Secciones

Japón inicia hoy polémico programa de caza de ballenas en la Antártida

E-mail Compartir

Japón tiene programado dar inicio hoy a su polémico programa de pesca de ballenas en la Antártida con fines científicos, según anunció ayer la Agencia de Pesca nipona. Dicha iniciativa le fue prohibido al país por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en 2014.

Pese a todo, la agencia concedió la autorización para que la flota dependiente del Instituto de Investigación de Cetáceos zarpe hoy desde territorio nipón. La flota tiene permiso para capturar un máximo de 333 ejemplares de rorcual aliblanco.

En su veredicto de 2014 el CIJ exigió a Tokio revocar estos permisos para su campaña antártica si no reducía en dos tercios el volumen de capturas hasta dejarlo en torno a esa cifra. El programa se desarrollará desde diciembre hasta el próximo mes de marzo.

Japón, que firmó la moratoria total de las capturas con fines comerciales de ballenas que entró en vigor en 1986, emprendió al año siguiente programas de capturas científicas defendiendo que están amparadas por el artículo VIII de la Convención de 1946 de la Comisión Ballenera Internacional (CBI).

Sin embargo, estos programas han sido duramente criticados por muchos países que los consideran pesca comercial encubierta, dado que la carne de los especímenes capturados y estudiados es posteriormente vendida.

Por otro lado, Australia anunció ayer que, de fracasar los intentos diplomáticos por impedir la caza de ballenas, analiza enviar un barco para patrullar el océano Antártico, según explicó el fiscal general de ese país, George Brandis.

Australia está "muy decepcionada" por la decisión japonesa de reanudar la caza de ballenas en la Antártida y, por ello, ha decidido llevar el asunto "a las máximas instancias" para intentar que el Gobierno de Tokio cambie de parecer, señaló Brandis ante el Senado.

Restringir el consumo de calorías prolongaría la vida

ESTUDIO. Una investigación con moscas evidenció que una dieta limitada puede tener un efecto en la longevidad, promoviéndola.
E-mail Compartir

Carolina Collins

Restringir el consumo de alimentos produciría una "reprogramación" del reloj biológico, lo que se traduciría en una prolongación de la vida. Eso es lo que aseguran los científicos Buck Institute for Research on Aging (EE.UU.), que llevaron a cabo un estudio con moscas, respecto al consumo calórico y sus repercusiones en las expectativas de vida.

Según asegura la investigación, que fue publicada por la revista especializada Cell Metabolism, la restricción en la dieta de las moscas de la fruta, incrementa la expresión de los genes del reloj circadiano (reloj biológico) en el tejido periférico y mejora los ciclos de la descomposición y la síntesis de las grasas.

Esta sería la razón que explicaría por qué la restricción de los alimentos podría tener una incidencia en la extensión de la vida.

Para llegar a esa conclusión, los autores del estudio redujeron la ingesta de proteínas en la dieta diaria de las moscas, lo que produjo un aumento en la capacidad de sus relojes biológicos y además mejoró su ciclo de descomposición y síntesis de materia grasa.

Esta mejora en la metabolización de las grasas, sería la explicación a la pregunta sobre por qué ingerir menos calorías produciría una prolongación de la vida en diversas especies.

Durante el experimento, los científicos alteraron el reloj biológico de las moscas, tanto genéticamente, como a través de factores externos, como por ejemplo, exponiéndolas a la luz constantemente. De esta última forma observaron que los insectos se volvieron insensibles a los beneficios de la restricción dietética.

Asimismo, al alterarlas genéticamente, fomentando la función del reloj biológico, vieron que se producía el mismo efecto de la extensión de la vida sin necesariamente disminuir la ingesta proteica.

Esto les permitió a los expertos que llevaron a cabo el estudio, concluir que podrían desarrollarse fármacos para incrementar las funciones del reloj biológico y no tener que comer menos o someterse a dietas extremas para mejorar las condiciones de la salud.

"Más del 10 a 15% del genoma está bajo control del reloj circadiano, especialmente aquellos genes que regulan los procesos que implican la reparación celular y el metabolismo", explicó el autor principal de la investigación, Pankaj Buck Kapahi.

"Cada célula tiene un reloj y la acción de los relojes en los tejidos periféricos, grasa, intestinos, riñones, desempeña un papel importante en la modulación del metabolismo y por lo tanto en la mediación de la prolongación de la vida a través de la restricción dietética", agregó.

A través de una investigación anterior, los científicos observaron que aquellas moscas que mantuvieron una dieta estricta extendiendo su vida, además tuvieron cambios en sus niveles de triglicéridos.

Con esta nueva investigación los expertos sugieren que hay un gen del reloj circadiano que incide en el ciclo de unos triglicéridos específicos durante la restricción dietética. "El papel de los triglicéridos de cadena media en el envejecimiento y en la regulación de las funciones del reloj biológico no está claro, sin embargo, la dieta rica en triglicéridos de cadena media se ha asociado con pérdida de peso y la mejora de la vida en seres humanos y ratones", explican en el estudio.

Los científicos añadieron que los ritmos circadianos disminuyen con la edad, pero en el caso de las moscas con restricción dietética "«mantienen una solidez a medida que envejecen, lo que creemos que les ayuda a vivir más tiempo".

Los beneficios del ayuno

Este no es el primer estudio que relaciones la disminución de la ingesta calórica con el aumento de las expectativas de vida. Un grupo de expertos de la Universidad del Sur de California (EE.UU.), comprobó que ciclos de cuatro días de una dieta baja en calorías reduce la grasa abdominal visceral y eleva el número de células progenitoras y células madre en varios órganos de ratones viejos, incluidas del cerebro, lo que repercute en una regeneración neuronal y mejora el aprendizaje y la memoria.

Expertos buscan probar la efectividad de la aspirina para prevenir el cáncer

E-mail Compartir

Para comprobar si efectivamente la aspirina tiene algún efecto en la prevención del cáncer de colon, un grupo de investigadores japoneses del Centro Nacional del Cáncer de Japón y el de Enfermedades de Adultos de Osaka, comenzaron un estudio con siete mil pacientes, que es el más grande que se ha hecho con ese propósito.

Las pruebas clínicas comenzaron a ser aplicadas en cientos de personas y ahora serán ampliadas a otros siete mil pacientes en esta investigación a cargo del doctor Hideki Ishikawa de la Universidad de Kioto, según informó ayer el periódico nipón Yomiuri.

Participarán en la muestra pacientes de entre 40 y 69 años que hayan sido sometidos previamente a una intervención quirúrgica en la que les hubiese sido extraído un pólipo en el recto con altas posibilidades de mutar en un cáncer.

Iniciada en octubre, está previsto que la investigación dure siete años, cuatro dedicados a llevar a cabo la prueba en individuos y otros tres posteriores para analizar los resultados.

Sería la primera vez que se realiza una muestra de estas características con el medicamento compuesto por ácido acetilsalicílico, que en principio no está dirigido para la enfermedad que se busca prevenir.

Sin embargo, algunos estudios previos ya han señalado los beneficios que la ingesta de aspirinas puede tener en algunos pacientes que sufren o tienen riesgo de padecer determinados procesos cancerígenos.

Este mismo año un grupo de científicos británicos de las universidades de Newcastle y de Leeds demostraron que tomar una aspirina al día podría ayudar a quienes padecen sobrepeso a prevenir, precisamente, el desarrollo de cáncer de colon.

Además, la ingesta de ácido acetilsalicílico podría reducir el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer de piel o las posibilidades de contraer cáncer de estómago e intestino, según publicaron recientemente las revista Nature y Annals Of Oncology, respectivamente.

Más datos de la investigación

Factor de riesgo

Un 25% de quienes hayan tenido pólipos rectales de más de 1 cm podrían desarrollar cáncer de colon y de recto. El estudio incluye a ese tipo de pacientes.

Extensión

La investigación comenzó a ser desarrollada en octubre y se estima que podría extenderse por siete años, cuatro de pruebas y tres de análisis.