Constanza Velásquez
Era 27 de abril del 2015 y en Chillán se presentaba la primera Premergencia ambiental del año. A pesar de este indicador, este 2016 los efectos nocivos de la contaminación se han retrasado, pues según el informe entregado por la Seremi de Salud del Biobío, el material particulado 2,5 se encuentra en niveles regulares, es decir, bastante alejado de una alerta ambiental.
Sin embargo, durante la noche del lunes los niveles de material particulado 2,5 en Chillán se dispararon, alcanzando incluso índices de Preemergencia. A las 20 horas se registraron 167,6 microgramos por metro cúbico, nivel que bajó a los 145,8 a las 23 horas. Por lo anterior, según la norma, al estar en niveles entre 110 y 169 es índice de Preemergencia. A pesar de lo anterior, el seremi de Medio Ambiente, Richard Vargas, explicó que la revisión no se realiza por hora y que en la intercomuna las condiciones continúan sin alteración.
"Lo que sucede es que los niveles se miden en un lapsus de 24 horas, se saca un promedio, no por hora. Efectivamente tenemos niveles altos de emisión contaminante cerca de las 20 horas y hasta las 23 horas, sin embargo, esto también se debe a que en el encendido de la estufa, es decir, en la primera emisión de humo, se propaga más del 50% del material particulado. Esa primera emisión en los hogares se concentra en ese momento, entre las 20 y las 23 horas", explicó Vargas.
A pesar de que tanto la Seremi de Salud como de Medio Ambiente no advierten una cantidad de material particulado suficiente como para decretar alerta ambiental, la percepción de la comunidad es muy diferente. Vía redes sociales, vecinos de diferentes sectores comentaban que el lunes cerca de las 20 horas era insoportable el olor a humo en la intercomuna, incluso algunos manifestaban que Chillán presentaba índices muy superiores a los permitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El seremi explicó al respecto que "la OMS obviamente puede tener una norma a nivel de recomendaciones mucho más estricta", pero que Chile ha transformado esa normativa a una regla que se ajuste a la realidad nacional.
"Nosotros lo que tenemos ahora es una adaptación de la norma de calidad del aire que esté acorde con las condiciones del país", agregó Vargas.
Material particulado
El seremi aprovechó la oportunidad para explicar la diferencia entre el MP2,5 y el MP10, partículas que causan diferentes problemas en la salud de la población, pero con diferente magnitud.
"El MP2.5 es el más crítico porque es el más dañino a la salud. Estas partículas, como son de menor tamaño, entran directamente hasta los alvéolos en los pulmones y son capaces de generar daño significativo en las vías respiratorias de las personas. Por su parte, el MP10 son partículas más gruesas que las 2,5 y afectan solo las vías respiratorias superiores, es decir garganta y nariz, las medidas son menos severas", explicó el seremi.
Finalmente Vargas recordó la importancia de las condiciones del clima en las zonas saturadas, señalando que "cuando la ventilación del aire es mala, cualquier emisión que generemos en la burbuja de la ciudad va a permanecer ahí, complicando aún más la salud de las personas".