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Estudio dice que El envejecimiento altera la percepción del tiempo

CAPACIDAD. Comparados con los jóvenes, los adultos mayores podrían tener más dificultades para distinguir el orden de los acontecimientos.
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Pamela De Vicenzi

Si bien la percepción del tiempo es relativa de acuerdo a la edad y las circunstancias que rodean a una persona, hay adultos mayores que pueden tener dificultades para combinar los estímulos que ven y oyen, lo que podría influir en una toma rápida de decisiones.

Un estudio de la Universidad de Waterloo (Canadá) encontró que las personas mayores tienen más dificultades para distinguir el orden de los acontecimientos, en comparación a los adultos más jóvenes.

Esto se asemeja a cuando en un video o transmisión televisiva la imagen no coincide con el sonido, hecho denominado "desfase".

El hallazgo, publicado en la revista Experimental Brain Research, muestra que los adultos jóvenes y mayores pueden determinar si la imagen y el sonido se produjeron al mismo tiempo con una precisión similar.

Sin embargo, en uno de los experimentos realizados por el equipo de investigación, los adultos mayores reportaron dificultades para determinar qué apareció primero, si la luz o el sonido.

"Para dar sentido al mundo que nos rodea, el cerebro tiene que decidir rápidamente, si se combinan diferentes fuentes de información", señaló Michael Barnett-Cowan, académico de la Universidad de Waterloo y autor del estudio.

"Los adultos mayores a menudo experimentan problemas para procesar la información multisensorial, que a su vez puede afectar a las tareas cotidianas de las siguientes conversaciones, a la conducción, para mantener el equilibrio", añadió el especialista.

Luces y sonidos

Los investigadores reclutaron a un grupo de adultos jóvenes y mayores. En una de las pruebas, el equipo mostró a los participantes dos luces que se movían de un lado para otro.

En general, las personas creen que las luces pueden traspasar a otros, pero cuando se produce un sonido al tiempo en que las luces se tocan, se produce un efecto de "rebote".

En esta prueba, los adultos mayores percibieron las luces con este efecto de rebote, aun cuando el sonido se produjo antes o después del toque entre las luces. Esto sugiere que los adultos mayores en ocasiones combinan de manera errónea la información sensorial.

A juicio de sus autores, este es el primer estudio que prueba las múltiples maneras en que las personas más jóvenes y otras mayores combinan la información sensorial en el tiempo.

Los hallazgos ofrecen una nueva esperanza para reducir los efectos del envejecimiento y las alteraciones en distinguir el orden de los acontecimientos a través del fortalecimiento de la relación entre estos procesos cerebrales.

El uso de juegos de video y la estimulación cerebral a través de otros objetos se barajan como posibles soluciones para mejorar la percepción del tiempo durante la vejez.

"Los profesionales de la salud son capaces de hacer frente a muchos cambios en nuestra visión y la audición a medida que envejecemos el uso de lentes correctores y audífonos, por ejemplo. Sin embargo, estas intervenciones no ayudan con los cambios en la capacidad del cerebro para combinar la información sensorial", argumentó Barnett-Cowan.

"Si pudiéramos identificar y abordar el deterioro del calendario de eventos en los ancianos, potencialmente podría mejorar la calidad de vida, la seguridad y la independencia para muchas personas mayores", sentenció el académico e investigador.

Las utilidades del estudio canadiense

Pese a que fue realizado en Canadá y se basó en estadísticas de dicho país, uno de los objetivos de la investigación es disminuir la proyección de muertes por accidentes de tránsito protagonizados por conductores de la tercera edad, además del eventual envejecimiento que podría ocurrir en el país norteamericano. El académico Michael Barnett-Cowan indicó que su estudio reciente podría ser un eventual ítem a analizar al momento de otorgar licencias de conducir.

Virtudes contra intolerancia

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Las virtudes son rutinas hermosas de la vida. Se es virtuoso de forma natural. Ellas fluyen espontáneas y sacan a la luz toda la bondad y el amor que llevamos dentro los seres humanos. No podemos fingir ser virtuosos, pues nos convertiríamos en hipócritas.

Giacomo Casanova, escritor veneciano, nos regala una idea bella e interesante: "Los verdaderos virtuosos son aquellos que practican la virtud sin el menor esfuerzo, son los que no cultivan, en lo absoluto, la idea de la intolerancia". La frase sostiene una gran verdad: ¡Un intolerante jamás puede ser virtuoso!

Con solo hojear un diario o dedicar unos minutos a los medios electrónicos de comunicación, basta para darnos cuenta de que la intolerancia es un mal profundo y contemporáneo, a pesar del desarrollo científico, técnico y cultural de la sociedad moderna. Es una enfermedad brutal, porque brutales son las emociones destructivas de las que se alimenta.

Buena parte de los hechos violentos que reflejan los medios de comunicación -incluidas guerras- son secuelas de un modo de pensar intransigente. La intolerancia divide pueblos y naciones, arremete contra lo que considera distinto, no acepta costumbres ni tradiciones ajenas, repele la libre inclinación sexual, la igualdad de géneros y hasta la llegada de un humilde inmigrante cargado de sueños y esperanzas.

¿Qué es la intolerancia? ¡La resistencia al cambio! Es hija del más absoluto inmovilismo. Quien o quienes la enarbolan, llegan a creer que son incapaces de existir dentro de un ambiente no acorde con su estrecha manera de pensar, exteriorizan las emociones más destructivas: ira, soberbia y miedo. ¡Todo intolerante es temeroso! Le aterran los "valores" nuevos o diferentes, por eso persevera en una única posición: la suya.

Un verdadero líder jamás puede ser intolerante, porque se convierte en un autócrata, en un jefe arrogante que, más temprano que tarde, echa por la borda el esfuerzo de aquellos que cometieron el error de obedecerle. Esto es válido para cualquier tipo de liderazgo, sea empresarial, político, religioso, filosófico o social.

Para tolerar y aceptar puntos de vista ajenos y maneras distintas de pensar, por muy diferentes que sean de los nuestros, es necesario poseer un profundo control, sobre todo de las emociones destructivas, así como abrir paso a la comprensión, la bondad y el amor. ¡Que emprendan vuelo las más bellas virtudes del ser humano! Ellas son las armas más poderosas contra la intolerancia.

Ismael Cala / @Cala

Comer una dieta saludable y mejorar el peso corporal asegura un buen dormir

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Un estudio de la Universidad de Pennsylvania (EE.UU.) asegura que la pérdida de peso debido a los cambios en la dieta puede mejorar la somnolencia y de esta manera tener un mejor descanso en las noches.

Los resultados, publicados en la revista Sleep, ofrecen nuevas pistas sobre cómo las fluctuaciones de peso afectan a numerosos aspectos del sueño, independiente del peso corporal.

Investigaciones previas han relacionado la obesidad con la somnolencia persistente, la falta de energía durante el día y la mala calidad del sueño.

En esta ocasión, el objetivo del estudio fue establecer un vínculo entre el exceso de peso y los malos hábitos en la alimentación y el descanso y determinar que la pérdida de peso resolvería este problema.

Para comprobar los efectos del sobrepeso en la alteración del sueño, los autores del estudio realizaron un experimento con ratones obesos en un periodo de ocho semanas. La mitad de estos animales fueron elegidos al azar para consumir una dieta equilibrada, mientras que otros fueron alimentados con una dieta alta en grasas.

Al finalizar este periodo, algunos de los ratones que habían consumido la dieta alta en grasas fueron alimentados con productos saludables.

Los ratones que siempre comieron grasas pesaron un 30% más que al inicio, dormían una hora más por día y tuvieron problemas de atención con rasgos de somnolencia, en comparación a los roedores que consumieron una dieta regular.

Sin embargo, los ratones que comieron grasas y luego cambiaron su dieta por una más equilibrada tuvieron el mismo peso corporal una semana después, pero con un perfil de sueño mejorado.

"Si tienes sobrepeso y a menudo te sientes cansado, puede que no tengas que perder todo el peso para mejorar el sueño, sino que apenas comience a perder ese exceso de peso puede mjorar sus alteraciones del sueño y la vigilia", señaló Isaac Perron, autor del estudio.

Dieta sana y descanso

Estudios previos

Algunas investigaciones dicen que el sobrepeso y la obesidad están vinculados a una persistente somnolencia, la falta de energía y la mala calidad del sueño.

Hallazgo

Independiente del peso corporal inicial que tenga la persona, el hecho de que cambie la dieta y disminuya su masa ayuda a que duerma mejor.