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Agricultores del biobío disponen de más de $7.890 millones de pesos en créditos

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Los productores de la Agricultura Familiar Campesina (AFC) disponen de más de $ 7.800 millones de pesos en créditos para inversión productiva dispuestos por INDAP para toda la región. Para el director regional (s) de INDAP, Juan Hermosilla, estos recursos, presupuestados para el año 2016, permiten mejorar la capacidad productiva de los pequeños agricultores.

"El crédito, como instrumento de fomento productivo permite que el Gobierno llegue de forma oportuna en apoyo a la Agricultura Familiar Campesina, incentivando proyectos e iniciativas que hacen la diferencia en el día a día del campo. En el 2016 INDAP Biobío dispone de más de $ 7.890 millones de pesos en créditos, a los cuales los productores pagan tasas de interés del orden del 6% anual, transformando la realidad de los campesinos de nuestra región".

Otro punto destacado por Juan Hermosilla es la reducción de interés para las mujeres rurales que soliciten estos créditos, atendiendo al programa Adelante Mujer Rural, "esta iniciativa, que atiende a los Lineamientos Estratégicos de INDAP, permite que discriminemos de forma positiva a quienes son las mejores pagadoras. Con este programa las mujeres que paguen de forma oportuna obtienen un descuento adicional del 30% en el interés en sus cuotas. Otros beneficio es que las usuarias embarazadas que lo requieran podrán prorrogar y/o renegociar el pago de una cuota o del crédito con la sola presentación del certificado de pre o post natal".

Desde el 2010 el crédito disponible para los agricultores de la región ha crecido un 64%, de $ 4.795 millones a $ 7.891 millones el 2016. El año pasado, la cobertura total la región fue de 6.491 agricultores atendidos por este instrumento.

Chile celebra en Seúl la entrada de cerezas chilenas a Corea

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En el último día de su gira a Asia, donde encabezó una delegación público-privada que verificó in situ el ingreso y agilización de trámites para diversos productos agroalimentarios en China y Corea del Sur, el ministro Carlos Furche participó en la ceremonia de apertura del mercado coreano para las cerezas chilenas, evento al que asistieron importadores. Corea es un mercado con consumidores cada vez más exigente de alimentos de calidad e inocuos y, en ese sentido, el prestigio sanitario chileno juega un rol relevante para abrir fronteras a la producción nacional de alimentos.

Ñiquén: Cooperativa arrocera se alista a comprar 100 hectáreas

ÑUBLE. Gremio de agricultores ubicado en la provincia de Ñuble espera concretar este año la primera adquisición de terrenos que actualmente arrienda al Ministerio de Bienes Nacionales.
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Cinco mil quintales de arroz es la producción anual que durante los últimos años ha conseguido la Cooperativa Santa Estela, organización gremial de la comuna de Ñiquén -en la provincia de Ñuble- que se caracteriza por ser la más austral del país en este rubro.

Pero no sólo eso distingue a esta entidad que fue fundada en 1992 con 24 socios, de los cuales hoy se mantienen 17. Además, se trata de una cooperativa que ha dado un gran salto en su productividad -que prácticamente se ha duplicado en las últimas dos décadas- y se apresta a uno de los principales hitos de su historia: la compra de las primeras 100 hectáreas del terreno que actualmente arriendan al Ministerio de Bienes Nacionales.

El éxito en materia productiva se explica principalmente por la incorporación de tecnología a las faenas agrícolas, que implicó un significativo avance en relación a la producción por hectárea. Esta pasó de entre 42 a 45 quintales por hectárea, cuando no se contaba con asesoría ni elementos tecnológicos, a entre 80 y 82 quintales en la actualidad.

"Postulamos a la incorporación de maquinaria a nuestras faenas y por intermedio de Indap compramos los elementos que nos permitieron trabajar mucho mejor. Así, los rendimientos fueron otros y aumentaron cada año", explica Exequías Cerda, presidente de la Cooperativa Santa Estela.

En la actualidad, el principal desafío de la organización es poder concretar la compra de las primeras 100 hectáreas de los terrenos que pasaron a manos del Estado tras el fallecimiento de los propietarios originales.

Una gestión que han anhelado prácticamente desde su creación como organismo, pero que podría concretarse este año, gracias a la buena temporada del rubro y los ahorros que ha conseguido la cooperativa.

"Hoy pagamos mensualmente al gobierno un monto determinado, que corresponde al arriendo. Pero ser propietario es otra cosa. Hay que considerar también que como dirigencia también nos vamos envejeciendo y lo que buscamos es no dejar endeudadas a las nuevas generaciones. Por eso, el objetivo es comprar el terreno al billete, y a eso se debe que se hará en etapas", precisa Cerda.

Ventaja de cooperativa

En relación a la importancia de ser una cooperativa agrícola, Exequías Cerda explicó que claramente se logran ventajas tanto a la hora de comprar los insumos, como de comercializar su producción.

"Todo es más difícil para la gente que no se encuentra en una organización. Hoy los que tienen prioridad y los que pueden alzar la voz son las organizaciones. En nuestro caso, sembramos unas 70 hectáreas de arroz y cuando vamos a vender esa producción son entre 4 mil y 5 mil quintales. Entonces, estamos hablando de otra atención por parte de los compradores", ejemplifica.

Lo mismo ocurre en el caso de los insumos, donde pueden acceder a mejores ofertas, por tratarse de compras en grandes volúmenes.

Comercialización

-¿Se ha dado un recambio generacional en la organización?

-Poco, porque la juventud en general se va a las ciudades y nos van dejando a los viejos solos. Por eso anhelamos tener maquinaria. Porque puedo tener 80 años y estar sentado viendo las maquinarias que hacen la pega. Pero a esa edad, e incluso antes, como yo que tengo 60, es más difícil para meterse en el arroz, porque hay que meterse en medio del barro. Pero la maquinaria hace la pega.

-¿Cómo es la comercialización del arroz en la actualidad?

-Se entrega todo el arroz a Tucapel. La Cooperativa hace de cabeza y nos desentendemos de ese tema. Los socios me tienen un poder; durante 17 años entregamos la producción a otra empresa. Pero el último año que entregamos, nos jugaron chueco y nos quedaron debiendo $45 millones, que luego se perdieron porque ese molino quebró y luego desapareció.

-¿Cómo los impactó eso en lo cotidiano?

-Bueno, fue difícil, porque quedamos debiendo el arriendo a Bienes Nacionales. Gracias a Dios, nos condonaron esos montos -alrededor de 120 millones- y yo estaba demandado al Consejo de Defensa del Estado. Pero pudimos apelar a Santiago por los intereses y las multas que me las estaban cobrando muy caras y al final los bajamos a 56 millones, que tuvimos que pagar sí o sí, porque estaba demandado.

-¿Cómo se ha comportado el nivel de precios en los últimos años?

-En estos últimos años ha cambiado poco. No ha estado malo el precio y se ha defendido bastante. Claro que siempre los agricultores queremos más. Aunque reconocemos el apoyo de instituciones como Indap, que significan un aporte importante para continuar en el rubro.

5 mil quintales

es la producción anual de la organización de la comuna de Ñiquén.