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Caída con Cobreloa estrecha margen de error como visita para el Rojo

FÚTBOL. Ante los nortinos, chillanejos completaron tres derrotas fuera de casa, mismo número de tropiezos que tuvo en todo el Apertura, y aún le restan cuatro pleitos como forastero.
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Una de las premisas sobre las cuales el técnico Fernando Díaz ha estructurado su trabajo al mando de Ñublense en la Primera B, es la fortaleza que el equipo debe mostrar en el Nelson Oyarzún, y salvo un empate con Cobreloa, y una derrota con Curicó (ambos en el Apertura), los Diablos Rojos han ganado todos sus demás pleitos.

Sin embargo, para pelear por objetivos importantes, es fundamental rescatar unidades fuera de casa, situación que lamentablemente para las pretensiones ñublensinas no ha podido plasmarse. Si bien, en el Apertura, el equipo solo perdió en tres ocasiones (Serena, Copiapó y Concepción), empató cuatro, solo sumó un triunfo.

Pese a que al término del primer certamen, se reconoció que el desempeño fuera de la provincia de Ñuble fue deficiente. Tras seis fechas jugadas, el equipo ya completó el mismo número de caídas que en el Apertura, con la diferencia que aún le restan por jugar como visita cuatro pleitos, ante tres de los rivales más fuertes más fuertes de la serie: Curicó, Temuco, Rangers, y Everton.

Complicado calendario

Si bien, la deuda es de visita, como local, las cosas tampoco se vienen fáciles para los dirigidos de Fernando Díaz. De acuerdo al fixture, en lo que queda del Clausura, los Diablos Rojos se deberán ver las caras en el Bicentenario Nelson Oyarzún con Puerto Montt, el próximo domingo a contar de las 20 horas.

Y no obstante, haberle ganado en su cancha en el Apertura por 2-0, el elenco Salmonero viene precedido de buenos resultados, que lo tienen actualmente en la segunda plaza del torneo.

Posteriormente el elenco chillanejo enfrentará de Deportes Concepción, Coquimbo Unido, Iberia, y San Felipe, equipos, salvo el representativo de la cuarta región, que pelean palmo a palmo con los chillanejos la posibilidad de meterse a la liguilla, cuyo ganador deberá definir ante Everton el segundo cupo para retornar a la primera división.

Considerando los partidos que le quedan por jugar de visita, el panorama no se ve muy auspicioso en términos de mejorar el rendimiento. El próximo fin de semana tendrá que desplazarse a Curicó para jugar el "clásico" ante los dirigidos de Luis Marcoleta, único cuadro que le ha podido ganar en Chillán hasta el momento.

La próxima estación será el Germán Becker, donde enfrentará a Deportes Temuco (actual líder del certamen); Talca, donde medirá fuerzas con el siempre complicado Rangers, y finalmente viajará a la quinta región a enfrentarse con Everton.

Cabe recordar que el elenco de Viña del Mar, ya tiene asegurado disputar con el ganador de la liguilla del Clausura, en partidos de ida y vuelta, la opción de volver a la primera división. Por lo anterior, el choque con los "oro y cielo", será un buen parámetro de medición respecto a las posibilidades del Rojo en caso de que los dirigidos de Fernando Díaz ingresarán y se adjudicaran la postemporada.

Baja de rendimiento

Más allá de lo que pueda pasar en los próximos partidos, lo concreto es que el nivel actual fuera de casa sufre una ostensible merma. No obstante, el último pleito en Calama se perdió por dos desconcentraciones en balones detenidos, son varias las razones del bajón futbolístico fuera del Nelson Oyarzún.

Si bien, en términos generales, la última línea ha respondido, la zona media, especialmente la creación ha estado al debe, salvo algunos chispazos de Pablo Parra, y Juan Oviedo en la derrota frente a Magallanes. De no ser por la constante movilidad de Varas o Rentería, las posibilidades de llegar al arco rival serían aún más reducidas.

Es el técnico Fernando Díaz el encargado de poder encontrar el balance entre el rendimiento de local y forastero. Se ha jugado casi la mitad del torneo, y el equipo no muestra mejorías en relación a lo hecho en el Apertura. Será el esquema, la disposición, la cancha, el árbitro?, lo concreto es que a estas alturas, el hincha no se conforma con verlos ganar solo en el Nelson Oyarzún. Quiere y necesita celebrar todas las semanas, independiente de la cancha donde los Diablos Rojos jueguen.

¿Aspecto sicológico?

El no ganar de visita hace más de cuatro meses, sin duda, preocupa al interior del plantel. Tomando en consideración el prolongado lapso, incluso algunos jugadores deslizaron después de la caída ante Magallanes que los malos resultados podrían deberse a un tema sicológico, que a la luz de los hechos tal vez podría tener algún asidero, y debiera ser considerado por la institución. De lo contrario, podría poner en serio riesgo la opción de entrar a la liguilla, última instancia para volver a la primera división, y que Ñublense en el año de su centenario pueda volver a estar entre los grandes de nuestro balompié, tal como lo señaló la dirigencia desde que se bajó a la 1° B.

3 derrotas

lleva el equipo en el Clausura, mismo número de caídas que durante todo el Apertura. 4

son los pleitos que le quedan por jugar fuera de Chillán. Ante Curicó, Temuco, Rangers, y Everton.