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"En lo personal fue un año muy duro, con una decepción tremendamente grande"

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Crónica Chillán

En los últimos dos años, Jeanette Lama Eljatib se ha ganado un prestigio entre los auditores de Radio "El Sembrador" de Chillán por su trabajo incansable para apoyar lo que ella denomina como sus casos sociales, los que ayuda a resolver desde los micrófonos de su programa matinal.

Esta comunicadora que ya a los 15 años debutó en un programa de televisión del Canal RTU en Chillán -hoy Chilevisión- reconoce que los años en que se ha desempeñado en medios como Canal 9 Regional, Radio Nina, en Radio Monumental bajo la dirección del desaparecido periodista Ricarte Soto o en Radio Estellar, aprendió a no ser solo una locutora 'tocadiscos': "Uno no puede estar frente al micrófono para pasar música, si tienes la posibilidad de ayudar a la gente más vulnerable", dice.

De esta manera, reparte su tiempo entre la radio y el cuidado de sus padres, según ella, la razón por la cual declinó continuar con una carrera profesional en Santiago.

En entrevista con Crónica Chillán, revela su buen año profesional en contraste con el duro año personal que ha debido afrontar, inclusive producto de una "gran decepción familiar".

-¿Cómo han sido estos dos últimos años integrada al equipo de Radio El Sembrador?

-En la parte profesional, ha sido un año de muchas satisfacciones, realizaciones, porque hemos logrado en la radio consolidar un matinal que ha acaparado miradas, un matinal motivador, muy positivo, siempre en la tónica de Radio El Sembrador que es la información de último minuto, dando un valor agregado en la cercanía con la gente y la preocupación por los casos sociales. Y eso porque el director de la radio nos ha permitido ser nosotros mismos. (...) Cuando llegué a la radio, la gente al principio se sorprendió, pero al poco andar el cariño ha sido indescriptible, la gente es un siete y ahora las auditoras pasan a ser amigas.

-Aún así ha sido un año con algunos cambios dentro de la emisora…

-Yo llegué a una radio bastante conservadora, con una línea programática y el director quiso dar un vuelco a la radio, con más chispa, más alegría, más cercanía. Los cambios siempre traen consecuencias, pero acá los cambios han sido para mejor, si no nos hubiese ido tan bien no estaría cumpliendo los dos años.

-Igual has ido cumpliendo hitos en tu carrera en los medios de comunicación...

-Mantenerse en el tiempo en un medio de comunicación es muy difícil, sobre todo cuando eres una persona con la personalidad que tengo, porque yo no firmo por un partido político, yo no hago las cosas por un sillón y tampoco las hago por una foto. Mi tema es siempre el trabajo, la gente vulnerable, los casos sociales. He ido creciendo porque comencé en los medios a los 15 años, cuando estaba en tercer año medio en el Liceo de Niñas Marta Brunet. Por eso para mí, estos años en Radio El Sembrador han sido una etapa de mayor madurez como conductora, como profesional.

Las luces y la Tevé

-¿Qué recuerdas de tus inicios en televisión, en radio?

-Mis comienzos fueron en lo que es hoy Chilevisión, en ese entonces el canal de televisión RTU. Era tan chiquitita, cuando comencé estaba en tercero medio y llegué porque me gané un premio. Eso me cambió la percepción, tuve que crecer más rápido que el resto de las niñitas porque ya a los 15 años me empecé a mover en un mundo de luces, televisión, entrevistas, radio, entonces tenía que cuidar bastante la imagen. Aún así yo me siento satisfecha porque nunca he transado, he sido siempre la misma Jeanette Lama, con los mismos valores.

-¿En qué momento pasaste a interesarte más en los casos sociales?

-Mi abuelita materna me inculcó mucho el hecho de ayudar a las demás personas.

-¿Pero hubo algún caso que te marcó en un inicio?

-Cuando estaba en una radio en Chillán, llegó uno de los primeros casos sociales que me marcaron. Fue una familia que hasta el día de hoy continúo ayudando, una señora de la población Vicente Pérez Rosales con 6 hijos con deficiencia mental. Recuerdo que cuando llegué por primera vez a su casa, tenían piso de tierra, no había vidrios y se cubrían con nylon, todos dormían en una sola pieza. Ahí pensé que uno no puede estar frente al micrófono para pasar música, uno no es una radio tocadiscos, cuando estamos frente al micrófono podemos ayudar a la gente más vulnerable.

Ahí fue que en esos años estaban los programas de ayuda social de la Eli de Caso y Andrea Molina. Me contacté con ellas rápidamente y así ellas vinieron acá, fue la primera vez que Andrea Molina venía a Chillán y parte con este caso social en Megavisión. Luego vino el equipo de producción de Eli de Caso. De ahí, ya no paré.

Su gran decepción

-En tu programa demuestras optimismo, ¿has debido contener la emoción en algún momento frente a un caso difícil?

-Yo soy una persona muy de piel, soy muy empática y me hago la fuerte, porque tengo que darle fuerza a la gente, tengo que darles optimismo, porque cuando tú has pasado por muchas cosas en la vida, sabes que de lo malo aprendes, que todo es una enseñanza y que las carencias y las necesidades nos ayudan también, y que nunca estamos solos en la vida.

-Y en lo personal, ¿también has tenido que vivir situaciones complejas?

-Sí, hay personas que saben lo que está pasando con mi papá. Ha sido un año con altos y bajos, fabuloso en lo profesional, pero debo reconocer que en lo personal ha sido un año muy duro, con una decepción tremendamente grande. Por un lado mi papá muy complicado, con una enfermedad muy avanzada y se entremezcló con un tema familiar. Cuando a un adulto mayor se lo trata mal, se lo humilla, cuando se le hace una chanchada sin respetar ni siquiera el estado en el cual se encuentra, ahí me he sentido muy trastocada.

-¿Cuál fue esa decepción?

-Quizás uno espera que la decepción sea de un vecino, un conocido, o quizás un amigo. Pero cuando la decepción viene de parte de un familiar, eso no tiene nombre. Lo que hemos vivido con mi padre en estos siete meses es indescriptible. Fue increíble llegar al hospital y que el médico tratante me dijera que mi padre llegaba a la operación inmunodeprimido, todos supieron en el hospital lo que le pasada a mi padre porque todas las noches lloraba y le contaba a las enfermeras lo que le habían hecho sus familiares. Mi papá está hoy día con sicóloga de cuidados paliativos, pero no por la enfermedad, está por lo que le hizo su gente, a sus 82 años.

Recuerdo las palabras del ex senador Mariano Ruiz Esquide quien me dijo un día: "las herencias nos hacen abrir los ojos y conocer realmente a las personas. Las herencias sacan las miserias más grandes del ser humano".

-También fue dolorosa para ti la partida de Ricarte Soto.

-Mucho. El que me hizo click para no entrar en este mundo de las vanalidades fue Ricarte. Recuerdo que cuando me vuelvo a Chillán para cuidar de la salud de mis papás, me llamaba todos los días para que volviera. Él decía que yo no era para Chillán, que era un diamante en bruto.

-Con todo eso, ¿crees que la decisión de quedarte en Chillán fue acertada?

-Me lo he planteado tantas veces, sobre todo ahora con lo que estamos pasando con mis padres. Pero al poner las cosas en una balanza, sí han sido años de sacrificio, pero nada se compara al tener la posibilidad de ver todos los días a mis papás sonreír.

entrevista. Jeanette Lama, conductora de La Mañana en "El Sembrador" cuenta sus penas y alegrías: