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Con viñateros de Itata lanzan plan especial para la uva vinífera

MAULE. Entró en vigencia el 16 de enero tras su publicación en el Diario Oficial.
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Representantes de los productores viñateros del Valle del Itata y las autoridades del agro regional viajaron hasta Maule para ser parte de la jornada de lanzamiento del Reglamento Especial para Uva Vinífera, que fue encabezada por el ministro (s) de Agricultura, Claudio Ternicier. Este reglamento responde a una necesidad de fortalecer la transparencia del mercado de la uva vinífera, considerando que existen asimetrías de información entre los productores y la industria.

Según explicó Ternicier, el reglamento -que fue elaborado de forma participativa entre los sectores público y privado- tiene como objetivo establecer las metodologías para la medición de la masa o volumen de la uva para la elaboración de vino y la calibración de sus equipos, así como también de la publicación de un listado de precios de referencia y la formalización de la recepción del producto, tal como se establece en la Ley N° 20.656.

"Este es un paso adelante", afirmó el seremi de Agricultura, Rodrigo García, quien además enfatizó que el reglamento va a ser fundamental para los pequeños agricultores. "También va a ayudar al trabajo que se está haciendo en los centros de acopio. Esto va a facilitar la comercialización de los viñateros y tengan más garantías de que se esté cumpliendo el reglamento de pesaje, pero también va a transparentar los precios de mercado para muchos agricultores que venden en el mercado spot, que es el que opera regularmente en la región del Biobío" precisó la autoridad.

Esta iniciativa fue revisada durante el año 2015 por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) del Minagri, en conjunto con todos los actores del sector dada la necesidad e interés que existía porque este reglamento se encontrara vigente durante la temporada 2016.

Uno de los puntos que establece este reglamento es la regulación de la venta por "kilo corrido" de uva. Por este motivo, el reglamento será evaluado y revisado durante este año para así poder realizar mejoras a futuro, que transparenten aún más la comercialización del producto.

Por su parte, el director (s) de Indap Biobío, Juan Hermosilla, valoró la puesta en marcha de este reglamento.

"Es un tema que enfrentamos con mucho agrado. Para los pequeños productores una herramienta que estaban esperando por mucho tiempo y le agrega un elemento trascendental que es la mayor transparencia en la transacción que ellos realizan con los poderes compradores. Por lo tanto, desde esa perspectiva es un tremendo aporte y nosotros como Indap valoramos que se haya avanzado en esta línea de trabajo", dijo.

Charles Rodríguez, presidente del comité viñatero de la comuna de Coelemu, que agrupa a 180 productores viníferos, destacó que es el comienzo de un trabajo que estaban solicitando a las autoridades. "Ahora se podrá regular el pesaje y también la muestra y contramuestra. Es algo que muchos pequeños productores estaban pidiendo. Nosotros nos hemos asociado como agricultores para poder enfrentar de mejor forma nuestras futuras ventas de productos en volúmenes", enfatizó.

"Centralismo ahora en salud"

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Académico de la U. del Bio Bio.

Desde hace un tiempo considerable se han hecho evidentes algunas lamentables limitaciones que aquejan al sector salud en Chile.

Si bien es reconocible que estas limitaciones aquejan de manera general en todo el país, no es menos cierto que se vuelven más claras en la medida en que los territorios regionales se ubican más lejos de zonas centro, resaltando el marcado centralismo que caracteriza nuestro país, cuyos efectos sobre la calidad de vida si bien que no se restringen a salud se acrecientan notoriamente conforme lo crítico de ello para el bienestar.

El centralismo es persistente en Chile, aún consignando los efectos que presenta sobre la eficiencia y eficacia de las políticas, afectando tanto la pertinencia de inversiones en cuanto a su sintonía fina con lo que el territorio requiere como en la velocidad de implementación de las mismas.

Ello es patente en la postergación de proyectos urgentes para los territorios, como aquellos relacionados con salud y tal como lo es la necesidad de un hospital en Chillán, acorde a lo requerido por la población ñublensina.

En este sentido, es conocida la demanda de larga data por servicios de salud acorde a las necesidades territoriales de Ñuble y sin embargo la respuesta a ellas suele entramparse en una trama de orden burocrático y centralista, que retrasa soluciones y afecta la calidad de vida.

Aquí se hace evidente que el desarrollo armónico no pasa sólo con destinar recursos sino que también que estos lleguen en el tiempo y características que las condiciones de cada territorio demanden, lo que por cierto se vuelve mucho más delicado en un tema tan relevante como lo es la salud de cada uno de los chilenos.

Ariel

Yévenes