Las claves del proyecto que aumentará producción ovina en Pemuco
ÑUBLE. A partir de un modelo basado en la integración de la gestión forrajera y el mejoramiento genético, en la precordillera de Ñuble se ha logrado incrementar la cantidad de corderos de 4 a 8,5 promedios por hectárea.
"Gracias a este proyecto podremos darle una esperanza a la gente que se ha ido de nuestros campos", destaca la alcaldesa de Pemuco, Jacqueline Guiñez, luego conocer los resultados del proyecto que busca aumentar la producción de ovinos en la comuna de Pemuco.
La iniciativa de carácter sustentable cuenta con el financiamiento del Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R) del Gobierno Regional a través de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).
CLAVEs
El protocolo que ha conseguido aumentar la producción de ovinos se fundamenta en dos ejes principales: la gestión del forraje y el mejoramiento genético.
Lo innovador del proyecto es que propone un modelo que integra una serie de tecnologías y manejos productivos validadas en experiencias previas en otras regiones del país.
Según Ignacio Briones, ejecutivo de Innovación de FIA, no se trata de copiar modelos, sino de tener "el protocolo que indique cuáles son las fases críticas y junto a la información de las características del territorio se pueden ir adaptando cada una de estas tecnologías que han sido probadas en otras partes".
En cuanto a la gestión del forraje, se debió aumentar el pH del suelo para potenciar el crecimiento de las plantas y así poder establecer las praderas.
"Los suelos de precordillera son de origen volcánico y de un pH ácido, y por esa razón no favorece el crecimiento de las plantas. En el proceso denominado encalado se agrega carbonato de calcio (cal agrícola) y con eso se sube el pH del suelo", explicó Cristián Hott, asesor técnico en el área de praderas del proyecto.
Con el recurso forrajero necesario, la otra parte relevante del modelo es el incremento de los indicadores reproductivos por medio de la genética.
"Se trajo el biotipo Coorpworth que viene de otros proyectos FIA. Esta raza se escogió porque mejora los parámetros reproductivos", detalló Rodrigo Allende, académico de la UdeC y jefe técnico del proyecto.
Actualmente, la integración de estos factores ha permitido establecer praderas y aumentar la producción de ovinos.
En las 30 hectáreas donde se encuentran las ovejas, se pasó de tener 4 a 14 potreros, lo que permite ir rotando y aprovechar de mejor manera el recurso forrajero de la pradera.
"Ha sido clave la decisión sobre qué pasto usar. Se han establecido bien las praderas y hemos tenido rendimientos bastante buenos a pesar de que el primer año debimos enfrentar una sequía. De todas formas, logramos producir los corderos con mejores pesos a los que teníamos anteriormente", indicó Marcela Salinas, coordinadora del proyecto.
Gracias a la implementación del protocolo, el rebaño hoy asciende a 150 corderos, y se estima que al interior de la unidad de referencia el número de corderos ha crecido de 4 a 8,5 en promedio por hectárea.
"Este tipo de proyectos son muy ilustrativos para la gente, e incorporar sus métodos y aprendizajes sin duda puede ayudar a surgir a los agricultores", comentó Carlos Burgos, agricultor de la comuna. Por eso, replicar el modelo y transferir la información a los pequeños agricultores, es el gran desafío en la etapa final del proyecto.
De acuerdo a lo señalado por Rodrigo Allende, la información necesaria para desarrollar este tipo de iniciativas se encuentra aislada, y en ese sentido se planteó que el proyecto debía cumplir un rol de bien público, transferible a partir de sus resultados.