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"El ascenso de 1976 fue una cosa muy linda que no la he vuelto a vivir"

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En 1976 Ñublense alcanzó su único título nacional al transformarse en campeón de la antes llamada Segunda División, al vencer en un repleto estadio Municipal de Chillán a O'Higgins por 1 a 0.

Es lógico que todos recuerdan al autor de la exclusiva e histórica cifra del encuentro, Sergio Pérez, pero en el otro extremo de la cancha estaba un jugador que también quedó en el inconsciente colectivo de los chillanejos y que precisamente se quedó en la ciudad para desarrollar su vida.

Se trata de Antonio Muñoz, portero de los Diablos Rojos que forma parte de un puñado de jugadores que en casi cien años de historia de la institución puede decir con toda propiedad que fue campeón con Ñublense.

El joven saltó del fútbol amateur al profesionalismo para vestir las camisetas de Ñublense, Green Gross, Serena, Rangers, Unión Española, Fernández Vial, Wanderers y Valdivia. Incluso lo quiso Colo Colo, pero una jugada oferta dirigencial que nunca se concretó lo mantuvo en los Rojos.

Tras dejar la actividad profesional y con el paso de los años, regresó al Ñublense de la Sociedad Anónima para trabajar como preparador de arqueros, cargo que dejó tras lo que él estima una fea forma de terminar su vínculo con la entidad que quiere.

Ahora trabaja en la Escuela de Fútbol de la Universidad de Concepción en Chillán, evidentemente formando jóvenes porteros, razón por la cual deja en claro y enfatiza en los agradecimientos para quienes le dieron la oportunidad en la Casa de Estudios Superiores, especialmente a la directora del área deportiva, Isabel Hormazábal.

- ¿Cómo llegó a Ñublense?

Fue bastante simple, no hice cadetes. Era un tipo de 22 años, era delantero, pero en un partido en Río Viejo se determinó que jugara al arco, porque en un juego propio del fútbol el que hacía el tercer gol jugaba al arco, al final no me sacaron en toda la tarde. La gente empezó a decir que en Río Viejo había un cabro bueno para el arco. Me fui a San Martín, mi hicieron seis goles en todo el año y luego me fui a Progreso. Después se hizo la Selección Sub 23 de Chillán, nos eliminó San Javier con gol de penal, ese mismo equipo me pidió de refuerzo para enfrentar a San Fernando en el Nacional. Bueno, quedamos eliminados, terminó el partido, me ducho, salgo del camarín y tengo el ofrecimiento de tres equipos, Colo Colo, Rangers y Ñublense. Debuté en Ñublense en 1974 y el error me fue haciendo arquero. Aprendí de los errores, no tenía preparadores ni nada.

- ¿Cómo se vivió el ascenso de 1976?

El ascenso de 1976 fue una cosa muy linda que no la he vuelto a vivir y es por eso que si volviera a nacer sería arquero otra vez. Ese año campeonamos y tras el partido quedé prácticamente con la venda y el protector, el resto me lo robaron todos los hinchas que estaban felices.

- ¿Cómo fueron los años en Ñublense desde el punto de vista institucional y dirigencial?

Antes era complicado, porque parece que desde la Central de Fútbol felicitaban a los clubes cuando le debían a los jugadores. Hoy se exige que los jugadores deben tener sus sueldos al día.

- ¿Y ahora cómo ve la situación?

Es indudable que ha mejorado, hay más infraestructura, pero por los dirigentes no se hacen equipos competitivos.

- ¿Cómo enfrentó su despido de Ñublense cuando trabajaba como preparador de arqueros?

Me echaron, pero me hicieron un bien, porque Ñublense me absorbía mucho tiempo y por un pago irrisorio, pero ahora hago una pilita de lo que recibo por todos lados y logro ganar plata. Pero aún tengo un ardor por la manera en que lo hicieron.

- ¿La mejor atajada que tuvo por Ñublense?

No sé si habrá una atajada en especial, creo que podría decir que fue toda la campaña de 1976 y especialmente como me desenvolví en el partido que subimos contra O'Higgins.

- ¿Cuál ha sido su mejor compañero en el camarín?

En el camarín creo que muchos, pero en especial Matute Fabre en Rangers, jugamos dos años juntos.

- ¿El triunfo más importante que haya visto como hincha de Ñublense?

He ido tan poco al estadio que ahora no recuerdo ninguno. Además, he tenido mala suerte porque vez que voy el equipo va ganando, se echa para atrás y nos empatan o terminamos perdiendo, termino más apretado que una humita.

- ¿El mejor dirigente?

En Ñublense, ninguno. Cuando me iba a ir a Colo Colo, Pedro Guzmán me ofreció dos casas para que me quedara y todavía estoy esperando las escrituras.

-¿Qué es lo más bonito del fútbol?

El aplauso de la gente, a veces jugábamos sin que nos pagaran y con muchos problemas, pero el reconocimiento de la gente era fundamental.

¿Cómo ve a Ñublense en el futuro?

Lo veo mal porque a los muchachos les falta sacrificio, tienen que entender que en la espalda no se lleva solo una camiseta con un número, sino que hay una ciudad detrás, así veo yo el fútbol. Un equipo que corra, aunque pierda, la gente los aplaude igual y trae a otro la próxima semana. Ñublense va para el octavo año haciendo las cosas mal, no hay un equipo solvente desde el punto de vista futbolístico y creo que si esta gente sigue, a lo mejor el equipo podría llegar a Tercera División por la forma de trabajar. Ojalá eso no ocurra por la gente que quiere a Ñublense.

"Antes las canchas eran muy malas y como arquero tenía que ver donde la pelota iba a dar salto extraño". "El ambiente en el camarín de 1976 era muy bueno, muy unidos y de ahí nace todo".

2006 Arturo Opazo

Junto a su equipo de la U. Católica del Maule, obtuvo el tercer lugar en el Sudamericano Universitario.