El balompié femenino de la provincia de Ñuble se había transformado en un constante animador de las competencias. En el 2014 las integrantes de la Liga Renacer Femenina de Chillán organizaron el Campeonato Nacional que se jugó en el Estadio Arístides Bahamondes de Chillán Viejo, en el cual culminó el segundo lugar, al igual que el 2015 en Puerto Varas.

No obstante, en la versión 2016, los resultados no fueron los esperados, y debieron conformarse solo con la cuarta plaza, de la cita que se jugó en la capital de la región de Los Ríos.

Las dirigidas de Luis Jorquera, formaron parte del A (eran dos series), junto a la selección local, Antofagasta y Castro. En el debut cayeron por la cuenta mínima ante el elenco de la Perla del Norte. En el segundo duelo, golearon a la escuadra chilota por 4-0; en tanto, que la última brega fueron apabullados por las valdivianas por 5-0, resultado que las ubicó finalmente en el cuarto puesto (entre ocho rivales).

Inesperado

Para Carola Vergara, delegada de la selección de la Liga Renacer, la actuación en el Nacional no respondió a las expectativas que se habían cifrado. "No sé qué le pasó a las chicas, lamentablemente no pudieron encontrar su mejor juego, lo que se tradujo en un cuarto lugar que no se condice con el equipo que teníamos", lamentó la dirigente.

En relación a las causas que pudieron gatillar lo acontecido, Vergara atribuye el bajón a que el equipo no realizó un buen trabajo físico antes de la competencia. "Creo que nos faltó efectuar una mejor preparación física. No obstante, en marzo comenzaremos un nuevo trabajo con el que buscaremos nivelar esa carencia y fortalecer el tema grupal de cara a los nuevos desafíos, siendo el primero de ellos un interegional en Chillán entre abril y mayo", puntualizó la delegada de la selección.

No obstante, la provincia de Ñuble, en especial Chillán, se ha caracterizado por ser una zona de grandes tenimesistas, el nombre de Alejandro Rodríguez, sin duda está en el lugar más alto de esa rica tradición.

Miembro de una de las familias precursoras de la disciplina a nivel provincial, seleccionado nacional en innumerables oportunidades, lo que a lo largo de sus 27 años de carrera lo ha situado como uno de los habituales animadores de la disciplina a nivel latinoamericano. "Sin duda alguna que como logro mi participación en las Olimpiadas de Atenas 2004 (mismo año que González y Massú lograron oro olímpico), fue lo más importante", recordó Rodríguez.

A sus 37 años, las condiciones que lo llevaron a situarse en lo más alto del tenis de mesa, siguen intactas. De hecho, hace dos semanas jugó en Puerto Rico el latinoamericano por equipos, donde se quedó con la tercera plaza del certamen.

Regreso

Sin embargo, el deportista chillanejo está consciente que se encuentra en la última etapa de su carrera, razón por la cual tiene contemplado radicarse en Concepción (junto a su esposa) y aprovechando la cercanía con la capital de Ñuble, hacer clases de tenis de mesa en la Universidad del Bío Bío (UBB)

"En estos momentos estoy en el final de mi carrera. Regresó en marzo a la región donde participaré en varios proyectos tanto en Concepción como Chillán donde haré clases en la Universidad del Bío Bío dos o tres veces por semana. La idea es aprovechar mi experiencia y poder contribuir a formar jugadores que puedan estar en el futuro a un buen nivel nacional e internacional", explicó con un dejo de emoción el destacado tenimesista.

Si bien, valora el gran trabajo que están realizando tanto dirigentes como en lo formativo, Rodríguez cree que aún falta para alcanzar un nivel que se traduzca en un mayor número de convocados a las diferentes selecciones.

"Actualmente hay mucha gente jugando y trabajando en tenis de mesa. No obstante, se están haciendo las cosas bien, falta para que se eso se refleje en un mejor nivel que permita lograr un mayor número de deportistas en las selecciones. No quiere decir que vaya a ser un súper técnico, pero trabajando en conjunto podremos tener mejores resultados", remarcó Alejandro Rodríguez.

Mundial

Alejandro está casado con la destacada tenimesista nacional (octava a nivel latinoamericano), la penquista Paulina Vega. De profesión kinesióloga, la deportista se prepara para viajar próximamente al mundial de la disciplina (categoría Todo Competidor), que se jugará entre el 27 de febrero y 5 de marzo en Malasia.

Sobre las expectativas en la justa deportiva, Vega se toma las cosas con calma. "Ascendimos hace un par de años a la segunda división, lo que sin duda es muy bueno. Por lo tanto, la idea es mantenernos en dicha categoría aunque sabemos que deberemos enfrentar a complicados rivales", enfatizó.

Después de su periplo por Asia, Vega jugará en abril el latinoamericano (se llevará a cabo en territorio nacional), que entrega los pasajes a los próximos Juegos Olímpicos.