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Campaña llama a educar en igualdad de género con los regalos de Navidad

INVITACIÓN. Comprar juguetes que no reproduzcan estereotipos.
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En el Jardín Infantil Junji Niños en Acción se lanzó ayer la campaña Regala Igualdad, que busca -en contexto de Navidad- generar reflexión para fomentar la igualdad de género desde la infancia, avanzando en la eliminación de los estereotipos de géneros, el sexismo y la definición de roles y responsabilidades que se le asignan a uno y otro género.

En la oportunidad, junto a niños y niñas, educadoras y apoderadas, las autoridades encabezadas por el intendente (s) del Biobío, Enrique Inostroza, y la directora regional del Servicio Nacional de la Mujer, Valentina Medel, presentaron y comentaron el spot central que incluye 5 recomendaciones, orientadas a pensar en regalos que fomenten la colectividad, las experiencias, amplíen la noción de colores y los roles y actividades por sexo, como es incorporar a niños en juegos de cocina, a niñas en juegos de automóviles o deportes. "En el marco de los regalos de Navidad, la idea es que podamos inculcar valor, que los regalos no sean sexistas, no sean discriminatorios, fomenten la diversidad", dijo Inostroza.

Por su parte, Valentina Medel explicó que la campaña es un llamado que a fomentar todos los talentos en la infancia, evitando coartar otros aspectos de la vida de los niños y niñas: "Invitamos a regalar sin estereotipos, a hacer regalos que fomenten la creatividad, que fomenten el juego colectivo y la cooperación, a atrevernos a quebrar estereotipos, que una pelota de fútbol también puede regalarse a las niñas, que jugar a ser cocinero también puede ser para los niños".

Chillaneja sobrevivió a cuatro trasplantes y hoy disfruta una nueva vida

SALUD. Perla Yañez Cuadra pudo ser intervenida exitosamente tras cuatro oportunidades fallidas.
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Existe la creencia popular que los chilenos somos campeones mundiales de la solidaridad, y que cuando nuestro prójimo lo necesite, estaremos dispuestos siempre para tenderle una mano al primer instante que sea posible.

Dentro de esa categoría de héroes anónimos se encuentran los donantes de órganos, individuos generosos que en algún punto de sus vidas tomaron la determinación de ayudar a alguien cuando sus cuerpos ya no les respondieran o su calidad de vida se viera deteriorada, pero no al punto en que ciertas partes de sus organismos pudieran dañar el regalo que desinteresadamente buscaron entregarle a algún ser humano afortunado.

Unas de esas personas afortunadas es Perla Ximena Yañez Cuadra, quien a sus 64 años de edad se declara una chillaneja de "tomo y lomo", a pesar que los problemas de salud la forzaron a mudarse a Santiago.

Hace años le diagnosticaron lo que se conoce como Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica o EPOC y un enfisema, como consecuencia del consumo de cigarrillos durante una década, situación que se vio agravada los dos últimos años de su adicción, en los cuales consumía una cajetilla al día.

"Me gustaría saber quién fue la persona que me donó el pulmón que ahora tengo, para abrazarla y darle las gracias, porque dan la oportunidad de la vida", señala Perla o Ximena, como le gusta que le digan sus cercanos, quien si bien se encuentra en pleno proceso de recuperación de su exitoso trasplante, el cual fue realizado el pasado 12 de marzo en el Hospital del Tórax, pasó una serie de inconvenientes para poder operarse, ostentando el triste record de tener cuatro intentos de intervenciones fallidas.

Anestesistas

Si bien cada una de las oportunidades perdidas fueron decepcionantes, hay una en particular que le causa bastante pena.

"La tercera vez fue triste, aunque yo lo supe después, porque mis niños (sus hijos) siguieron indagando y se dieron cuenta que no había sido como me habían dicho, que fue para que no me doliera tanto, no es que nos hayan querido engañar. Me dijeron que los anestesistas se habían ido, cuando fue una persona que puso trabas para que me operara, cuando yo era prioridad para la cirugía", agregó la señora Yañez Cuadra, quien por casi 30 años se desempeñó como psicopedagoga en una escuela de Bulnes.

Esta situación fue mostrada el pasado 17 de octubre, en el capítulo del programa "Contacto", titulado "Un negocio sin anestesia", donde se explica en detalle lo vivido por Perla y su familia, a la que no le gusta recordar el tema porque la entristece, sumado a que hay una demanda interpuesta por sus hijos en contra del Fisco, por lo que prefiere no profundizar al respecto.

A pesar que ya se encuentra en pleno proceso de recuperación, al cual se debe sumar un tratamiento con medicamentos, Perla aún utiliza (a pesar que ya no la necesita), la máquina compresora de oxígeno que comenzó a usar el año 2010, cuando el deterioro de su salud la obligó a ocuparla las 24 horas del día. "Es por miedo" reconoce, lo cual no le quita por un minuto sus renovadas fuerzas de vivir y disfrutar de esta nueva etapa de su vida.

Primera trilla a yegua suelta de Quillón congregó mil personas

TRADICIÓN. El alcalde Alberto Gyhra apoyaron a pobladores de El Peley para desarrollar la tercera versión del evento.
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Una de las tradiciones más antiguas del país y que se ha ido perdiendo a través del tiempo es la trilla a yegua suelta, una verdadera institución del campo chileno hasta mediados del siglo 20. No obstante, son localidades como El Peley -a casi 30 kilómetros de Quillón- las encargadas de mantener viva la costumbre y transformarla en festividad.

"Lo que hemos hecho como Municipalidad es sacar del pueblo todo lo que es campesino y devolverlo al campo. La verdad nos ha ido muy bien, porque mucha gente ha llegado a conocer sectores que no sabían que existían y con la trilla no es la excepción. Es increíble ver la cantidad de gente que llegó a El Peley para ver y aprender una de las tradiciones del campo que se rehúsa a desaparecer", comentó el alcalde Alberto Gyhra.

Una hera, más de 20 yeguas y caballos, y cientos de gavillas de trigo, hicieron de la trilla una verdadera fiesta en Quillón. Más de mil personas acudieron a la celebración, quienes pudieron disfrutar además de movimientos de rienda, espectáculos folclóricos y la más variada gastronomía campesina, como el bistec de trilla, hervido de porotos con carne dorada, pajaritos, mote con huesillos y la verdadera mistela de trilla.

"Había participado en varias trillas cuando niña y me parece ejemplar, porque los niños, sobre todo, no saben nada de esto, como se saca el trigo. Todo lo comen envasado. Y la comida es espectacular, me comí un hervido de porotos que estaba de miedo", contó María Gloria Campos, quien llegó desde Chillán a la fiesta.

Si hasta invitados internacionales tuvo el evento. Adrián Sorhegui llegó de Cuba por vacaciones y quedó maravillado con la trilla. "Es una fiesta muy bonita y original. En Cuba no existen este tipo de tradiciones y para mí es primera vez que veo algo así. Comí un hervido de porotos que estaba muy bueno, es algo parecido a la comida cubana en los sabores, pero no en los ingredientes", dijo.

Sacrificio puro

La trilla no es sólo el trote de caballos sobre las espigas para liberar el trigo, se trata de un trabajo arduo que comienza con la segada. Con echona en mano, los campesinos se internan en las siembras para cortar la mies y emparvarla bajo el sol abrasante del verano. Luego cargan la carreta y emprenden viaje hasta la hera, donde depositan la cosecha y separan el grano de la paja.

"Esta zona era de crianza de yeguas. Mi papá antiguamente hacía tremendas trillas que duraban dos días y se hacían hasta de amanecida. Él ya se fue y lo que veíamos de chicos, ahora se hace con maquinarias. Pero nosotros quisimos con todos los vecinos hacerle una atención (homenaje) al campo y decidimos hacer la trilla a yegua suelta como era antes", explicó Diego Garrido, presidente de la Junta de Vecinos El Peley.

De hecho fueron las cerca de 50 familias del sector las que junto con la Municipalidad de Quillón llevaron a cabo la tercera versión de la Fiesta de la Trilla a yegua suelta. Y precisamente serán aquéllas las encargadas de mantener viva la tradición campesina por muchos años más.