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El drama pasional que enfrentó a dos carabineros

RUCAPEQUÉN. Carabinero Sebastián Fuentealba (22) disparó 6 veces a quemarropa al cabo 2° Daniel Aravena (28), por un supuesto romance entre este último y su pareja. El caso, inédito en nuestro país, conmocionó a comunidad rural.
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Constanza Velásquez

Pueblo chico, infierno grande, eso dice el refrán, y el caso de la tragedia ocurrida la noche del martes en Rucapequén es fiel muestra de ello.

Eran cerca de las 11 de la noche cuando el cabo segundo Daniel Aravena Rodríguez (28) se dirigía junto a sus padres y una tía a un velorio cerca del retén de Carabineros de la localidad. Daniel había terminado su turno en el cuartel de Las Trancas, donde llevaba 2 años trabajando, por lo que esa noche decidió acompañar a sus padres al responso de un conocido vecino que había fallecido días atrás.

A una cuadra del lugar donde se ubica el retén de Carabineros de Rucapequén, Daniel y su familia fueron interceptados por el carabinero Sebastián Fuentealba Toro, quien tampoco se encontraba de servicio, pues ya había terminado su turno en el retén de Quinchamalí, lugar donde desempeñaba labores este último tiempo.

Sebastián estaba descompuesto, malhumorado, quería conversar con Daniel, quería saber la verdad sobre un supuesto romance entre él y su mujer, sin embargo Daniel no quería escucharlo, pues le explicó que ya no había nada más que hablar, que ya habían conversado. Ante la negativa, Fuentealba extrajo de su ropa un arma de fuego efectuando 6 disparos, para posteriormente darse a la fuga en dirección al oriente.

El sargento 1° Sergio Espinoza se encontraba de guardia en el retén de Carabineros de Rucapequén, perteneciente a la Sexta Comisaría de Chillán Viejo. El uniformado escuchó seis disparos de un arma de fuego y al salir al exterior fue requerido por Daniel Aravena Retamal, padre de la víctima, pues su hijo moría desangrado. Espinoza corrió en auxilio del joven, pero a parecer era demasiado tarde.

Gran parte de la comunidad se encontraba en ese momento en el velorio del conocido vecino del sector. Cuando escucharon los disparos se sobresaltaron, luego oyeron los gritos y llantos desesperados, luego todos salieron ver qué sucedía y la imagen fue devastadora. El policía Daniel Aravena estaba abatido en el suelo, mientras su madre lloraba desconsolada.

Entre la multitud se encontraba el concejal de Chillán Viejo Rodolfo Gazmuri, quien también había asistido al velorio junto a su esposa. El edil relató que se escucharon sollozos y gritos desgarradores de personas, por eso giró su vehículo, iluminó y divisó al uniformado en el suelo. La esposa del concejal corrió para prestarle los primeros auxilios; sin embargo, y a pesar de los esfuerzos, el cabo segundo Daniel Aravena falleció en el lugar antes que pudiera llegar la ambulancia.

Mientras se realizaban las diligencias en el sitio del suceso, Carabineros de civil se dirigieron hasta el domicilio de Sebastián Fuentealba con la finalidad de dar con su paradero, sin embargo al llegar a la vivienda no se encontraba allí.

Fue a las 00:40 de la noche que el suboficial José Rivero, jefe del retén Quinchamalí, donde trabajaba Sebastián Fuentealba, encontró en el puente Quitasol -en el km. 418 de la ruta 5 sur- al carabinero. En ese momento Rivero procedió a verificar el arma de fuego y Fuentealba se la entrega voluntariamente.

Una vez detenido, el suboficial de Quinchamalí observó que el carabinero tenía múltiples erosiones en el cuerpo las que habrían sido originadas al momento de su huida por los sitios eriazos, por lo que fue trasladado al hospital local para constatar las lesiones. Además se verificó que al imputado se le realizó oportunamente el alcotest arrojando resultado negativo.

Mientras ocurría la detención, a la pequeña localidad de Rucapequén arribaba el Jefe de la Octava Zona de Carabineros, general Hermes Soto, quien junto al prefecto de Ñuble, coronel Luis Silva, encabezaban las diligencias correspondientes del caso y anunciaban la baja inmediata del carabinero.

El procedimiento fue excesivamente largo. A las 5 de la mañana recién pudo ser trasladado el cuerpo del fallecido al Servicio Médico Legal, el cual estuvo en el sitio del suceso por más de 6 horas por los peritajes.

Crimen pasional

Daniel y Sebastián se conocían de niños, sus padres han vivido toda su vida en la localidad de Rucapequén y las madres de ambos iban juntos a diferentes talleres de bordado y tejido.

Los vecinos describieron a ambos jóvenes como personas tranquilas, alegres y respetuosas.

Sebastián Fuentealba tiene 22 años, y llevaba 3 años de servicio en Carabineros y hace uno trabajaba en el Retén de Quinchamalí. Sus colegas lo describieron como una persona alegre y sociable, y siempre preocupado de su pequeña hija de 2 años, con quien vivía antes de separarse de la madre de la pequeña. "Era una relación de vaivén, terminaban y volvían, siempre era así. Decían las malas lenguas que ella andaba con Daniel y que Sebastián ya le había advertido que se alejara, pero Daniel no hizo caso. Esto se venía venir", manifestó una de las vecinas que presenció el hecho delictual y que conoce a ambas familias.

Daniel Aravena por su parte tenía 28 años, era hijo único y 6 años de servicio en la institución. La enseñanza básica la hizo en Rucapequén y la media la hizo en el Colegio Tecnológico Darío Salas, donde siempre fue catalogado por los profesores como un niño ejemplar.

Daniel También tenía una hija pequeña y una pareja desde hace varios años, sin embargo se había separado hace poco. A pesar de esto, por lo que contaban familiares, ellos habían logrado retomar la relación.

Sin embargo el verdadero drama pasional era mucho más tormentoso, los vecinos lo describen como un secreto a voces. Daniel supuestamente tendría una relación oculta con la mujer de Sebastián desde septiembre del año pasado, lo cual habría desencadenado la tragedia.

"Sebastián tenía amenazado a mi sobrino desde antes. Cuando se le acercó no le dio tiempo de nada, delante de su mamá y de su papá lo mató", contó Paula Vejar, tía de la víctima.

Por su parte, Raúl Aravena, tío de Daniel, indicó que los dos se conocían de siempre y que no entiende cómo es que Sebastián llegó a matar a su sobrino por una mujer.

"Ellos han vivido toda la vida en Rucapequén, nacidos y criados, todos. Él no tenía problemas con nadie, a quien le pregunte usted. Bueno, problemas de falda por ahí, pero eso no justifica nada, ¿quién no se ha metido a veces en problemas así? Pero eso se soluciona, pero no de esa manera", dijo el familiar.

Independiente de los rumores que han inundado las calles de la pequeña localidad de Rucapequén, lo que es seguro es que los vecinos aún no comprenden cómo dos jóvenes que habían vivido prácticamente juntos durante toda su vida pudieron terminar de esta forma.

La comunidad está consternada, pues nunca había sucedido algo así en el lugar, sin embargo comprenden que si la motivación fueron los celos, era como una bomba que en algún momento iba a explotar, y lo hizo de la peor forma.

Sebastián será formalizado el día viernes 8 de enero en el Juzgado de Garantía de Chillán, mientras que los padres de Daniel buscan consuelo para sobrellevar este hecho, que sin duda no solo marcó a una familia y a una comunidad, sino también a una institución, que quedó perpleja con lo sucedido.

"Sebastián tenía amenazado a mi sobrino desde antes. Cuando se le acercó no le dio tiempo de nada, delante de su mamá y de su papá lo mató".

Paula Vejar, Tía de Daniel Aravena

El trabajo de Daniel en Las Trancas

El Teniente Víctor Cerda, jefe de la Tenencia de Las Trancas, recuerda a Daniel como una persona ejemplar y trabajadora, y tampoco se explica qué fue lo que sucedió. "Tengo los mejores recuerdos (de Daniel). Siempre fue una persona responsable con su servicio, buen compañero, cooperador, siempre trabajó de la mejor forma. Era un chico tranquilo, un chico normal", señaló el teniente. Cerda también destacó la labor de padre de Daniel y aseguró que el dolor es muy grande pues al trabajar en un lugar más bien alejado eran practicamente como una familia. "Él era muy preocupado por sus padres y de su hija de once meses, quien ahora en febrero cumple su primer año. Es un hecho para nosotros totalmente lamentable, somos una tenencia fronteriza, entonces el nexo que hacemos es diferente al que hacen otros Carabineros en comisaría, es mucho más grande ya que estamos juntos todos los días, almorzamos juntos todos los días, tenemos más días de cuartel, nos conocemos mejor que en otras unidades operativas; entonces, para nosotros como tenencia, va a ser un golpe muy fuerte y que nos va a costar sacarnos la imagen de él de un día para otro, y la situación de cómo falleció es doblemente más fuerte".

Cronología

10:30 de la noche

del martes 5 de enero Daniel Aravena se dirige a un velorio junto a sus padres y una tía.

10:45 de la noche

Daniel es increpado por Sebastián Fuentealba a 30 metros del Retén de Rucapequén, donde luego le disparó 6 veces hasta darle muerte. El atacante se dio a la fuga.

00:40 de la madrugada

del miércoles Sebastián Fuentealba fue detenido por un suboficial de Carabineros en el puente 'Quitasol'. El imputado no opuso resistencia.

05:00 am

aproximadamente de este miércoles fue retirado el cuerpo de Daniel Aravena para ser trasladado al Servicio Médico Legal.

11:00 am

del mismo día se realizó la audiencia de control de detención de Sebastián. Fiscal solicitó ampliación del plazo.

Viernes 8 de enero

Fue la fecha que fijó el magistrado para realizar finalmente la formalización.

10:30 de la noche Sebastián interceptó a Daniel en plena calle, a unos 30 metros del retén de Carabineros de Rucapequén, Posteriormente le disparó 6 tiros y se dio a la fuga.

00:40 de la madrugada fue detenido Sebastián Fuentealba en el puente "Quitasol". Al momento de la detención, él portaba un arma de fuego con la que habría dado muerte a Daniel Aravena horas antes.

8 de enero quedó fijada la formalización de cargos de Sebastián Fuentealba, luego que la fiscal Patricia Suazo solicitara ampliación del control de detención.