El artífice de la clasificación histórica de Ñublense a la Copa Sudamericana
El 30 de abril es una fecha que quedó marcada a fuego en los hinchas de Ñublense.
Aquel equipo que coqueteó durante décadas con la Segunda y la Tercera División, tocaba el cielo y tras ganar a Audax Italiano en Linares clasificaba a la Copa Sudamericano, por el momento la exclusiva participación de los chillanejos en el concierto internacional.
Fue un partido complejo y cargado de emociones. El recinto estaba lleno, a pocos les importó pedir permiso en el trabajo o simplemente hacerse los enfermos con tal de ser testigos de un hecho histórico.
Se jugaban los minutos finales y el empate a dos se hacía presente y con ello todo se definiría en la última fecha ante la Universidad Católica en Santiago. Pero cuando el reloj marcaba el minuto 89, apareció Juan Francisco Viveros, quien desde la banca emergió para anotar el 3 a 2 y timbrar los pasajes a la Sudamericana.
El "Táctico" Viveros fue un jugador de trayectoria internacional, ya que tras jugar en el Lord Cochrane del fútbol amateur de Concepción, saltó a los cadetes de Huachipato y al fútbol de Portugal, no sin antes ser protagonista de un exitoso paso por la Selección Chilena Sub 20 de 1997 que dijo presente en el Sudamericano de Paraguay, evento en el cual Viveros fue el máximo artillero.
- ¿Cómo recuerdas el plantel histórico del 2008?
- No todos eran amigos, existían grupos, como es normal en todos los planteles. Estaba el grupo de los más rudos, los más chistosos y el de los más jóvenes. Pero ocurrió que ese año todos estábamos mentalizados en obtener algo y eso se fue dando partido a partido. El equipo comenzó a ganar y nos fuimos fortaleciendo y finalmente llegamos a una clasificación a la Copa Sudamericana. A la larga el plantel estaba muy unido, muchos jugadores no tenían opciones de jugar en otros equipos, pero tenían ganas de revancha.
- ¿Qué pasó después que no se mantuvo la campaña?
- Algo cambió, hubo algunos roces y problemas y de la gloria pasamos a casi bajar a Segunda División. El profe Fernando Díaz tuvo que salir del equipo, pero quedan los buenos recuerdos.
- ¿Tu mejor amigo en Ñublense?
- Conversaba mucho y tengo una muy buena relación con Leonardo Zamora. A veces no quedábamos conformes con el entrenamiento y partíamos al gimnasio para seguir entrenando, es un muy buen profesional. También con Luis Flores, con él tirábamos la talla y nos reíamos mucho.
- ¿Cómo viviste la situación de ser casi siempre banca?
- En esos dos años que estuve con Fernando Díaz siempre estaba como enojado con él porque sentía que estaba en condiciones de jugar y siempre me dejaba en la banca. Cuando entraba y el equipo estaba en desventaja siempre cambiaba el rumbo del partido y eso se lo manifestaba al profe Fernando. Pero ahora que estoy estudiando para ser técnico uno entiende las decisiones que se toman.
- ¿Cómo recuerdas ese gol que le marcaste a Audax Italiano y que significó la clasificación a la Copa Sudamericana?
- En ese partido también estaba en la banca, quedaban pocos minutos, estábamos empatando a dos y poco antes de hacer el gol me perdí otro, me metieron una pelota en profundidad desde la mitad de la cancha y me voy solo, trato de pasarme al arquero, el balón se me queda atrás, me pierdo el gol y todos en el estadio me gritaban de todo. Pero la pelota viene de vuelta se hace una jugada cortita, me dan el paso al medio y hago el gol. Diez segundos antes me querían matar y después me querían abrazar y celebrar.
- ¿Cuál fue tu sensación tras la conquista?
- Fue una alegría tremenda, fue partido muy difícil y sin duda fue uno de los goles más importantes de mi carrera por lo que significó para esta institución. Además, nunca jugamos en Chillán ese campeonato, sino que en Linares. Me acuerdo que la vuelta a Chillán fue tremenda, muy larga, no podíamos avanzar, la gente nos estaba esperando en la plaza, fue todo muy bonito.
- ¿Te sientes parte de la historia de Ñublense?
- Uno sabe que el jugador es de momentos y la gente te acompaña cuando te va bien y cuando deja la actividad de lado y se dedica a otras cosas es lindo que la gente te salude en la calle. Pero a mi la institución ahora no me invita a ninguna cosa o para los aniversarios. Es por eso que me siento parte de la gente que quiere Ñublense. Me siento parte de Ñublense, pero no de la gente que está trabajando en Ñublense.
- ¿Es diferente celebrar estos hitos con equipos chicos que con otros que se arman para ser protagonistas?
- Los equipos grandes están acostumbrados a eso y el jugador que nuca a estado en esos clubes se termina adaptando a eso, pero no se siente de la misma forma que hacerlo con un equipo chico. Fui campeón con el Sporting de Lisboa después de 18 años celebré, pero no fue la misma sensación de clasifica a la Copa Sudamericana con Ñublense, cuando se armó el plantel a principio de año, ni siquiera pensamos esa opción y es por eso que se celebra con mucha más euforia.
- ¿El gol más bonito por Ñublense?
- Creo que uno de cabeza que marqué a La Serena cuando se iba a derribar al estadio, íbamos perdiendo 4 a 0 y lo perdimos 4 a 3, casi lo empatamos y los tres goles los hice yo.
- ¿De dónde nace el apodo de "Táctico"?
- El "Táctico" salió en Santiago Wanderers, llegué a ese club como centro delantero, pero en Portugal me acostumbré a engancharme harto. En Wanderers pasó lo mismo y me junté mucho en el mediocampo con Jaime Riveros. Al final el técnico me puso al medio, de lateral, jugué hasta de central y por eso me pusieron "Táctico". Muchos pueden decir que tenía puro cabezazo, pero creo que también tenía buena técnica.
"Me llamaron de Unión Española, pero me quedé en Ñublense por el interés que mostró el técnico Luis Marcoleta". "Poco antes me había perdido un gol y después lo tuve nuevamente, fue algo muy emocionante".
2007 Llegó
Juan Francisco Viveros a Ñublense, año en el que también fue tentado por Unión Española.