Magallanes dejó en evidencia todos los pecados de Ñublense. Merced a la velocidad, a presionar en todos los sectores y simplemente teniendo la pelota en su poder se quedó con un merecido triunfo por 1 a 0.
Los chillanejos nuevamente mostraron una falta de chispa desesperante, carencia absoluta de construcción de fútbol y errores individuales que son impresentables para jugadores profesionales, todo lo cual redundó en una derrota que deja de manifiesto que el equipo de Fernando Díaz no supera las falencias del torneo pasado.
En la primera mitad Ñublense pudo quedar en ventaja cuando el marcador marcaba los diez minutos, sin embargo, Emilio Rentería no pudo finiquitar una de las jugadas más claras de los chillanejos en todo el partido.
Y como reza el dicho futbolero, goles que no se hacen en un arco se convierten en el otro, a los 17' apareció Diego Pezoa para con un tiro libre perfecto logró clavar la pelota en el ángulo izquierdo del portero Santiago Morandi, quien no pudo evitar la conversión magallánica.
De ahí en adelante el cuadro de Fernando Díaz se descontroló y fue así como llegó la expulsión de Washington Torres, quien expresó que su salida de la cancha a los 18' se debió producto a una grosería que le dijo al árbitro tras cobrarle una mano que para su parecer no existió.
Magallanes tomó el balón en el mediocampo, la puso contra el piso y los delanteros se replegaron a la zona de volantes para salir de manera construida. La orden de la banca de Ñublense simplemente fue retroceder a Emilio Rentería y dejar nuevamente a Sebastián Varas condenado a la orfandad.
Más allá de la expulsión Ñublense nunca fue más que el rival, elenco que se generó las ocasiones más claras de gol, gracias a un mediocampo poblado, pero que también mostró un mayor despliegue que el chillanejo.
En la segunda mitad la situación no cambió y Ñublense no pudo quedarse ni siquiera con un empate que le permitiera no solo la sana ambición de sumar, sino que también no alejarse de la zona alta de la tabla de posiciones.
¿Qué pasó con el supuesto vértigo e ida y vuelta de los partidos de entrenamiento?, ¿qué pasó con el volumen ofensivo de los choques de preparación?, parece que todo se quedó en Chillán, aunque hay que dejar en claro que en el pleito contra La Serena, Ñublense estuvo lejos de ser un elenco avasallador.
Ñublense sigue en deuda como visitante y es de esperar que la tendencia se borre rápidamente, ya que solo ganar de local no sirve para alcanzar el objetivo.
Los dirigidos por Fernando Díaz no logran plasmar la superioridad que debe mostrar frente a sus rivales producto de la supuesta riqueza de plantel y el entrenador se sigue refugiando en las excusas que en realidad son las propias del fútbol.
No se trata de rasgar vestiduras y señalar que todo está perdido, pero tampoco es menos cierto que desde ya hay que poner atención y reconocer que Ñublense no mejoró considerablemente en comparación al torneo de Apertura, a pesar de tener seis partidos amistosos en el cuerpo y sumar tres nuevos jugadores.
Lesión de Toro y nula presencia de un jugador Sub 20
Sebastián Toro no pudo terminar el partido producto de un calambre que le generó un grado de contractura, sin embargo, el kinesiólogo de Ñublense pronosticó que debería decir presente la próxima semana contra Barnechea.
Otro tema preocupante es que tras dos partidos Ñublense no suma presencia de jugadores Sub 20 en cancha, ante lo cual se expone a una multa si a fin de campeonato no logra que un canterano sume la mitad de los minutos en cancha del campeonato. Será misión de Fernando Díaz buscar la fórmula.
6° Lugar
En el campeonato de Clausura ocupa Ñublense, tras sumar tres unidades. En la tabla general es octavo con 24 puntos. 20.00
Horas Del próximo sábado Ñublense recibirá en el estadio Nelson Oyarzún al cuadro de Barnechea por la tercera fecha.