No hubo ninguna advertencia, ni por radio, ni visual. Ni siquiera hubo contacto alguno", agregó.