"No puedo entender que parte de la prensa tenga tan mala onda con los jugadores y los técnicos por una mala campaña". Esas fueron partes del monólogo que Fernando Díaz pronunció tras la victoria del equipo ante San Felipe el reciente fin de semana. Si bien, en la habitual conferencia de prensa el adiestrador reconoció su responsabilidad por el mal rendimiento del equipo, lo concreto es que lo hecho por el plantel (uno de los tres de mayor costo en la Primera B), dentro del campo de juego, echa por la borda cualquier recriminación hacia la prensa, o a cualquier otro estamento.
A una fecha del final del Clausura, lo realizado por los chillanejos es realmente para el olvido. Hasta el instante, sumando el Apertura, Ñublense ha disputado 29 encuentros; obteniendo 10 triunfos, siete empates y 12 derrotas, lo que se traduce en un pobre 42% de rendimiento con 42 goles a favor y 44 en contra, y una pobre duodécima ubicación en la tabla general.
Si bien, en el primer certamen los dirigidos de Fernando Díaz se situaron como uno de los cuadros más sólidos como local, donde ganaron cuatro, empataron dos, y solo cayeron en uno en el clásico ante Curicó. No obstante, lamentablemente en el Clausura no consiguieron mantener esa regularidad, aunque pese a ganar la misma cantidad de pleitos, cayeron en dos ocasiones (una de ellas ante Coquimbo uno de los colistas del torneo).
Lo anterior, sumado a que considerando ambos campeonatos, solo ha logrado cosechar un triunfo y tres empates fuera del Nelson Oyarzún. Esta campaña terminó por dejar hace tres fechas prácticamente sin opciones matemáticas de que los Diablos Rojos pudieran tener alguna chance clara de entrar a la liguilla.
Sin fondo futbolístico
Aunque hay equipos que si bien no consiguen resultados, por lo menos al hincha le queda la satisfacción de saber a qué juega. En el caso de Ñublense, lamentablemente esa premisa futbolera tampoco se pudo plasmar. Sin un juego colectivo, donde el sector creativo se convirtió en uno de sus principales dolores de cabeza, pues aunque Parra en algunos pleitos demostró parte de su calidad, ni Briceño, Carou, Huerta y Oviedo, lograron entregar balones con ventaja a los atacantes.
Lo anterior, lamentablemente convirtió al Rojo en un equipo dependiente en gran medida de lo que pudiera hacer su goleador, Sebastián Varas, motivo por el cual el rendimiento del equipo se resintió de sobremanera cuando el jugador formado en Everton se ausentó debido a alguna lesión.
Para rescatar, lo realizado por el portero Santiago Morandi, siempre una prenda de garantía. Si bien demostró solo parte del por qué fue titular en Colo Colo, Sebastián Toro cumplió en la última línea. José Rojas, hasta que se lesionó, uno de los puntos altos, más la entrega y el gran despliegue físico de Octavio Pozo. Del resto muy poco, por lo que realmente los reproches de Díaz hacia parte de la prensa, que no hace más que transmitir el descontento de la hinchada con el desempeño que ha tenido el equipo desde que bajó a la Primera B en mayo del año pasado, tras vencer a Cobreloa por 3-2.
Vuelve a las prácticas
Hoy regresa a los entrenamientos el equipo chillanejo, con miras a comenzar a preparar el último encuentro del Clausura ante Everton en Viña del Mar. Aunque van a jugar a la quinta región solo por cumplir, para el venezolano Emilio Rentería (autor del gol ante San Felipe), lo principal es vencer. "Si bien, al igual que ellos no nos jugamos nada, vamos a ir a ganar, traernos los tres puntos, y terminar de la mejor manera posible", sentenció el atacante que vence contrato con la institución al final del certamen de Clausura.