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Cueca chilota ganó el séptimo festival nacional del folclore

CHILLÁN. "Los brujos de Cucao", cueca pícara representante de la Región delos Lagos, se llevó los $3 millones del premio.
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La cueca pícara chilota "Los brujos de Cucao", del que es autor Adrián Ojeda Cárdenas, y que representaba a la Región de Los Lagos, fue la ganadora del VII Festival Nacional del Folclore de Chillán 2016, que finalizó de madrugada ante cerca de cinco mil personas.

La canción ganadora, interpretada con gran acierto por el grupo Los Aguja, se llevó los tres millones de pesos de premio, más la Guitarrera de Plata, que fue entregado por el alcalde Sergio Zarzar en el Escenario Mayor Violeta Parra, instalado en la Plaza de Armas de Chillán.

El segundo lugar, dotado con dos millones de pesos, fue para la canción "Gaviota", del compositor Víctor Hugo Ibarra. El tema fue defendido por Verónica y la Tricicleta, y representaba a la Región Metropolitana.

El tercer puesto lo ocupó "Nunca pude olvidarte", de José Arturo Chávez, defendido por Marco Esparza y Calafate. Esta canción, que representaba a la Región de la Araucanía, se lleva un millón de pesos de premio.

Los dos días del Festival reunió a más de cinco mil personas cada vez, ante el escenario ubicado por primera vez en la Plaza de Armas de Chillán, en el frontis de la Gobernación.

Trece canciones participaron en la parte competitiva, en tanto que en el show de invitados destacaron en forma especial el grupo Illapu -cuya actuación finalizó cerca de las tres de la madrugada-, el humorista Dino Gordillo; y los emergentes grupos musicales Aticoy y La Moral Distraída.

Los locales grupo Huellas y el Ballet Folclórico Municipal fueron ovacionados al terminar sus respectivas actuaciones, dada la calidad que han alcanzado.

El alcalde Zarzar, antes de entregar el Primer Premio del Festival, agradeció a los compositores que llegaron a Chillán desde Antofagasta hasta Chiloé; a los funcionarios municipales y organizaciones que colaboraron en el desarrollo y coordinación del Festival, en su séptima versión, así como a los medios de comunicación que difundieron este evento que ya se consolida en el panorama nacional del folclore.

Pequeños prodigios del piano dedican su vida a la disciplina que los apasiona y hace feliz

CULTURA. Los jóvenes músicos practican varias horas al día buscando pulir sus talentos en este destacado arte.
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La ciudad de Chillán ha sido cuna de grandes exponentes de la cultura, como es el caso del pianista mundialmente reconocido, Claudio Arrau León. Y precisamente en el marco de su natalicio 113° (nació un 6 de febrero de 1903), un grupo de jóvenes talentos al piano ofrecieron anoche un recital en su recuerdo.

Talentos jóvenes

Cuatro precoces músicos, cuya pasión es la interpretación del piano, fueron los elegidos para participar en el homenaje que se agendó en la Sala Lázaro Cárdenas de la Escuela México.

Previo a su recital, y ajenos a todos los nervios previos a su presentación -más bien se les vio compartiendo alegremente su juventud y pasión-, los cuatro intérpretes, dos chillanejos, una valdiviana y una capitalina, conversaron con Diario Crónica Chillán acerca de su inspiración y de su ajetreada rutina de estudios.

Vicente Covarrubias es un chillanejo, quien a sus cortos 16 años lleva más de una década practicando y mejorando su técnica, aunque según señala, hace 5 trabaja de manera más solida con un profesor.

Al ser consultado sobre cuántas horas practica al día, apunta que "eso depende más que nada de cuán cerca esté algún evento que te exija", a lo cual agregó "para un concierto, no sé, hay que estar cuatro horas mínimo", sostuvo.

El caso de Cristian Barría, otro prodigio nacido en la capital de Ñuble, no es muy distinto. Comenzó en lo del piano a los 7 años, prácticamente la mitad de su vida la ha dedicado a esto (tiene 14), pero apunta que "me siento feliz, siempre tranquilo para cualquier evento", acotando además que "con tranquilidad y paciencia se logra todo".

El toque femenino

Chloe Lavau-Wira, de once años, es de Santiago, pero se encuentra de visita en Chillán. Comenzó también desde muy pequeña (5 años), pero a pesar de admitir que le "gusta mucho el piano", sumado a su gran talento, aún no tiene claro si hará carrera en esto, explicando que "aún no lo sé, pero a lo mejor", expresó sonriente.

Finalmente, Catalina Arteaga, una niña procedente de Valdivia, manifiesta que empezó a estudiar la disciplina a los seis años, pasando por tres profesores distintos hasta el día de hoy, y quien tiene como referente al chillanejo Claudio Arrau, a quien denominó como "el mejor pianista del mundo".

Orgullo familiar

Cristian Barria comparte nombre con su hijo, del cual está muy orgulloso, señalando que "nos gusta mucho el arte como familia", tomando en cuenta también el hecho que él nunca ha presionado al pequeño Cristian, ya que "todo se dio de manera muy natural", cerró.

Los pequeños prodigios participaban al cierre de la edición en el 14° Encuentro de Jóvenes Talentos de Piano, en homenaje a Claudio Arrau.