Secciones

¿Por qué no todas las personas superan los malos momentos?

ESTUDIO. La capacidad de recuperarse de un periodo difícil, conocida como resiliencia, se expresa de manera diferente y no aparece de inmediato.
E-mail Compartir

Pamela De Vicenzi

La resiliencia es la capacidad que tiene una persona de recuperarse de un periodo difícil. El divorcio, la cesantía o la muerte de un familiar son algunos eventos dramáticos que pueden derivar en trastornos sicológicos si no se enfrentan de manera adecuada.

Ciertos estudios han apoyado la dea de la resistencia innata que el ser humano tiene para hacerse cargo de estos problemas, superarlos y continuar su vida. Sin embargo, la resiliencia podría no estar presente en todas las personas, según una investigación reciente de la Universidad Estatal de Arizona (EE.UU.).

Este estudio considera que la capacidad de recuperación natural puede no ser tan común como se pensaba y que cuando la persona se enfrenta a un gran evento que altera su vida, la lucha puede durar incluso por un periodo más largo.

La investigación fue publicada en la revista Perspectives on Psychological Science.

Resiliencia no natural

Frank Infurna, académico de Arizona y autor del estudio, señaló que en su trabajo "se demuestra que, contrariamente a un amplio cuerpo de investigación, cuando los individuos se enfrentan a factores estresantes de la vida, como la pérdida de un cónyuge, el divorcio o el desempleo, son propensos a mostrar una disminución sustancial en el bienestar y estas caídas pueden persistir durante varios años".

El especialista apuntó a las investigaciones anteriores que señalan que los individuos suelen ser resistentes a las principales fuentes de estrés.

"Cuando ponemos a prueba estas hipótesis más a fondo, nos encontramos con que la mayoría de las personas están profundamente afectadas y puede tomar varios años para que se recuperen y vuelvan a los niveles anteriores de funcionamiento", indicó.

Infurna, junto a su colega Suniya Luthar, quisieron comprobar las teorías previas respecto de la resiliencia vista como una capacidad natural del ser humano. "Nuestros resultados van contra la corriente y muestran que puede haber más", sostuvo Infurna. "No puede darse el caso de que la mayoría de la gente es imperturbable y está bien".

Hallazgos

Para comprobar su premisa, Infurna y Luthar revisaron un estudio con datos longitudinales de Alemania, en el que aparecían detalles que consignaban cuán satisfechas estaban las personas con su vida.

Dentro del análisis hubo comparaciones entre casos de parejas con el fin de contrastar sus reacciones frente a ciertos eventos importantes de su familia. Los investigadores detectaron que la resiliencia no aparece de manera inmediata en algunas personas y que a veces "pierden" años en tratar de volver al estado inicial.

Dar un tiempo para que la persona haga frente por sí sola al estrés podría no ser la mejor manera de conseguir de nuevo la funcionalidad completa. Por esta razón, los autores del estudio sugirieron revisar los métodos para tratar los eventos traumáticos.

"Estos son los principales cambios cualitativos en la vida de una persona y que pueden tener un impacto duradero en sus vidas", explicó Infurna. "Proporciona cierta evidencia de que si la mayoría de las personas se ven afectadas luego (de estos eventos), sin duda las intervenciones deben ser utilizadas en términos de ayudar a estos individuos en respuesta a estos eventos".

Lo que puede decir un examen de sangre

Un estudio similar, aunque desde la biología, presentaron investigadores de la Universidad de Tel Aviv (Israel), quienes aseguraron que se puede detectar la capacidad de enfrentar el estrés a través de la sangre. Mediante los genes y la resonancia magética, determinaron que la función cerebral responsable de regular la respuesta ante el estrés está interrelacionada con elementos regulatorios moleculares que generan un perfil personal de resiliencia ante situaciones estresantes.

Rompe paradigmas, transforma tu vida

E-mail Compartir

Una foto del Papa Francisco recorrió hace poco las redes sociales, provocando innumerables comentarios. El líder de la Iglesia Católica aparecía soltando una alegre carcajada, rompiendo una vez más la tradición y alejándose de formas almidonadas impuestas durante siglos.

Es evidente que el Papa, con su risa contagiosa, diluye muchos esquemas. Como es de esperar, esto sucede con la aprobación de unos y la crítica de otros, una dicotomía común cuando se rompen paradigmas.

En su libro "La estructura de las revoluciones científicas", el pensador y escritor norteamericano Thomas Kuhn apunta que "romper un paradigma sería proponer modos de ver las cosas en contra de la forma tradicional y buscar soluciones fuera de lo considerado normal". Muchos no aceptan nuevas formas de ver y enfrentar el mundo, se resisten a renunciar a pensamientos y hábitos establecidos y temen al cambio, a pesar de lo negativo que el inmovilismo implica.

¡Romper paradigmas es cambiar lo que puede y debe ser cambiado! ¿Qué hay de malo en una buena carcajada, aunque provenga de la autoridad religiosa más importante del mundo? ¿Qué pensamiento ético o estético sustenta la costumbre de esconder la felicidad? ¡Ninguno! Cuando rompemos paradigmas, vencemos temores, definimos nuevos caminos y nos alejamos de la rutina personal, social o laboral. Para hacerlo, debemos confiar en nosotros mismos y ser apasionados.

Los seres humanos, por lo general, somos adictos a los hábitos; reverenciamos -en ocasiones, hasta lo irracional- costumbres y tradiciones que solo sirven para frenar la creatividad y obstaculizar el desarrollo. Lamentablemente, a veces creamos y promovemos algunas rutinas perjudiciales, y luego sufrimos sus secuelas negativas.

Una experiencia nada saludable -por ejemplo, un accidente de tránsito- puede provocar patrones de conducta guiados por el temor. Es muy probable que, en lo adelante, temamos subirnos de nuevo a un auto. Si no nos reponemos, alimentamos ese hábito nacido del miedo.

¿Cómo luchar contra los temores? ¿Hasta dónde respetar hábitos y tradiciones? ¿Cómo convertir experiencias negativas en positivas? ¿Cómo romper paradigmas? En todos esos temas he pensado al diseñar el nuevo curso online "Rompiendo paradigmas para elevar y transformar nuestra vida", que impartiré próximamente en Atlantis University. ¡Tú también puedes!

Ismael Cala

Un mecanismo cerebral hace que la gente olvide lo aprendido, según estudio

E-mail Compartir

Dicen que una vez que se aprende a andar en bicicleta, la persona no se olvida más de cómo hacerlo. Sin embargo, el cerebro realiza un mecanismo que de manera activa trata de enviar al olvido la información. Por esta razón, muchas personas que no suelen andar a menudo en bicicleta terminan perdiendo el equilibrio.

Un estudio del Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL, en inglés) y la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla) pone a la luz el mecanismo cerebral que produce este fenómeno. El artículo fue publicado en Nature Communications.

"Esta es la primera vez que una vía en el cerebro se relaciona con el olvido, para borrar de forma activa los recuerdos", indicó Cornelius Gross, líder de la investigación.

Al nivel más simple, el aprendizaje consiste en hacer asociaciones y acordarse de ellas. A través de un análisis en ratones, Gross y su equipo estudiaron el hipocampo, una región del cerebro que interviene en los recuerdos.

Mediante una analogía, los científicos explicaron que la información ingresa por el hipocampo a través de tres vías diferente. Cuando los recuerdos quedan cimentados, las conexiones entre las neuronas a lo largo de la "ruta principal" se hacen más fuertes.

Cuando los investigadores bloquearon esa ruta, descubrieron que los ratones ya no eran capaces de aprender una respuesta "pavloviana", esto es, asociar un sonido a una consecuencia y anticiparla. Los resultados arrojaron que a través de este fenómeno las conexiones se debilitan y la memoria se puede borrar. Esta situación solo ocurre durante el aprendizaje.

"Hay un espacio limitado en el cerebro, por lo que cuando se está aprendiendo, tienes que debilitar algunas conexiones para hacer espacio a lo demás. Para aprender cosas nuevas, hay que olvidar las cosas que has aprendido antes", indicó Gross en un comunicado.

Las causas del fenómeno

Origen

El cerebro tiene tres vías por donde ingresa la información. Al bloquearse una de ellas, las conexiones se debilitan y producen pérdidas en la memoria.

Razón

El cerebro necesita disponer de un espacio en medio del aprendizaje, por lo que debilita conexiones para guardar información.