En marzo de este año, dos familias de la calle Sepúlveda Bustos, en la población Luis Cruz Martínez, se vieron seriamente afectadas con el desborde del Canal de la Luz que pasa por el sector. Viviendas anegadas y enseres inutilizados fue el resultado de la salida del canal. La causa de esta situación no fueron las lluvias, sino la gran cantidad de desperdicios que la comunidad arroja sin ningún control al curso del agua.

Lo ocurrido en pleno verano no es un hecho aislado. Cada año, la Oficina de Emergencias Municipal de Chillán debe destinar cuadrillas de funcionarios para despejar la basura del canal y evitar así un eventual colapso.

De acuerdo a lo señalado a este medio por Víctor Fernández, jefe de la unidad, en los últimos días han debido reforzar estas cuadrillas llegando a retirar hasta una tonelada de desperdicios diarios desde el acueducto, que es administrado por una Asociación de Canalistas para el riego de predios agrícolas tanto en la zona urbana como rural. Para el municipio de Chillán, el costo anual de mantener limpio el curso del agua llega a los $70 millones.

La falta de conciencia de algunos vecinos ha llegado a límites impensados, al punto de arrojar artículos electrodomésticos, sillones en desuso, ropa y hasta animales muertos, lo que sin duda aumenta el riesgo de afectar gravemente a familias que residen en el trayecto del canal.

El propio alcalde Sergio Zarzar ha manifestado la dificultad que existe para fiscalizar estas malas prácticas de algunos vecinos o inclusive imponer multas. Sin embargo, dada la importancia del canal de la Luz y el peligro que reviste cualquier desborde, la autoridad deberá ponerse más estricta por el bien de la comunidad misma.

Así como existe una ordenanza que prohibe y sanciona los vertederos clandestinos o ilegales en la comuna, o aquella que multa el lavado de vehículos en las inmediaciones de la plaza (la misma que es letra muerta, pues la práctica se mantiene invariable), alterar el curso de agua o provocar el anegamiento de viviendas vecinas debiese ser suficiente causa para tomar medidas más eficientes.

Junto con la llegada del mes de diciembre comienza la preparación para las celebraciones de fin de año. Se comparten tradiciones navideñas y se vive un ambiente festivo, donde la magia y la alegría son las protagonistas.

Sabemos lo importante que es para las familias decorar y ambientar sus hogares con adornos y artículos eléctricos, pero también queremos remarcar la necesidad de evitar accidentes por su mala manipulación.

Por eso lanzamos una campaña con consejos sencillos que nos ayudarán a tener unas fiestas seguras y en familia, los cuales estamos difundiendo en lugares donde hay alta afluencia de público, en reuniones con juntas de vecinos, además de nuestras oficinas comerciales y los medios de comunicación.

Pocas veces tomamos conciencia de que el exceso de luces y adornos navideños en nuestra casa implica riesgos, por ejemplo, en el sobrecalentamiento de un alargador o zapatilla. O más aún si usamos luces o productos que no cuenten con certificación de la SEC.

También es importante revisar periódicamente en qué condición están los cables y enchufes de nuestra casa, así como de las luces y otros aparatos que usemos. Debemos instalarlos desenchufados y dejarlos lejos del alcance de niños pequeños y mascotas, para evitar que tropiecen o los arrastren.

Otro sencillo consejo es verificar la estabilidad del árbol de navidad, para evitar que se caiga, y apagar todas las luces antes de salir o irse a acostar. No solo ahorrará energía, sino que también evitará el sobrecalentamiento de los aparatos.

Asimismo, en la calle no use bengalas de fantasía o challa de colores cerca de las redes eléctricas, dado que contienen fibra metálica liviana que puede ser arrastrada por el viento y provocar cortocircuitos al entrar en contacto con los cables, provocando interrupciones o incluso incendios.

Con estas recomendaciones útiles reafirmamos nuestro compromiso por entregar un servicio eléctrico de calidad, seguro y estable. Les deseamos unas felices fiestas.

Giovanni Baselli Subgerente Servicio al Cliente, CGE Distribución.

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