128 años de la Escuela Normal de Chillán
Los gobiernos gastan por término medio un 3% de sus presupuestos sanitarios en salud mental, cifra que oscila entre menos de un 1% en países de ingresos bajos y 5% con ingresos altos. Conocemos la enorme cantidad de alumnos, que han brillado no sólo como profesores.
Fue fundada el año 1888. Comenzó a funcionar en la Avenida Collín, frente a la calle Arauco. Allí en esa esquina, en la parte de su actual edificio, hoy de un empresario particular, que allí trabaja, sus exalumnos colocaron una placa, señalando que allí comenzó su tarea docente. Esta duró 85 años, o sea hasta el año 1973, en que todas las Escuelas Normales del país se cerraron por orden del gobierno militar; 85 años alcanzó a formar profesores primarios, rurales y urbanos. Diez directores la dirigieron. El primero fue el profesor Julio Bergter, que sólo la dirigió el año de su fundación, esto es, 1888. De los nueve directores restantes, hubo uno, el profesor Arturo Mutizábal Sotomayor, que dirigió la Escuela durante 26 años, esto es, desde 1938 hasta 1964. Le sucedió el profesor Enrique Salinas Buscovich y finalizó esta década el profesor Guillermo Valdés Valenzuela, a quien le correspondió la ingrata tarea de entregar su dirección a un militar el año 1973.
De los alumnos que alcanzó a formar en esos 85 años, no tenemos el dato, pero sí sabemos y conocemos la enorme cantidad de alumnos, que en su calidad de exalumnos han brillado no sólo como profesores, que constituyen el mayor número. Los empezamos a encontrar cuando decidimos buscarlos en los más variados campos de las artes, del Derecho, del Periodismo, de la Literatura y de la música clásica y folclórica en todos sus géneros, etc. Lo que demostró con claridad que el normalista no salía preparado solo para hacerle clases a los niños, sino también para emprender tareas de exigencia mayor, como el ejercicio de la medicina o de la justicia, es enorme el número de normalistas insertos hoy en los juzgados, en las Cortes de Apelaciones y hasta en la Corte Suprema, cuyo presidente Hugo Dolmestch, egresado de la Normal de Curicó, recién fue instalado en ese cargo.
Para satisfacer con mayor propiedad nuestro conocimiento, sobre esta realidad, yo edité un libro donde consigné los nombres de los Escritores Normalistas Chilenos de las 15 escuelas Normales. Registré sus nombres en más de 200 fichas de las cuales más de medio centenar pertenecen a egresados de Chillán, entre poetas, novelistas, cuentistas, cronistas, dramaturgos, actores, directores de teatro, periodistas, etc. Muchos de ellos son premios nacionales de su especialidad, empezando por los propios profesores, uno de los cuales, Darío Salas, es uno de los más importantes, sobre todo si consideramos su lucha por hacer realidad la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria. No existía, entonces, el Premio Nacional de Educación, pero sí se hicieron acreedor de esta distinción, los profesores Edgar Perramón de la Normal de Chillán, en periodismo; en literatura, el normalista de Santiago, Humberto Díaz Casanueva; en Educación, Luis Gómez Catalán, normalista de Valdivia y Luis Mussa Batal, normalista de Santiago.
Por Carlos René Ibacache I. Miembro de la Academia Chilena de la Lengua.