Pese a estar a más de 700 kilómetros de la zona, los efectos provocados por la presencia de marea roja en parte del litoral de la región de Los Lagos también se ha dejado sentir en la capital de Ñuble. Lo anterior, ya que gran parte de los habituales clientes no está comprando su mercadería, lo que ha significado en promedio una caída del 60% de sus ventas.
Conscientes del complejo escenario que enfrentan, hacen un llamado a la comunidad a comprar en sus locales, pues su mercadería no está contaminada con toxina paralizante.
Paola Orbenes abastece a 20 de los 23 puestos existentes en el recinto y ella hizo un llamado a las autoridades y a la prensa a informar con mayor precisión los lugares afectados.
"Se invita a la población a no consumir mariscos, pero no se les dice que lo hagan en lugares establecidos ni tampoco se precisa los sectores donde existe marea roja", lamentó.
En ese sentido, Orbenes enfatizó que hasta el instante los sectores más afectados con la presencia de la marea roja son los de Calbuco, Carelpamu y Chiloé. "En cambio, nosotros traemos los que se extraen desde la Carretera Austral hacia la costa, en un camión refrigerado y con los respectivos análisis de la Seremi de Salud de Los Lagos, que la mercadería está libre de la marea roja", enfatizó.
Compromiso
María Echeverría quien desde hace 42 años vende pescados y mariscos en el mercado chillanejo, señaló que hace dos semanas las ventas han experimentado una brusca baja. "Desde que comenzó a masificarse por los medios de comunicación el tema de la marea roja, hemos tenido una disminución de un 60% respecto a igual fecha del año pasado", detalló.
Lo anterior ha provocado la incertidumbre entre los comerciantes, quienes han acordado comprar productos solo a quienes cuenten con la documentación y los análisis correspondientes. "Nuestros clientes pueden estar tranquilos, ya que hemos decidido adquirir solo mercadería que acredite no estar contaminada", comentó.
Junto con destacar que la marea roja ha sido un relevante factor para su complicado presente, Echeverría culpó también a la falta de fiscalización por parte de las autoridades a los comerciantes no establecidos. "Hay quienes venden de manera clandestina en sectores como 5 de Abril y Arturo Prat, sin cadena de frío y nada. Acá va a haber un intoxicado y lo primero que la gente va a decir es que lo compró en el mercado", sentenció con un dejo de resignación.
Las considerables pérdidas tienen a los locatarios complicados, ya que lo que generan en sus puestos es el único ingreso que tienen para hacer frente a sus gastos. "Imagínese, acá trabaja conmigo mi hijo casado y con familia, mi otra hija estudia, y además hay que pagar el arriendo, luz, impuestos. Si seguimos así, no sé cómo vamos a terminar", indicó.
Una de las pocas clientes que se detuvieron a comprar en uno de los locales del mercado fue Sandra Lagos. No obstante estar informada de la existencia de la marea roja en las costas de la región de Los Lagos, confía en que los productos cumplen con la normativa. "Habitualmente compro acá y jamás he tenido problemas, así que compro sin temores", cerró.
Mayor vigilancia
En la región del Biobío, por disposición nacional, se ha incrementado la vigilancia y el control de productos del mar, provenientes de las zonas afectadas, tanto en el expendio como en la distribución. "Se verifica la procedencia de los productos del mar que se encuentren en los puntos de venta; se exige la presentación de la documentación que avale el origen de los productos, certificando que provengan de zonas seguras; y en la distribución, se controla que posean el visto bueno de la Seremi de Salud de Los Lagos, organismo que autoriza el traslado avalando que sean productos libres de contaminación, a través de un certificado que indica que el producto es negativo a VPM", sostuvo el seremi de Salud del Biobío, Mauricio Careaga.