Emergencias
Sin embargo, no todos podrán celebrar esta fiesta como corresponde. Todos los años hay un grupo de personas que, independiente de la fecha, deben trabajar este feriado irrenunciable, dejando familia y amigos para cumplir, sobre todo, con una labor en beneficio de la comunidad.
Es lo que vive el sargento segundo de Carabineros, Sergio Martínez, de la segunda comisaría de Chillán, quien tendrá que pasar la campanada de las 12 en compañía de 4 de sus compañeros de trabajo, pues al igual que otros años, le tocó cubrir el turno de año nuevo.
"Este año me toca trabajar en la segunda guardia el día 31, por lo que tendré que pasar las 12 acá en el cuartel, para atender a las personas que vengan con denuncias u alguna otra atención que necesiten", comenta.
Con 21 años de servicio, Martínez cuenta que ese día 31 habrá 5 funcionarios de turno, con los cuales intentarán al menos darse el abrazo de año nuevo, eso sí, siempre y cuando las condiciones sean propicias para ello.
"Intentaremos compartir algo y darnos un abrazo. Todo depende si el requerimiento de la gente nos deja, hay que ver qué situación vamos a tener en ese momento. En general hacemos una pequeña comida, traemos algo y lo compartimos acá, pero insisto, siempre y cuando tengamos un poco de tiempo. Si no coincidimos después igual nos daremos un minuto y los que andan afuera pasan a saludar a los que nos quedamos aquí en la guardia", señaló.
La situación es compleja para el Sargento, pues tiene una pequeña hija de 10 años y las familias no pueden ir a visitarlos al cuartel, ya que en cualquier momento deben acudir a alguna emergencia, sin embargo entienden que el bienestar de la comunidad depende de esta labor, que no tiene fechas ni horarios.
"Acá en la unidad hay varios que son de otros lados, que viven en Pinto, en San Carlos, y por distancia las familias tampoco pueden venir a saludarlos a esa hora. En mi caso yo soy de acá, soy casado y tengo una hija, pero mi hija tiene 10 años y ese día a las 9 ya está durmiendo y mi señora está con mis suegros esperando las 12 y a dormir", dijo Martínez, y agregó: "No es la primera vez que me toca trabajar para año nuevo. De repente patrullando o en algún procedimiento y escucha que son las doce y se saluda con la persona que uno esté nomas. Un año de hecho me tocó en un incendio lo apagaron justo a las 12, sonó la sirena y nos abrazamos con Bomberos que andaba ahí. Vamos a ver qué pasa este año", afirma.
Y si Carabineros es importante durante estas fiestas de fin de año, hay que imaginar qué sería de la población si de pronto los conductores de ambulancia se fueran a celebrar a sus casas y no acudieran a las emergencias. Sería un desastre.
Efectivamente esa es la situación de Miguel Ángel Badilla (38), quien está a cargo de una de las ambulancias del Hospital Herminda Martin y quien tendrá que pasar el 1 de enero arriba del vehículo de emergencias
"En año nuevo siempre hay accidentes, entonces nunca tenemos tiempo para celebrarlo, no podemos cerrar la unidad en ningún minuto porque no podemos descuidar el bienestar de la ciudadanía. Me ha pasado que hemos salido en vísperas de año nuevo a alguna emergencia y nos abrazamos en la carretera, obviamente si es que se puede, porque insisto, siempre lo más importante es velar por la seguridad y la vida de la comunidad", comenta Badilla.
El año pasado también le tocó pasar año nuevo en turno, sin embargo aseguró que para él no es problema, pues sus amigos y familia entienden que es su trabajo.
"Somos 16 en el turno de ese día, entre telefonistas, paramédicos, y conductores de ambulancia, así que solo al menos no estaré", precisa.
Por su parte, el voluntario de la 3ra compañía de Bomberos de Chillán, Juan Valdin (56), es la viva imagen del esfuerzo. Tiene una hija de 12 años que ese día de año nuevo irá a dormir temprano, pues él se encontrará de turno en alerta por si ocurre alguna emergencia.
"La fecha de año nuevo la voy a pasar acuartelado en la institución por algún problema que pueda presentarse. Estaremos junto a 8 compañeros. Ahí con ellos nos organizamos, siempre que el tiempo lo permita y si no estamos en algún accidente o algo así. Podemos comer algo y nos damos el abrazo de las 12", dice el voluntario, y agrega: Mi señora y mi hija estarán en la casa, con mis suegros, yo llego al día siguiente a saludar, porque ellos nos sacan nada con venir si en cualquier momento tengo que salir. Lo bueno es que ellos entienden y me apoyan".
Más trabajadores
Junto a Navidad, Fiestas Patrias y el Día del Trabajador, el año nuevo es uno más de los descansos que por derecho tienen los empleados dependientes y que es obligación para los empleadores otorgarlos conforme a la ley. Sin embargo hay algunas excepciones.
La Dirección del Trabajo explica que, aparte de hospitales, Bomberos y Carabineros, los clubes y restaurantes podrán funcionar, entendiendo estos locales como aquellos en donde "los clientes efectúen el consumo de los alimentos que se elaboren en el mismo local", sin importar que el recinto no lleve dentro de su nombre la palabra "restaurante".
También quedan ajenos a la obligación laboral los establecimientos de entretenimiento, tales como cines, espectáculos en vivo, discotecas, pub, cabarets, casinos de juego y otros lugares de juego legalmente autorizados.
Finalmente, las farmacias de turno y de urgencia y los expendios de combustibles sí están autorizados para abrir sus respectivos locales hacia el público, de acuerdo a las normativas que las propias entidades delimiten con sus trabajadores.
Cabe recordar que en el caso de panaderías, bazares u otro tipo de local comercial que sea atendido por sus propios dueños, sí estarán autorizados para funcionar y no recibirán multas por ello.
Mientras tanto algunos celebran, otros estarán trabajando, pues no pueden detener la máquina. Tal vez el próximo 1 de enero sí puedan salir a dar la vuelta con la maleta, comer lentejas e incluso usar la ropa interior amarilla que esta vez tuvieron que guardar.
Constanza Velásquez
cronica@cronicachillan.cl
Pasó la navidad y ya se siente en el aire el cambio de año. Sin duda el 1 de enero es una de las fiestas más esperadas por todos; bailes, comida, cotillón, alegría, el típico calzón amarillo, las lentejas y el abrazo de las 12.
Miguel Ángel Badilla tendrá que trabajar durante la noche del 31 de enero conduciendo una de las ambulancias del Hospital Herminda Martin.
El sergento Sergio Martinez tampoco celebrará año nuevo.