Uno de los tantos refranes futboleros dice, "es más fácil corregir cuando se gana, que cuando se pierde". No obstante, lo primordial que era comenzar con el pie derecho su participación en el Clausura, y ese objetivo se cumplió, no es menos cierto, que el funcionamiento del equipo ante el elenco de la cuarta región dejó más de alguna duda a los más de 2.500 espectadores que llegaron al Bicentenario Nelson Oyarzún.

Si bien, el panorama para los dirigidos de Fernando Díaz, no pudo ser mejor (ya a los dos minutos estaban arriba en el marcador), cuatro minutos, un rebote tras jugada personal del capitán papayero Mauricio Salazar, permite a Cristóbal Marín, derrotar a Morandi e igualar transitoriamente la brega.

El tanto del cuadro adiestrado por Luis Musrri, descolocó a los chillanejos que lentamente comenzaron a mostrarse imprecisos sobre el césped del principal recinto deportivo de la futura región del Ñuble. En menos de cinco minutos, los visitantes dispusieron de dos claras ocasiones de desnivelar (producto de pérdidas de balón por parte de jugadores locales), que de no ser por el excelente trabajo de Morandi, y lo defectuosa de la definición de Mauricio Salazar, fácilmente Ñublense podría haberse visto en desventaja ante de los primeros 20 minutos.

La zona defensiva, especialmente las bandas, fue uno de los flancos en los que quedó de manifiesto que Fernando Díaz tendrá que poner énfasis. No obstante, haber probado con Sergio de la Valle como alternativa por ese sector, el estratego local prefirió para el segundo lapso que entrara Boris Rieloff. "Nos sorprendieron porque tuvimos algunas descoordinaciones defensivas. En el primero tiempo nosotros atacábamos mucho en el sector derecho, pero también nos atacaban mucho por ese lado. Sin embargo con la entrada de Boris en el complemento, más la corrección de la ubicación de Briceño y Pozo, generó que ellos prácticamente no utilizarán más esa banda", remarcó el técnico local.

Otro de los aspectos del juego en los que quedó en deuda, fue la falta de finiquito. Es que si bien, se podrá argumentar que el equipo anotó tres goles, y se creó varias ocasiones más para ampliar la ventaja, se careció (principalmente Sebastián Varas) de la puntería necesaria para haber liquidado la brega antes, situación que ante equipos de la talla de Everton, Cobreloa, o Temuco, podría haberse terminado lamentando una derrota.

Alentador debut

Pese a las descoordinaciones, propias del debut, en términos generales, este dejó un saldo positivo, por ejemplo, en el caso defensor trasandino, Emiliano Pedreira. Más allá del comienzo goleador que tuvo con la camiseta de los Diablos Rojos, demostró que puede ser una más que válida alternativa a Sebastián Toro y José Antonio Rojas (cuando se recupere) en el centro de la zaga. Creo que Emiliano mostró las cualidades por las cuales nosotros lo contratamos, maneja la defensa tanto en sus movimientos y gritando, aun cuando como equipo tenemos algunas descoordinaciones", comentó Fernando Díaz terminado el duelo ante los nortinos.

Junto con destacar el trabajo que cumplió con Michael Zobarzo, pese a las imprecisiones que mostró el equipo, valoró la contundencia mostrada. "Me sentí muy bien haciendo dupla con Michael, y aunque en algún momento el partido se nos complicó se convirtieron los goles en el momento preciso", remarcó el ex Acassuso.

Sin hacer un encuentro brillante, el canterano Michael Zobarzo aprobó ante los papayeros. Pese a que tuvo solo la pretemporada para asimilando lo que Díaz le solicitaba, el hombre de San Gregorio manifestó su agradecimiento a los referentes del plantel. "Me voy conforme pues gracias a los consejos de los más grandes puede sacar la tarea adelante. Esto recién comienza, y espero continuar dándole alegrías a toda mi gente", sentenció Zobarzo quien recientemente firmó su primer contrato como profesional con la institución ñublensina.

3-2 fue el triunfo

en el primer pleito del Clausura de Ñublense sobre La Serena en el Nelson Oyarzún. 24

de enero en San Bernardo (región Metropolitana) será el próximo duelo del Rojo ante Magallanes.