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Construcción de biodigestores en plantel porcino parten a fines de abril

MEDIO AMBIENTE. Vecinos afectados por los malos olores que emanan desde las chancheras, esperan que la empresa cumpla su compromiso y no se aplace el proyecto.
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Ingrid Acuña Caballero

La promesa de Maxagro, firma que tiene dos planteles porcinos en Chillán Viejo, de comenzar a construir los biodigestores a principios de abril de este año, partirá solo fines de este mes, lo que podía retardar el proyecto, ya que los movimientos de tierra están proyectados para el día 25.

"No, para nada se atrasará la construcción la que se comprometió para abril y eso será así, ya que su edificación es de 6 meses. La única duda que tenemos, son que las lluvias de Chillán nos atrasen, la idea nuestra es que para la próxima temporada de verano este operativo el nuevo sistema de tratamientos. Los trabajos y cotizaciones están avanzando según los plazos. Cualquier inconveniente será informado a la comunidad y autoridades como corresponde", sostuvo Pablo Espinosa, gerente agroindustria Maxagro.

El Holding Maxagro, de la cual es filial la empresa Agrícola y Ganadera Chillán Viejo S.A, se comprometió con los vecinos de reducir en casi la totalidad el olor a purines de cerdo que contaminaban el aire en los sectores aledaños al plantel ubicado en la Ruta 5 Sur, a la altura del Kilómetro 415 y que en algunos casos incluso llegaban a Chillán.

"El objetivo del proyecto es mejorar la eficiencia de los tratamientos de los purines de los cerdos, en busca de mejoras ambientales directas, como también la reducción de olores y vectores en las zonas de influencia que en este caso es Chillán Viejo. La idea es aportar a la descontaminación a través de la generación de energías no convencionales renovables, a partir de la reducción de gases de efecto invernadero como lo es con la combustión del metano", explicó Pablo Espinosa.

En el sistema de biodigestión, el purín crudo ingresa directamente a la laguna sellada en su base con polietileno de alta densidad y cubierto con un domo que sirve para retener los gases, el que permanece en el biodigestor por un periodo de 15 a 20 días, lo que produce la digestión anaeróbica de la materia orgánica contenida en el purín, del cual se obtiene gas metano, anhídrido carbónico, y una fracción importante de nitrógeno orgánico es transformado en amonio.

"La empresa y su directorio se autoimpuso demostrar a las comunidades, autoridades y nuestros pares que es posible producir cerdos en forma amigable con su entorno, esto no ha llevado a un constante aprendizaje de nuevas tecnologías, hoy Biodigestor, es una tecnología que permite una tratamiento eficiente de los purines de los cerdos con un aporte al medio ambiente directo y mejorado por la retribución de cogeneración eléctrica", sostuvo Pablo Espinosa.

Es así como en la implementación de los biodigestores, se cambia el sistema tradicional de separación de purines, el que reduce las cargas de éstos para ser ocupados en riego de maíz y paralelamente se genera gas metano que se utilizara en la cogeneración eléctrica, para ser vendida a las compañías eléctricas.

"El cambio de tecnologías se produce una vez finalizada la construcción, pruebas de sellado y funcionamientos eléctricos, hidráulicos y operacionales, se destinan directamente los purines de los cerdos homogenizados sin tratar hacia el biodigestor por impulsión eléctrica y tuberías subterráneas, teniendo los purines una estadía dentro del biodigestor de 28 días, para posteriormente salga para ser regados en zonas agrícolas", aclaró Espinosa.

Preocupados

Este verano se intensificaron los olores, más que en otros años, según la opinión de los vecinos del sector sur de Chillán Viejo, donde algunos episodios de malos olores incluso llegaron a Chillán. Esta es una de las razones por las cuales los vecinos esperan que los biodigestores sean la solución para el 2017, tal como se lo informaron la plana mayor de Maxagro, quienes llevaron el 2015 a una delegación de chillanvejanos a los biodigestores de Pichidegua para conocer cómo funcionaba esta tecnología, en la que los olores eran casi nulos.

"Para los vecinos del sector sería una gran decepción que no se cumplieran los plazos y sería una gran decepción que una vez instalados los biodigestores no se acabaran los olores y no se cumplan los efectos que se comprometieron que van a provocar estos biodigestores", sostuvo Ulises Lari, presidente del Comité Medio Ambiental de Chillán Viejo.

En años anteriores los hedores terminaban a principios de marzo, pero este año, a raíz de las altas temperaturas, el miércoles 30 los vecinos de Llollinco y Quilmo registraron un episodio de malos olores, razón por la cual es primordial comenzar en los plazos establecidos la construcción de los biodigestores.

"Cuáles son los peligros que las obras no partan rápidamente y es que si los biodigestores no están operando en noviembre ¿Vamos a tener otra temporada de malos olores? De alguna manera hemos respaldado este proyecto estaríamos en una crisis de confianza, porque todos hemos puesto y lanzado los dados, en que la próxima temporada será sin olores y eso es lo que esperamos y lo que nos han prometido", indicó Ulises Lari.

Fueron en las fiscalizaciones hechas durante enero y febrero, por parte de la Seremi de Salud, que las fechas de construcción de los biodigestores nuevamente reflotaron, ya que se indicó que en el calendario de construcción, que entregó la empresa, las obras partirían a inicios de abril.

"Si parten los movimientos de tierra recién el 25, yo no sé con qué rapidez se construyen los biodigestores, pero me parece que estaríamos un poco atrasados ¿Y si tenemos un invierno de mucha lluvia? todo se atrasaría. Entonces tenemos puesta la confianza en el proyecto en que realmente Se va mejorar la calidad de vida de todos los habitantes del sur de Chillán Viejo, pero si no se cumple los plazos comprometidos realmente se gestaría una crisis de confianza respecto a las buenas intenciones de la empresa, pero hasta este instante todavía creemos en la empresa. Vamos a ver qué pasa en el camino", subrayó Lari.

El proyecto, que fue evaluado y aprobado por el Servicio de Evaluación Ambiental, indica que se considerará la construcción de 2 biodigestores para recibir los purines.

"El proceso de biodigestión es un método eficiente y de bajo costo para la producción de energía renovable y limpia. A través de esta tecnología, se puede producir combustible (biogás) y abono orgánico (efluente), éste último es un fertilizante de alta calidad y de fácil aplicación, reduciendo así la contaminación generada por el estiércol que de otra manera quedaría expuesto a la intemperie o depositado directamente en el suelo junto a otros residuos generados en los sistemas agropecuario", comentó Mauricio Careaga, seremi de Salud.

"El proceso de biodigestión es un método eficiente y de bajo costo para la producción de energía renovable y limpia. A través de esta tecnología, se puede producir combustible (biogás) y abono orgánico (efluente)".

Mauricio Careaga

Seremi de Salud

¿Qué es un biodigestor?

En su forma simple es un contenedor (llamado reactor) el cual está herméticamente cerrado y dentro del cual se deposita material orgánico como excremento y desechos vegetales (exceptuando los cítricos ya que éstos acidifican). Los materiales orgánicos se ponen a fermentar con cierta cantidad de agua, produciendo gas metano y fertilizantes orgánicos ricos en fósforo, potasio y nitrógeno.