Comisión de Observadores
La mejor de las suertes a la Comisión de Observadores para la Nueva Constitución, pues les va a tocar una tarea difícil en un momento inoportuno en que la gran mayoría de los chilenos estamos en otra, más preocupados de la mala calidad de la salud, la delincuencia y las pésimas condiciones económicas y de empleo.
Frente a la profunda desigualdad territorial con que crece y convive Chile, en que quienes vivimos en las regiones nos sentimos en el patio trasero de Santiago, me preocupa la ausencia de nombres ligados al regionalismo. Me hubiera gustado que esta comisión hubiera tomado más en cuenta el pensamiento regionalista, pero una vez más el centralismo de este gobierno nos pasó por el aro.
Bernardo Berger Fett.
Caso de Viviana Haeger
A raíz del caso Viviana Haeger, los dardos han ido directo a detectives de la Policía de Investigaciones, pero los que critican o atacan no saben que la dirección de toda investigación está a cargo de fiscales del Ministerio Público y por cierto que a ellos también les corresponde responsabilidad.
Por otra parte, se desconoce que las policías no son autónomas para investigar y que para practicar una detención que no sea por flagrancia necesariamente requieren de una orden de detención emanada de un Juez de Garantía, y que debe ser requerida por un fiscal, por lo tanto, aquellos que critican a la PDI por no haber detenido a Jaime Anguita, hoy presunto sospechoso, incurren en un gran y grave error. Asimismo, todos saben que la Reforma Procesal Penal ató de manos a las policías, entregó el máximo de garantías a los victimarios e incluso el propio estado pone a disposición del imputado un defensor, es decir, la prioridad está en los victimarios o imputados y no en las víctimas como debió haber sido.
Por último si hubo errores en la investigación la propia PDI los estableció y sancionó, pero no ha ocurrido lo mismo con otras instituciones y a las que le cabe quizás una mayor responsabilidad.
Alberto Contreras Silva.
¿Y el contralor cuándo ?
Se recuerda que aún no se designa el Contralor General de la República, se cumplirán ocho meses de la salida de Ramiro Mendoza. Una de cuatro, no hay candidatos aprobados por antecedentes, por no cumplir el funesto cuoteo político, se están tomando todo el tiempo del mundo para no volver a cometer errores en las designaciones ó simplemente no hay reales interesados.
Luis Enrique Soler Milla.
No harás que tus pacientes se empobrezcan
Recientemente se celebró el Día Internacional del Médico. Una oportunidad justa para recordar y honrar a tantos que en la historia de nuestro país se han jugado por generar las condiciones para mayor equidad, bienestar, alivio del sufrimiento y prevención de la enfermedad.
Al igual que otros profesionales de la salud, los médicos profesan un juramento. Los distingue este acto, que tiene como objetivo central el comprometerse a "no hacer daño". ¿Por qué? Esta profesión otorga poder. Capacidad para hacer declaraciones que cambian el curso de la vida de otros. Ejemplos: usted tiene un cáncer, usted está sano, el pronóstico de esta condición es que usted vivirá un año como máximo. Adicionalmente, el profesional médico puede sugerir, normalmente con éxito, tratamientos con medicamentos, fármacos con muchos efectos adversos y cirugías de diferente riesgo.
Este mandato de "no hacer daño" va más allá del marco legal. Es una actitud de vida. Por ello, el rol médico no puede estar cruzado por ningún interés que no sea el del propio paciente, para el cual actúa como representante.
En la Medicina moderna, este cruce de intereses se ha hecho más presente, por la influencia de la industria vinculada al cuidado médico, que aspira a que los profesionales se transformen en ocasiones en verdaderos promotores o agentes de venta de sus productos. Un área de especial relevancia respecto al bienestar incluso financiero de los hogares, es que el médico no debería promover gastos superfluos, usando medicamentos para los que existen alternativas seguras y más económicas.
Esto se traduce simplemente en la obligación de prescribir los tratamientos por sus nombres genéricos y permitir la intercambiabilidad cuando haya bioequivalencia certificada.
Recordando que cualquiera sea el estrato económico al cual pertenece el enfermo, el gasto de bolsillo es muy elevado en Chile, al mandato hipocrático debería tal vez agregarse: "harás lo posible por no empobrecer a tus pacientes".
Jaime Mañalich M. Director IPSUSS, Universidad San Sebastián.