Ingrid Acuña Caballero

Era la última semana de enero de cada año que, sagradamente, el expresidente Patricio Aylwin destinaba para pasar sus vacaciones en las Termas de Chillán junto a su esposa Leonor Oyarzún.

El viaje que se planificaba junto a su familia, en los últimos años dio paso para visitar a sus camaradas falangistas y ex funcionarios que trabajaron con él cuando retornó la democracia al país.

Carlos Abel Jarpa, quien fue nombrado gobernador -o representante del presidente como le gustaba decir a Patricio Aylwin- mantuvo una amistad con el exmandatario, muchos años después de cumplir su función administrativa.

"La primera vez que estuvo en la provincia fue para el 20 de agosto de 1990, cuando presidió los actos conmemorativos y fue muy interesante, porque ahí él intervino y habló precisamente de todo el tema de cómo se había gestado la independencia de Chile y, es más, usó una frase que aún recuerdo claramente: 'O'Higgins nunca lanzó su ejército contra el pueblo'", evocó el diputado Carlos Abel Jarpa, frase que sacó temerosos aplausos desde el público que se apostó en la explanada del parque, ya que aún se podía percibir el miedo por los años de dictadura.

En el '92, después de los actos conmemorativos del natalicio de O'Higgins en Chillán Viejo, Patricio Aylwin decidió viajar a la comuna de El Carmen y en esa oportunidad anunció, en una fría tarde de agosto, que se construiría el canal Laja Diguillín. Un año después fue el encargado de inaugurar la ampliación del hospital Herminda Martín de Chillán, donde no pudo evadir el discurso.

"La verdad es que yo le había encargado al Ministro de Salud que hablara en esta oportunidad, pero habiéndome anunciado no me puedo excusar de decir algunas palabras", comenzó su discurso el Mandatario, sacando risas entre los asistentes y distendiendo el momento.

La alocución continuó con la mediación entre lo que se esperaba de la construcción y lo que hasta ese minuto se tenía. "Yo tengo clara conciencia de que los avances que hemos hecho no satisfacen plenamente ni los anhelos ni las necesidades del sector, pero yo pido comprensión. Cuando un gobierno demuestra con hechos que reconoce las necesidades, que asume los problemas, que adopta medidas para irlas solucionando, después de largos años en que ha habido prolongadas postergaciones e incomprensión al respecto, no se puede exigir que todo se solucione de la noche a la mañana y que llegue al desiderátum o la plena satisfacción de los justos anhelos", dijo Aylwin al terminar su breve discurso, el que fue aplaudido por el público.

Los recuerdos que deja en la provincia el paso de Aylwin durante sus cuatro años de gobierno, son de mucha cercanía con la gente.

"Era un hombre muy afable, un hombre que hablaba y que siempre escuchaba, muy atento y cuando algo no le gustaba no decía que no, sino que movía la cabeza en forma negativa (se ríe), quedaba claro que no le gustaba. Recuerdo claramente que cuando murió Mario Arzola, me llamó personalmente y me encargó que fuera a entregarle las condolencias a su mujer, lo que demuestra el conocimiento que tenía de todas las personas", comentó Carlos Abel Jarpa.

En micro

Modestia y sencillez son las palabras que de inmediato se vienen a la mente de Patricio Huepe, demócrata cristiano y ex gobernador de Ñuble.

"En los '80 yo estaba más con Gabriel Valdés que con Patricio Aylwin, ambos eran precandidatos presidenciales, pero me parecía que era más restringida la alianza que planteaba don Patricio y más amplia la de Valdés, pero lo que recordaba es que Valdés llegaba a Chillán en auto con chofer, y eso que era el más progresista, y don Patricio llegaba en micro en la noche", precisó Patricio Huepe.

En Chillán el mejor amigo de Patricio Aylwin era Lautaro Vergara, "así que yo acompañaba a don Lautaro a esperar a don Patricio y estaba un rato con nosotros y luego seguía rumbo a Los Ángeles o se quedaba en la casa de don Lautaro. Entonces, hay que rescatar la sencillez, la modestia, la humildad, lo cercano. Don Patricio andaba en micro versus el 'conde' que lo hacía en auto", recalcó Huepe.

Era la década de los '80 en que previo a ser Presidente, Aylwin recorrió el país de norte a sur para recuperar la DC, por lo que sus largos viajes fueron claves en la restructuración de la falange.

"Hace un año tuve la oportunidad de compartir en su oficina con motivo de un libro de un diputado y don Patricio se dio tiempo y conversamos. Me fue a dejar como una cuadra caminando al auto", rememoró Huepe.

Para la DC local hay dos hechos que marcan la historia de Aylwin en La Moneda: El discurso sobre el informe entregado por la Comisión Verdad y Justicia sobre derechos humanos, en el cual se emocionó y pidió perdón a los familiares de las víctimas a nombre del Estado, y todo lo que realizó en el tema de la reconstitución de la democracia.

"Fue el mejor hombre para ese momento. Fue lo más adecuado, se le critica hacer la justicia en la medida de lo posible, pero hay que entender el contexto. Además, también está el reconocimiento que hace al grupo de los 13, quienes dos días después del golpe militar firmaron una declaración pública en rechazo a éste, donde uno de ellos fue mi hermano Claudio. Yo le escuché decir a don Patricio que fue la declaración más adecuada", sostuvo Patricio Huepe.

Quien también tuvo la oportunidad de compartir con él fue Humberto Pañero, presidente del comunal Chillán de la DC. Fue en un viaje que realizó Aylwin a Venezuela, donde los lazos se reforzaron.

"Él era presidente nacional de la DC y yo presidente regional del Bío Bío, después nos encontramos una vez más en Venezuela cuando lo tuve que ir a esperar al aeropuerto, estuve con él en Caracas, así que tengo un afecto especial y un grato recuerdo. Las conversaciones que en ese tiempo sosteníamos con Patricio eran de cómo recuperábamos la democracia. Él, junto con (Gabriel) Valdés, reimpulsaron el reencuentro y la unión de todos los que estábamos en esa misma disposición", indicó Pañero.

Gran estadista

El liderazgo que ejerció Patricio Aylwin fue muy importante en Ñuble. Desde el proceso de recuperar la DC y luego con el retorno de la democracia, las enseñanzas se multiplican en la provincia.

"Tuvo una tarea fundamental en conjunto con el Cardenal Raúl Silva Henríquez, que también significaba una disposición de distintas personas que representaban a distintos partidos, pero que se pusieron a disposición para construir un acuerdo común. Fue crucial, ya que a pesar que hubo profundas diferencias, fueron capaces de construir en conjunto distintos partidos que representaban distintas visiones, un acuerdo político programático que permitió avances en la democracia", puntualizó Carlos Arzola, presidente regional dela DC.

Al igual que varios camaradas del ex Mandatario, el punto de acuerdo es que Aylwin era el hombre más adecuado para el proceso de transición.

"Estoy convencido, con los años, de que don Patricio fue el mejor presidente que pudo tener Chile en el momento que a él le correspondió ocupar ese lugar. Sin duda que podrá haber muchas críticas, pero la verdad es que conducir el país en un proceso de transición democrática, con la presencia de militares, la verdad es que no era un proceso menor. Se tuvo que asumir costos, ya que se mantuvo al general (Augusto) Pinochet y hubo otras dificultades como el ejercicio enlace", afirmó Arzola.

Historias en Ñuble que se fraguaron al alero del ex mandatario y de las enseñanzas que dejó para las nuevas generaciones, es lo que deja con su partida Patricio Aylwin. "Las grandes figuras de la historia no son comprendidas y al mismo tiempo tienen por cierto detractores y con razones que pueden ser razonables. Se necesitan más Patricio Aylwin, nuevos liderazgos que estén dispuestos a poner los interés del país por sobre los personales y en eso (destacaron) don Patricio, Gabriel Valdés, Enrique Silva Cimma, Claudio Huepe y muchos otros grandes baluartes de distintos otros partidos", subrayó Arzola.

"Fue el mejor hombre para ese momento. Fue lo más adecuado, se le critica hacer la justicia en la medida de lo posible, pero hay que entender el contexto".

Patricio Huepe, Ex gobernador DC de Ñuble