En La Unión, Región de Los Ríos, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, anunció la conformación de una Política de Uso de Leña y sus Derivados para Calefacción, al mismo tiempo que firmó el Decreto que crea el Comité Interministerial de Leña y sus Derivados.
Se trata de un paso más del Ejecutivo por combatir los efectos que el principal combustible utilizado en el invierno por las familias chilenas tiene en la contaminación del aire que causa a la vez nocivas consecuencias para la salud de las personas. Cabe recordar que ya en 2014, la Mandataria recibió un informe de un grupo de trabajo sobre desafíos ambientales para su mandato, el que determinó que la calidad del aire en el país supera los niveles establecidos, especialmente en lo que respecta al material particulado respirable PM 2,5.
La primera medida adoptada en 2014 fue
decretar seis nuevas zonas saturadas, la Región Metropolitana (MP 2,5), Curicó (MP10 y MP2,5), al Gran Concepción (MP2,5), Los Angeles (MP10 y MP2,5), Valdivia (MP10 y MP2,5) y Coyhaique.
En el caso de Chillán, declarada como zona saturada en 2012, actualmente se encuentra ad portas de comenzar a aplicar un Plan de Descontaminación Ambiental.
Sin embargo, el gobierno apunta más allá, concretamente "a ser capaces de continuar aprovechando todas las ventajas de la leña, con un uso eficiente, que nos evita también la deforestación del bosque nativo, pero también nos evita la contaminación del aire, porque afecta gravemente la salud de las personas", afirmó la Presidenta.
Las medidas concretas de este producto fueron tomadas de diversas opiniones planteadas en Mesas de Calefacción Eficiente y Dendroenergía, realizadas entre 2014 y 2015. Los principales ejes de esta políticas serán: edificaciones más eficientes, uso de leña sustentable y de calidad, otros usos energéticos derivados de la madera para calefacción, tecnologías más eficientes para calefacción, Institucionalidad y Educación.
Según ha enfatizado la Presidenta, esta política no va en contra del uso de la leña, sino por exigir la utilización de este combustible seco, mejorando eficiencia de los equipos de calefacción y la aislación térmica en los hogares, y mediante un producto extraído con planes de manejo. Lo importante es que por primera vez un gobierno decide abordar una materia tan sensible para la comunidad y con una apuesta sustentable de futuro.