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Iba a entrenar con uniforme y casi se desmaya cuando convirtió su primer gol

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Saltó del fútbol de los barrios al primer equipo de Ñublense. En un momento tuvo que elegir entre ser profesional y terminar cuarto medio y tras marcar su primer gol casi se desmaya.

Es Jimmy Castro, uno de los jugadores identificados con la camiseta de los Diablos Rojos y que incluso fue parte de una selección Sub 20 de Chile. No sin antes integrar selecciones del fútbol amateur de Chillán, siendo la más trascendente la Sub 20 de 1994 con 16 años gracias a sus participaciones en equipos como Avance y Lucero de la extinta Liga Andaba.

Ya en los Diablos Rojos debutó contra el Deportivo Cali de Colombia en un partido amistoso en 1995, partido en el cual mostró toda la pasión del barrio, la misma que lo llevó a vestir las camisetas de Rangers y Arica.

Actualmente es profesor de educación física del Colegio Darío Salas y también juega por diferentes series del Deportivo Chillán Viejo de cuyos dirigentes dijo estar eternamente agradecido. Aunque también vistió la camiseta de Estrella del Pacífico, el rival de El Lucero.

-¿Cómo llegaste a Ñublense?

- Después de participar en la Selección de Anfa Chillán el profe Esaú me llevó a cadetes. No tenía idea quien era él, no sabía nada de su historia. Fue a mi casa a pedir permiso para que pudiera jugar y mi mamá no me quería dejar ir porque era muy chico. Hasta cuando empecé a jugar en cadetes nunca antes había ido al estadio a ver un partido. Jugué pocos partidos en cadete y cuando el profe Esaú sube al primer equipo me pidió de inmediato. Entré en julio a cadetes y en septiembre estaba en el primer equipo. Lo malo es que el primer año no pudo jugar porque no estaba inscrito.

- ¿Cuál era tu objetivo en el fútbol?

- No tenía idea donde estaba parado. Mi meta principal era ser profesor de educación física, pero sabía que económicamente no me iba a alcanzar y sabiendo que era atleta y jugaba básquetbol, más el fútbol profesional, pensé que con ello podía optar a una beca deportiva.

- ¿Cómo fue el primer día de entrenamiento?

- Fue difícil, no conocía a nadie, en una jugaba fui a disputar una pelota con Guillermo Pascual que era un argentino grande y voy con todo a ponerle el cuerpo y lo saco, se arrastró por el suelo y salgo jugando, luego hice un gol. Me agarraron a patadas.

- ¿Cómo recuerdas ese partido con el deportivo Cali?

- Me acuerdo que tenía el pelo largo, fue la primera vez que iba al estadio por un partido de Ñublense y creo que lo hice bien para la edad que tenía, todavía no tenía ni 17 años. Fue raro sentir los gritos de la gente. A medida que fui jugando comencé a sentir la presión y eso me afectó.

- ¿Después aumentaron las opciones de jugar?

- Eso fue lo malo porque tenía que entrar al colegio y mi mamá nunca quiso que jugara a la pelota. Ahí perdí terreno, justo para los partidos de Copa Chile de 1995.

- ¿Qué recuerdas de ese partido por la Selección Chilena?

- Fue en 1996, fue una Selección Sub 20 del sur y que era una preselección que iba a jugar en Qatar, jugamos contra otro combinado del sur y era el único de Ñublense.

- ¿El primer gol por Ñublense?

- Esa es una historia muy larga, pero fue contra Cobresal en 1996. Poco antes de empezar el campeonato le dije el profe Hugo Solís que tenía que entrar a clases y que no sabía cómo lo iba a hacer con los entrenamientos, yo estaba en cuarto medio y me dijo que si no, no podía ir a los entrenamientos en un cien por ciento tenía que renunciar. Mi mamá me dijo que tenía que estudiar. Me retiré, saqué mis cosas del camarín llorando, los más grandes me preguntaba qué me pasaba, me quedé callado. Me fui y el profe les dijo que yo no quería jugar más. Estaba con depresión, me pasé el fin de semana llorando.

A la semana siguiente Ñublense jugaba con Rangers y pierde 5 a 0. Llega el viernes siguiente y el equipo tenía que hacer la práctica de fútbol para enfrentar a Cobresal que tenía un tremendo equipo. Hugo Solís me manda a buscar a la sala de clases, veo a Miguel Hormazábal que entra al colegio y me dieron permiso. Me sumé al entrenamiento y lo hago en el equipo titular, me la jugué toda y el profe me dijo que iba a jugar.

- ¿Y cómo fue el gol?

- El día del partido entré de titular, iban seis minutos, tiro de esquina, meto la cabeza y marqué el gol. Perdí la conciencia, corrí y luego me vi en la esquina, estaba ahogado. Todo lo que viví en la previa era complicado, me sacaron a los 30 minutos del segundo tiempo porque estaba acalambrado y toda la gente aplaudía. Después la gente de la radio me preguntaba que por qué me quería retirar y les dije que fue un mal entendido. Dije eso y nunca había contado esta historia hasta ahora. Después el profe Solís me aguantó que fuera a clases. Antes de los entrenamientos me iba a buscar Juan Covarrubias, llegaba al estadio con uniforme y me cambiaba allá mismo.

- ¿Tu mejor amigo en el mundo del fútbol?

- Tengo hartos, pero nunca voy a olvidar el apoyo de Luis "Carampangue" Zambrano, Freddy Lizama, Juan Covarrubias.

- ¿El mejor dirigente?

- Reinerio Iraira. Hizo muchas cosas, sobre todo por los jugadores que eran de afuera, los ayudaba con plata, cajas de comida, pero así mismo él perdió harto.

- ¿El mejor técnico?

- El profe Esaú Bravo por el liderazgo y manejo de grupo. En la cancha se mostraba lo que él quería.

"Una vez Nicolás Peric me preguntó que por qué no había jugado en un equipo grande, yo le respondía, si lo hice... jugué en Ñublense". "En mis clases nadie va con la camiseta de Colo Colo o la U, si quieren van con la de Ñublense".

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